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Se consumó el expolio del Archivo de Salamanca. El separatismo ha conseguido su primer triunfo gracias al servilismo del PSOE y su presidente Zapatero.
No tenemos constancia de que se haya organizado ningún servicio que permita la consulta de los papeles en Cataluña, simplemente serán tratados como un trofeo que será de momento almacenado, privando a los investigadores de un acceso que ya estaba establecido en Salamanca.
Castilla, como siempre, tierra estoica y sufrida, soportó la humillación y discriminación con resignación. El Ayuntamiento de Salamanca en un último gesto para evitar lo que no es más que un abuso de poder de un gobierno, que no solo favorece a unas regiones a costa de otras, sino que sacrifica los intereses de España para contentar a los separatistas, intentó paralizar el
traslado mediante un recurso judicial que el gobierno ha ignorado.
No vimos a esa tremebunda extrema derecha, ni a los malvados fachas, que algunos se empeñan en fabricar, montando el cisco. Usaron en su día del legítimo derecho a la manifestación para mostrar su disgusto contra lo que es un atropello, pero no han causado disturbio alguno. Apenas algún transeúnte indignado alzó su voz para llamar ladrones a las autoridades socialistas. ¿Se imaginan lo que pasaría si mañana a alguien se le ocurre devolver los papeles a Salamanca? ¿Serian las juventudes de ERC y demás comparsa igual de pacíficos? Ya hemos comprobado en diversas ocasiones, con ocasión del no a la guerra, actos del PP, la celebración del día de la hispanidad o de la diada de Cataluña, como las gastan. Ayer solo dio la nota
la ministra Carmen Calvo, que volvió a demostrarnos el valor que tiene la palabra de un dirigente socialista. Si Caldera dijo un día, cuando buscaba los votos de los salmantinos, que los papeles saldrían por encima de su cadáver, para hacerse el orejas hoy y justificar el expolio, la ministra también afirmó que “los papeles de Salamanca saldrán a la luz del día y con
taquígrafos".
El traslado se ha hecho con nocturnidad, a las seis de la mañana, con un despliegue policial desmesurado y peliculero que ha tomado el archivo y sus alrededores. Había más policías que curiosos y periodistas. El traslado se ha hecho apresuradamente, sin que previamente se hayan realizado las copias autenticas de la documentación expoliada para sustituir los originales en Salamanca. Es más, sin esperar a que los tribunales se pronunciasen sobre un recurso interpuesto por el ayuntamiento de Salamanca y sin saber bien qué es lo que se llevaban, puesto que de las 507 cajas inicialmente previstas para el traslado 7 se han quedado por estar claro que su contenido no reunía las condiciones del decretazo de “restitución”, pero eran 175 las que contenían documentación que no pertenecía a ninguna institución catalana. No tenemos constancia de que se haya organizado ningún servicio que permita la consulta de los papeles en Cataluña, simplemente serán tratados como un trofeo que será de momento almacenado, privando a los investigadores de un acceso que ya estaba establecido en Salamanca. Pero es que los socialistas no podían esperar, sus impacientes amos separatistas habían pedido un acto simbólico.
Ya lo han conseguido.
Se consumó el expolio del Archivo de Salamanca. El separatismo ha conseguido su primer triunfo gracias al servilismo del PSOE y su presidente Zapatero.
No tenemos constancia de que se haya organizado ningún servicio que permita la consulta de los papeles en Cataluña, simplemente serán tratados como un trofeo que será de momento almacenado, privando a los investigadores de un acceso que ya estaba establecido en Salamanca.
Castilla, como siempre, tierra estoica y sufrida, soportó la humillación y discriminación con resignación. El Ayuntamiento de Salamanca en un último gesto para evitar lo que no es más que un abuso de poder de un gobierno, que no solo favorece a unas regiones a costa de otras, sino que sacrifica los intereses de España para contentar a los separatistas, intentó paralizar el
traslado mediante un recurso judicial que el gobierno ha ignorado.
No vimos a esa tremebunda extrema derecha, ni a los malvados fachas, que algunos se empeñan en fabricar, montando el cisco. Usaron en su día del legítimo derecho a la manifestación para mostrar su disgusto contra lo que es un atropello, pero no han causado disturbio alguno. Apenas algún transeúnte indignado alzó su voz para llamar ladrones a las autoridades socialistas. ¿Se imaginan lo que pasaría si mañana a alguien se le ocurre devolver los papeles a Salamanca? ¿Serian las juventudes de ERC y demás comparsa igual de pacíficos? Ya hemos comprobado en diversas ocasiones, con ocasión del no a la guerra, actos del PP, la celebración del día de la hispanidad o de la diada de Cataluña, como las gastan. Ayer solo dio la nota
la ministra Carmen Calvo, que volvió a demostrarnos el valor que tiene la palabra de un dirigente socialista. Si Caldera dijo un día, cuando buscaba los votos de los salmantinos, que los papeles saldrían por encima de su cadáver, para hacerse el orejas hoy y justificar el expolio, la ministra también afirmó que “los papeles de Salamanca saldrán a la luz del día y con
taquígrafos".
El traslado se ha hecho con nocturnidad, a las seis de la mañana, con un despliegue policial desmesurado y peliculero que ha tomado el archivo y sus alrededores. Había más policías que curiosos y periodistas. El traslado se ha hecho apresuradamente, sin que previamente se hayan realizado las copias autenticas de la documentación expoliada para sustituir los originales en Salamanca. Es más, sin esperar a que los tribunales se pronunciasen sobre un recurso interpuesto por el ayuntamiento de Salamanca y sin saber bien qué es lo que se llevaban, puesto que de las 507 cajas inicialmente previstas para el traslado 7 se han quedado por estar claro que su contenido no reunía las condiciones del decretazo de “restitución”, pero eran 175 las que contenían documentación que no pertenecía a ninguna institución catalana. No tenemos constancia de que se haya organizado ningún servicio que permita la consulta de los papeles en Cataluña, simplemente serán tratados como un trofeo que será de momento almacenado, privando a los investigadores de un acceso que ya estaba establecido en Salamanca. Pero es que los socialistas no podían esperar, sus impacientes amos separatistas habían pedido un acto simbólico.
Ya lo han conseguido.
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