domingo, septiembre 09, 2007

LA VERDADERA HISTORIA DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1714

 


LA VERDADERA HISTORIA DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1714
Cómo se construye una gran mentira.

El 11 de septiembre de cada año se celebra la Diada, la fiesta de Cataluña desde que el Parlamento de Cataluña la declaró Fiesta de la Comunidad en 1980. Con ella se recuerda la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas al mando del Duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión española en 1714.

Pero ya antes, a finales del siglo XIX, esta fecha era conmemorada por el incipiente nacionalismo político catalán, que le daba una lectura que se alejaba de la realidad histórica, y en su lugar la utilizaba para justificar su nuevo proyecto político. Así, de lo histórico pasaron a lo místico, y de la realidad a la ficción: llegan a realizar una ofrenda floral conmemorativa al conseller en cap Rafael Casanova, presentándolo como mártir, cuando en realidad había muerto veintinueve años más tarde (en 1743) en su domicilio, tras recibir el perdón real. Esta manipulación del hecho histórico como coartada política se ha prolongado hasta nuestros días, convirtiéndose en una descarnada mentira histórica al servicio de la "construcción nacional".

El nacionalismo trajo la desgracia a Europa alentando el fascismo y el nazismo de la primera mitad del siglo XX y hoy, cuando en Europa es rechazado de forma contundente, nuevamente se configura en nuestro país como una herramienta demagógica de enfrentamiento entre personas y territorios al servicio de los nacionalismos de nuestro tiempo.

Ciudadanos no acepta esa mentira.

Por ello en Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía no celebramos la Diada del 11 de septiembre, puesto que no queremos ayudar, con nuestra participación, a perpetuar una mentira histórica que además sea un referente simbólico común a todos los catalanes. La manipulación que han llevado a cabo los independentistas del significado histórico del 11 de septiembre de 1714 convierte la conmemoración de este día en la diada nacionalista de Cataluña y no en lo que debería ser: la fiesta cívica de todos los ciudadanos catalanes.

No aceptamos que la manipulación nacionalista del pasado sea jaleada y apoyada por una ciudadanía democrática y libre.

No al silencio: pasemos a la acción.

La mayoría de los catalanes no se siente identificada con esa celebración nacionalista y decide libremente celebrarlo a su manera. Es un día festivo, ideal para disfrutar de la familia y de los últimos días del verano. Sin embargo, en Ciudadanos creemos que la pasividad silenciosa de buena parte de la sociedad catalana da alas a las ambiciones y manipulaciones nacionalistas. Su mentira no puede convertirse en verdad por el mero hecho de que sea repetida como un mantra irrefutable por sus iluminados habituales, abrigados al amparo de la indiferencia o incluso el hastío que provoca en la ciudadanía esta celebración.

Digámoslo en voz alta: las reiteradas querellas del pasado sólo sirven a quienes las utilizan como coartada para reclamar beneficios políticos en el presente, desviando la atención de los problemas reales de los ciudadanos. Para los nacionalistas, la historia sirve únicamente como instrumento político de adoctrinamiento y manipulación.

Decía Pío Baroja que la historia es siempre una fantasía sin base científica y que cuando se pretende levantar sobre ella un tinglado y sobre éste una consecuencia, se corre el peligro de que un dato cambie y se venga abajo toda la armazón histórica. En Ciudadanos queremos, con algunos apuntes sobre los acontecimientos de la Guerra de Sucesión y sobre el 11 de septiembre de 1714, ayudar a desmontar y refutar las mentiras históricas sobre las que se sustenta argumentalmente el independentismo catalán.


11 de septiembre de 1714: ¿sabías que…?

1)  El 11 de septiembre se conmemora la rendición de la ciudad de Barcelona en 1714, tras la declaración de guerra de las Cortes Catalanas el 10 de julio del mismo año al no reconocer éstas el Tratado de Utrecht que ponía fin a la Guerra de Sucesión Española. La guerra no fue de secesión, como los nacionalistas venden, sino de sucesión. En dicho Tratado el pretendiente a la Corona Española, el Archiduque Carlos de Habsburgo renuncia al trono, reconociendo la soberanía de Felipe D'Anjou, contra el que se la disputó en la llamada Guerra de Sucesión Española, tras la muerte sin descendencia del Rey de España Carlos II. Es decir, fue una guerra civil entre partidarios de dos pretendientes a suceder en la corona de España al rey muerto sin descendencia.

2)  Madrid, Alcalá y Toledo lucharon en el mismo bando que Barcelona. La Guerra de Sucesión española, al contrario de lo que argumentan los nacionalistas, no supuso el enfrentamiento entre Cataluña- Austria y España (o Castilla) - Francia. Ciudades y comarcas pertenecientes al antiguo reino de Aragón como Castellón, Alicante, Calatayud o Tarazona, así como el valle de Arán, y ciudades del interior de Cataluña como Vic y Cervera, fueron partidarias de Felipe V, el rey Borbón. Y lugares como Madrid, Alcalá o Toledo se declararon fieles al aspirante austriaco, el archiduque Carlos. El enfrentamiento entre territorios españoles de 1714 es otra falsedad esgrimida por el nacionalismo para negar el carácter de guerra civil que tuvo aquella sucesión al trono. En realidad ésta fue una contienda internacional en la que se dirimía la hegemonía entre las diferentes potencias europeas.

3)  Los catalanes no perdieron sus libertades civiles, sino que los poderosos perdieron sus privilegios exclusivos. Las Cortes Catalanas, lejos de tener las características de una democracia, tal y como la entendemos ahora, representaban a los tres estamentos (clero, nobleza y burguesía urbana) a los que, dentro del patrón feudal del Antiguo Régimen, el Rey les había concedido tal privilegio, relegando totalmente a la inmensa mayoría de la población. Del Rey emanaban todas las instituciones.

4)  La facción en Cataluña favorable al pretendiente Carlos no partió de una rebelión espontánea ni popular. En realidad, expresaba los intereses políticos de la clase dirigente barcelonesa que quería potenciar su presencia comercial en América, de tal forma que sus privilegios forales no estaban en juego, ya que el pretendiente Borbón en ningún momento los cuestionó.

5)  El Rey Borbón reinó sin oposición interna entre 1700 y 1705 hasta el punto que en 1701 había celebrado Cortes en Barcelona, donde no sólo confirmó los fueros, sino que recibió numerosas donaciones.

6)  Los seguidores de Carlos de Habsburgo en Cataluña defendían la unidad de España. Trataban de imponer su candidato al conjunto de todo el país, apelando a la libertad de toda España, recelosos de la influencia francesa; lejos, pues, de cualquier aspiración secesionista o desmembradora. Los soldados que fueron derrotados el 11 de septiembre de 1714 frente a las tropas de Felipe V estaban mandados por el general Antonio de Villarroel, que en su última arenga les recordó: "estáis luchando por nosotros y por toda la nación española".

7)  El denominado decreto de Nueva Planta, llamada en realidad Cédula Real de Nueva Planta de la Real Audiencia del Principado de Cataluña, organizaba las instituciones judiciales en Cataluña, respetando las Constituciones y prácticas previas, estableciendo que los letrados fuesen expertos en legislación y lengua catalana. Fijaba el castellano meramente como lengua jurídica y eliminaba los privilegios por nacimiento en un territorio determinado.

8)  El final de la guerra supuso el final de tres siglos de decadencia de Cataluña y el inicio de su resurgimiento económico. El siglo XVIII, lejos de ser un periodo de declive en Cataluña, resultó ser una etapa de particular esplendor y auge demográfico, agrícola, comercial e industrial, que más que fundamentarse en el comercio internacional, centrado en productos agrícolas, se benefició del proteccionismo de la Corona.

9)  Rafael Casanova no fue un mártir. El día del asalto final de las tropas borbónicas, Casanova estaba durmiendo y, avisado, se presentó en la muralla con el estandarte de Santa Eulalia para dar ánimos a los defensores. Herido de poca gravedad por una bala en el muslo. Casanova fue trasladado al colegio de la Merced, donde se le practicó una primera cura. Tras caer la ciudad en manos de las fuerzas borbónicas, quemó los archivos, se hizo pasar por muerto, y delegó la rendición en otro consejero. Huyó de la ciudad disfrazado de fraile y se escondió en una finca de su hijo en Sant Boi de Llobregat. En 1719 fue amnistiado y volvió a ejercer como abogado sin ningún problema hasta retirarse en 1737. Murió en Sant Boi de Llobregat en 1743. Un verdadero "héroe".


FUENTES: John Lynch: "La España del siglo XVIII". Ed.Crítica. Pere Anguera: "El 11 de septiembre. Orígenes y consolidación de la Diada". Revista "Los días de España", núm. 51, 2003. Núria Sales: "Els segles de la decadència: segles XVI-XVIII". Edicions 62. "Nueva planta de la Real Audiencia del Principado de Cataluña establecida por su Majestad por Decreto de 16/09/1716", imprenta de Joseph Teixidó.


sábado, septiembre 01, 2007

Profesores «cómplices» publican, cara al nuevo curso, manuales de Educación para la Ciudadanía

 




Dos editoriales católicas y dos editoriales laicas han publicado manuales siguiendo las directrices del gobierno socialista, aunque en algún caso sus contenidos se aparten del pensamiento Alicia sin que pueda saberse muy bien qué rumbos proponen

Cara al próximo comienzo del curso 2007-2008, en el que se pone en marcha en el sistema educativo español la nueva asignatura «Educación para la Ciudadanía», que ha asumido directrices emanadas de la Unión Europa (consideramos útil para el lector recordarle algunos de los artículos que sobre este asunto han sido publicados en esta revista: Demetrio Pérez, «Sobre la denominada 'Educación para la Ciudadanía'», nº 33, noviembre 2004; Joaquín Robles, «Educación para la ciudadanía: Protágoras y Gorgias», nº 36, febrero 2005; Gustavo Bueno, «Sobre la educación para la ciudadanía democrática», nº 62, abril 2007; Antonio Romero Ysern, «Educación para la feligresía» nº 62, abril 2007) dos editoriales católicas (Ediciones Don Bosco, de los padres salesianos, y SM, de los padres marianistas) y dos editoriales laicas (Santillana, del grupo PRISA; y Akal, editorial bien conocida) han publicado manuales siguiendo las directrices del gobierno socialista, aunque en algún caso sus contenidos se aparten del pensamiento Alicia sin que pueda saberse muy bien qué rumbos proponen.






EL CATOBLEPAS - Número 66

 




Ya está disponible el número 66 (agosto 2007) de EL CATOBLEPAS, revista crítica del presente:






miércoles, julio 18, 2007

El desplome ficticio de la Sagrada Familia




VÍDEO DE LA PLATAFORMA
El desplome ficticio de la Sagrada Familia

http://www.youtube.com/watch?v=Y9j0_NivFj4


MADRID.- "La Sagrada Familia de Barcelona se desploma". Con este alarmante mensaje la plataforma L'AVE pel litoral, que se opone al paso del túnel del AVE bajo la fachada del edificio de Gaudí, ha elaborado un vídeo en el que aparece la caída ficticia del templo.

El vídeo simula un informativo de televisión que ofrece la noticia acompañada de las imágenes del desplome grabadas por un supuesto vídeoficionado.

De esta manera, la plataforma trata de llamar la atención sobre el peligro que, a su entender, conlleva el trazado del túnel que previsto.

Por su parte, Adif ha asegurado que la construcción del túnel del AVE no le hará "ni cosquillas" a la Sagrada Familia y que no se necesitaría tomar ninguna medida de seguridad, además de señalar que la construcción del propio templo provoca deformaciones en el terreno "muchísimo mayores" que las del túnel.

Adif ha explicado que se inspeccionarán a fondo unas 2.500 viviendas en Barcelona y que, si algún vecino de las 10.000 viviendas que están en el entorno del túnel del AVE lo solicita, también será inspeccionada su vivienda.

Los técnicos puntualizaron que no existe "garantía total" de que no haya grietas en los edificios.

Además han explicado que el trazado del AVE por Barcelona, cuya obra autorizó licitar el Gobierno el pasado viernes y que pasa por la calle Provenza hasta la Diagonal y sigue por la calle Mallorca hasta Sagrera, es el "más seguro" y viable de todos los que se han estudiado, ya que no pasa por debajo de ningún edificio.

martes, julio 17, 2007

Cuadernos de Ermua 22




Queridos amigos,

Os comunicamos que podéis acceder a Cuadernos de Ermua 22 – “El Foro Ermua ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco: historia de una agresión nacionalista”

 

-     Con toda su dignidad a cuestas ¡Respeto al hombre!

-     De la manipulación informativa al atestado del Foro Ermua por supuesta provocación e insultos

-     La realidad del revés: el Gobierno vasco se querella contra el Foro Ermua

Estamos preparando Papeles de Ermua Nº 9.

Os enviaremos el enlace en los próximos días.

Recibid un cordial saludo.

 

lunes, julio 02, 2007

MADRID: CAMPUS FAES 2007: Navacerrada (Madrid), del 2 al 15 de julio de 2007








El Campus FAES cumple su cuarta edición. Como en años anteriores, el Campus FAES ‘2007 será el punto de referencia principal del debate de ideas y argumentos durante el verano, por encima de otros cursos de verano de más antigüedad.

Durante quince días varias decenas de expertos de primer nivel, españoles y extranjeros, aportarán enfoques nuevos e ideas a tener en cuenta sobre cuestiones que interesan al presente y futuro de nuestro país y del mundo occidental. Las sesiones, abiertas a los medios de comunicación, contarán con varios centenares de participantes, en su mayor parte jóvenes dedicados a tareas académicas, políticas o profesionales.


jueves, junio 28, 2007

Berlin y el individuo





TIEMPO RECOBRADO
 
Berlin y el individuo
 
PEDRO G. CUARTANGO

«Los filósofos son adultos que siguen planteándose problemas de niños», escribía Isaiah Berlin. El gran problema al que se enfrentó Berlin a lo largo de su vida era cómo preservar la libertad individual en un mundo dominado por los totalitarismos.
Berlin había nacido en Riga, que formaba parte de la Rusia zarista, y tuvo que emigrar a Londres con su familia en 1921. Estoy seguro de que evocaba sus tiempos de infancia y su dramática peripecia personal en los paseos por Santa Margherita a los que hacía referencia el pasado domingo Pedro J. Ramírez, que acaba de recibir el prestigioso premio que lleva el nombre del gran pensador liberal.

Berlin, como sus contemporáneos Karl Popper y Raymond Aron, defendieron algo que ahora nos parece obvio pero que en los años 40 y 50 era considerado una extravagancia: la primacía del individuo frente a los valores colectivos, su derecho a pensar y actuar libremente, a elegir su propia existencia contra las imposiciones del Estado.

Mientras Popper acuñaba el concepto de sociedad abierta, Berlin hablaba de libertad negativa, que es la que nos permite hacer lo que nos venga en gana siempre que no perjudiquemos a los demás. Frente a ella está la libertad positiva, esa idea de raíz hegeliana sobre la que se construyen los grandes sueños utópicos -o mejor pesadillas- como el comunismo, el nacionalsocialismo o la autodeterminación de los pueblos.

La degeneración del concepto de libertad positiva conduce a los totalitarismos, que son en última instancia la primacía de lo colectivo sobre lo individual. La libertad negativa nos permite, en cambio, realizarnos como personas. No sé si Berlin era zorro o erizo, por utilizar su terminología, pero sí creo que su visión del mundo estuvo siempre vinculada a esa libertad individual que vio pisotear por la Revolución de 1917 y, más tarde, por el ascenso del nazismo.

Algunos pensarán seguramente que Berlin es un pensador pasado de moda, cuya obra reflejó una Europa que ya no existe desde la desaparición del comunismo soviético y el triunfo de las democracias parlamentarias en Occidente. Pero las amenazas que denuncia Berlin en sus libros siguen muy vivas y están entre nosotros, aunque han tomado otro aspecto. Son el nacionalismo que narcotiza a un sector de la población, la hegemonía de lo políticamente correcto, esa sociedad del espectáculo en la que lo verdadero es indisociable de lo falso.

El drama de nuestro tiempo es que nos creemos libres pero no lo somos porque estamos asfixiados por la mediocridad general y por un consumismo ideológico que nos impide ser felices. El valor de cambio ha acabado por confundirse con el valor de uso, destruyendo cualquier posibilidad de elección personal. Individuo significa etimológicamente «indivisible». Hay que volver al origen, a ser indivisibles, a ser dolorosamente conscientes de nuestra singularidad. Ésa es la gran revolución del siglo que viene.


Culto a la singularidad





TRIBUNA LIBRE

Culto a la singularidad


EUGENIO TRIAS

Nuestra sociedad, la que corresponde a la actual hora global, no queda suficientemente descrita si se la caracteriza como sociedad de masas. Tampoco la cultura en que nos hallamos integrados. Este concepto -las masas- debe ser repensado y criticado en profundidad. Lo masivo sería el sustrato inerte, emocional e intelectual, sobre el que se sustentan infinidad de figuras minoritarias.

El viejo paradigma jerárquico de élites gobernantes frente a masas en rebelión pertenece a otra época histórica. La nuestra nada tiene que ver ya con la que compartieron, antes de la II Guerra Mundial, Freud y Ortega y Gasset, o en los años treinta Walter Benjamin y T. W. Adorno. Tampoco con la que describieron los filósofos y sociólogos americanos, o afincados en Norteamérica, de la última posguerra (Vance Packard, David Riesman, Herbert Marcuse).

Lo masivo constituye hoy un sustrato inerte y regresivo del comportamiento y del pensamiento, o del sentimiento y la erótica. Sobre ese cimiento espeso brotan pequeñas y diferenciadas singularidades.

Hoy todo lo relevante y valioso, o lo que posee sesgo de innovación y creatividad, lo constituye una infinidad de pequeños ecosistemas en los que florecen y se expanden formas de vida minoritarias.

El universo global asiste, con admiración, a la irreversible expansión de toda suerte de micromundos. Lo singular tiene ancho campo de aventura y de conquista. Pero es imprescindible comprender, ante un fenómeno tan novedoso, que nunca será ya posible resolver esa abigarrada pluralidad en una Unidad Suprema Superior, o en una Totalidad Unificada y Sistemática.

Al policentrismo político de la era global corresponde esa pululación de miríadas de minisistemas que se alzan sobre un sustrato neutro -obtuso y carente de matiz- de naturaleza masificada.

No son, quizás, cifras mayoritarias las que componen el pequeño mundo de quienes aman apasionadamente la música de Josquin Desprez o de Guillaume Du Fay. Constituyen, con toda seguridad, algo marginal e irrelevante frente a la ley de grandes números: la que rige cada convocatoria de los principales espectáculos de música rockera. Pero si se suman los aficionados a la polifonía del Primer Renacimiento -pongamos, por ejemplo, treinta en Madrid, ciento cincuenta en Nueva York, veinticinco en Budapest, doce en Burdeos, cincuenta en Praga, nueve en Nueva Orleáns, once en Sao Paulo, cuatro en Novosivirsk y seis en Seúl- comienzan ya a componer un colectivo respetable. Tanto más si logran hallarse en contacto, y si consiguen formar una suerte de pequeña comunidad proyectada a escala universal, mundial. El ejemplo que doy es azaroso. Está basado en mi propia introspección. Podrían darse miles o millones de ejemplos alternativos.

Llevemos este razonamiento al universo infinito de las aficiones, los deseos, los estados de opinión, las curiosidades intelectuales y morales, las inclinaciones artesanales y tecnológicas, más toda la inmensa y diversificada cartografía de las artes y de las ciencias, de la economía, de la vida institucional o política, y tendremos quizás el más relevante tapiz de lo que está sucediendo, últimamente, en nuestro mundo global.

Amo la palabra singularidad. Siempre la he preferido a individualidad. Tiene la connotación de lo que se sale de la norma común pautada. Señala algo que se destaca sobre toda media indiferenciada, o respecto a una colectividad unánime en sentimientos y en opiniones. Incluso tiene el sabor de lo extravagante y asombroso.

Los físicos hablan de singularidades del espacio-tiempo para referirse a los agujeros negros o al Big Bang. Quizás en nuestro mundo comienzan a circundar, cual orla de distinción sobrepuesta al sustrato común indiferenciado, una infinidad de pequeños agujeros negros, como los que tanto gustan ciertos astrofísicos: universos minoritarios regidos por la ley de lo excepcional y sorprendente. Hoy las excepciones comienzan a ser, en las sociedades más avanzadas, la regla. No confirman ésta. Sencillamente toman distancia respecto a todo lo que parece ser regular y legal, o estadísticamente mayoritario.

Creo que nos dirigimos, con lentitud pero de forma quizás irreversible, hacia una cultura y una sociedad tentada por la singularidad. Pero esa tendencia avanzada se contrapone a un fondo espeso anclado en hábitos petrificados.

En ese subsuelo rige e impera el principio de inercia. Para Leibniz, el filósofo de las infinitas constelaciones monádicas, la vis inertiae constituía el estigma que el pecado original había dejado en la naturaleza.

Quizás el litigio futuro se produzca entre ese fondo opaco y esa cultura de pequeñas comunidades -de afición, de erotismo, de curiosidad- siempre minoritarias y singulares. Ésas ya comienzan a mostrar su hegemonía entre las capas sociales más despiertas del primer mundo.

El mejor patrón que hoy disponemos para evaluar el adelanto o el atraso de una determinada sociedad se halla en el predominio de uno u otro principio: el minoritario, proyectado hasta el infinito del universo global, o el masivo y masificado que subyace siempre como zócalo resistente y obtuso.

Hoy lo corriente y común, lo más vulgar y tópico, consiste en profesar agnosticismo, incredulidad o indiferencia respecto a las grandes cuestiones religiosas. O en seguir de forma gregaria lo que dicta el Vaticano, el Dalai Lama, o la Sinagoga, o las principales comunidades religiosas del planeta. Pero cabe una fe cristiana que no asume ni acepta esas directrices colectivas. Y es posible descubrir, aquí y allá, personas que participan de estas ideas y sentimientos, por muy minoritarias que sean. Por poner números posibles: doscientas en Barcelona, cuatrocientas en Madrid, trescientas en Valencia, tres mil en Nueva York, cien en Roma, cincuenta en Budapest. Se va sumando, y al final se compone un colectivo singular que se destaca sobre el fondo de irreflexión alentado por la cultura oficial (religiosa o laicista).

Una minoría relevante la constituye la de aquellas personas que aman los toros en Barcelona. Nunca me he sentido seducido por ese espectáculo, pero respeto a personas que aman la fiesta nacional, y que saben vibrar con sus innegables valores estéticos, vitales y morales. Frente a la unanimidad masificada de quienes, con argumentos de ínfima calidad, se atracan con un confuso mejunje de nacionalismo sin exigencias y de vulgata ecologista -con el agravante de un amor desmedido por nuestros hermanos los animales que esconde un secreto odio a nuestra vulnerable condición- ese colectivo antitaurino parece arrasar en los índices de audiencia. Ese mismo triunfo les delata en su indigencia intelectual y moral.

El sustrato masivo siempre se rige por la tiranía de los Grandes Números, o por un culto exacerbado a la estadística. Cree con fe ciega que la vox populi es, siempre, incondicionalmente, vox Dei.

Incluso en ámbitos que son el sancta sanctorum de la sociedad y de la cultura de masas se advierte esta diferenciación: también en el deporte; incluso en el mismísimo fútbol. Lo masivo e inerte consiste en rendir culto y pleitesía a los equipos futbolísticos triunfadores: los que despiertan sentimientos ciegos de adhesión unánime. El Barcelona Fútbol Club, por ejemplo, por circunscribirme a ambientes catalanes.

Recuerdo en mi infancia el disgusto moral y estético que me provocaba el espectáculo de unanimidad -gobernada siempre por la vieja ley de Lynch- que pude descubrir en el estadio barcelonista. Por esa razón quizás, por sentir como agresión el sentir común, me fui decantando, a pesar del propio ambiente familiar en que me hallaba, hacia la simpatía por un club minoritario: el Real Club Deportivo Español.

Gracias a esa peculiar decisión aprendí lo que era la complicidad. Éramos pocos los españolistas en el pequeño mundo de amigos de colegio. Pero poseíamos en esa comunidad de sentimiento un pequeño inventario de personajes y gestas. Aún hoy me paro por la calle al encontrarme con amigos de infancia con quienes fundaba una fidelidad contraria a los hábitos unánimes.

Al verme con ellos recordamos con nostalgia y ternura las alineaciones de entonces: Arcas, Piquín, Mauri, Marcet y Egea; Argilés, Parra, Catá, Faura; los mediovolantes (que así se llamaban entonces) Bolinches, Artigas, Casamitjana. ¿Quién, si no esa pequeña tribu construida y mantenida a base de sobreentendidos, podría recordar aún hoy al medio centro brasileño Racamán, a los hispanoamericanos Benavídez y Coll, a Sastre que corría siempre por la banda derecha, o más tarde a los brillantes cinco delfines: a José María, a Re, a Marcial, a Torres, al gran Marañón?

Ese Real Club Deportivo Español ha sido este año protagonista: a él le debe (unido a un esfuerzo agónico de naturaleza titánica) el Real Madrid el campeonato de la Liga de fútbol. El Club de Fútbol Barcelona se verá obligado, después de esta temporada, a no despreciar a este club tan singular.

En él puede mostrarse, también en fútbol, una suerte de diferenciación y distinción en el ámbito catalán: un territorio donde parece a veces predominar -en fútbol, en política, en cultura- el sentimiento y el estado de opinión propio de la sociedad y de la cultura de masas (unánime, uniforme, siempre unido en los mismos sentimientos, y enfrentado eternamente a la misma y recurrente bête noire).

Pero en todas partes de Cataluña hay gente del Español: en Girona, en Lleida, en Tarragona, en Sabadell, en Terrassa, en Vich, en Manresa, en Figueres, en Barcelona. Son pocos quizás; pero componen un número suficiente para formar una minoría futbolística relevante.

Lo más regresivo y atávico en el sentimiento y en la opinión pública lo protagonizan las grandes entidades -deportivas, musicales o culturales- que movilizan los sentimientos más intensos (pero también los más previsibles). Y los coeficientes intelectuales más deprimentes.

Frente a la tiranía de los índices de audiencia y de las grandes superficies, de la ávida persecución del beneficio rápido y del best seller, o del culto indiscriminado a la cantidad por encima de la cualidad, se va propagando de modo espontáneo una onda expansiva de pequeños universos de afición, de erotismo, de curiosidad y aventura. Son inicios -e indicios- esperanzadores de una cultura y de una sociedad que comienza a regirse por el culto a la singularidad.

Eugenio Trías es filósofo y miembro del Consejo Editorial de EL MUNDO.


martes, junio 26, 2007

Líbano







Una lección práctica de Educación para la Ciudadanía





TRIBUNA LIBRE
 
Una lección práctica de Educación para la Ciudadanía
 
JOSÉ ANTONIO MARINA

En este momento, hay planteado en España un debate ético de gran importancia. Y no deberíamos dejar que posturas descalificadoras, con frecuencia basadas en meros juicios de intención, lo detuviera. Debemos prolongar la discusión el tiempo necesario, pero con la mayor lucidez posible, y con el afán de progresar en nuestro conocimiento.

Aunque el desencadenante ha sido la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, en realidad versa sobre asuntos de enorme transcendencia personal y social. Por ejemplo, sobre el derecho de los padres a educar, o el derecho del sistema público de enseñanza a transmitir valores éticos, o la formación de la conciencia moral, o la discusión sobre si podemos ponernos de acuerdo en estos temas, o acerca del fundamento de la moralidad. He de reconocer a la Conferencia Episcopal, al Foro de la Familia y al grupo de Profesionales para la Ética, la tenacidad y el apasionamiento con que están fomentando el debate. No estoy de acuerdo con muchas de sus opiniones -y desde luego no merecen que se les identifique con los vocingleros que les jalean- pero hacen muy bien en defender sus posturas, y en plantear una discusión pública sobre asuntos que no les afectan sólo a ellos, sino a la sociedad entera. También a usted, lector, aunque no tenga hijos en edad escolar.

Uno de los objetivos de la nueva asignatura es enseñar a nuestros jóvenes a desarrollar un pensamiento crítico y a saber argumentar sobre temas éticos. Es importante fomentar esas competencias porque el nivel ético real de una sociedad depende de los valores morales con los que rija su comportamiento. Tiene que elegir entre honradez y corrupción, por ejemplo. Cuando los filósofos políticos norteamericanos insisten en que la salud de la democracia se basa en la virtud de los ciudadanos, merecen ser tenidos en cuenta.

En este momento vivimos en un relativismo tolerante y políticamente correcto, que no necesita justificar sus conductas o evaluaciones. Es fácil comprender tal actitud. Los crímenes llevados a cabo en nombre de certezas absolutas han recomendado un pensamiento débil. Los hombres con firmes principios resultan sospechosos. El hedonismo consumista es menos peligroso que el fanatismo integrista. Pero pensar que no necesitamos la afirmación de valores éticos universales es un error. Sus efectos no se notan mucho porque vivimos en una sociedad democrática profundamente penetrada de valores éticos -desde el sistema jurídico al sistema de seguridad social- que suple, oculta, o reprime las carencias éticas individuales. En una palabra, que nos protege. El Código Penal ha venido a llenar un vacío ético, y cunde la idea de que son aceptables todos los comportamientos que no sean delictivos. Pero esto es un disparate.

Hay actos indecentes, deshonestos, inmorales, que no son delitos. Pertenecen al ámbito ético. Por ejemplo, una persona puede comportarse con su familia de una manera áspera, cruel, despreciativa, sin ser por ello un delincuente. Sin embargo, su conducta es inmoral. Tomar drogas no es un delito, pero es un comportamiento éticamente indeseable. La infidelidad puede no ser un crimen pero es una deshonestidad. Reducir la normativa al derecho y a sus sistemas coactivos supone endurecer la convivencia y debilitar la autonomía moral. Además, anima a dar un paso más y afirmar que sólo es malo el delito descubierto, no el que permanece oculto. El miedo al castigo se convierte así en el único criterio.

Creo que existen unos principios éticos universales, y que la Declaración de los Derechos Humanos los recoge. Pero estos principios y su interpretación deben ser justificados por un uso público de la razón, igual que los principios científicos, aunque su índole sea diferente. Por eso necesitamos el debate. Lo enseñamos en la escuela y debemos practicarlo en la calle. La razón individual puede «muy racionalmente» justificar el egoísmo. O equivocarse de cualquier manera. «En mi soledad -decía Antonio Machado- he visto cosas muy claras, que no son verdad». Sin embargo, cuando esa razón tiene que contender con otra razón, una inteligencia argumentar con otra inteligencia, un interés contra otro interés, la razón ética, que es una inteligencia compartida, va adquiriendo fortaleza, va corroborando sus valores y logros.

Por eso animo al debate. Como una lección práctica de Educación para la Ciudadanía. Comencemos por uno de los puntos en cuestión. ¿Tiene el Estado derecho a imponer una ideología moral? No, los estados confesionales siempre son nefastos. La historia de los totalitarismos del siglo pasado, incluido el franquista, demuestra que hay que andarse con cuidado con los poderes conferidos al Estado. Mi generación tuvo que aprender que «España tiene voluntad de Imperio» y afirmar que «la plenitud histórica de España es el Imperio», y que «el mejor destino de las urnas es ser rotas», y repetir insultos contra el régimen de partidos, y abominar de los Borbones, y también recibió una educación religiosa obligatoria. Afortunadamente, los efectos del adoctrinamiento suelen esfumarse en cuanto desaparece el sistema político en que se apoya.

Así pues, es evidente que las decisiones del Estado deben someterse a una escrupulosa vigilancia, para que podamos sentirnos a salvo. Ésta es una de las funciones de la democracia y uno de los ingredientes básicos de la educación ciudadana. Todos los poderes conferidos al Estado deben legitimarse y limitarse. Sin embargo, reconocemos al Estado competencias educativas. Nos parece aceptable que seleccione los contenidos de la enseñanza, siempre que tengan un valor objetivo y universal. Nadie protesta porque se estudien matemáticas o física. La polémica surge cuando los contenidos se consideran subjetivos o partidistas. Por lo tanto, lo decisivo es saber si la ética es un saber universal o sectario. ¿Hay un conjunto de principios éticos universalmente válidos? Si no lo hay, la ética debe eliminarse de la escuela; si lo hay, debe incluirse en los programas educativos.

¿Y quien debe educar? Existe, reconocido por la Constitución y los Derechos Humanos, el derecho de los padres a educar a sus hijos, pero más fundamental aún es el derecho de los niños a ser bien educados. Hablar del «derecho a educar» -sea por parte de los padres, las iglesias, el estado o quien sea- es presuntuoso, implica una patrimonialización de los niños. El derecho fundamental es el de los niños a ser bien educados. Y ese derecho impone a los padres, al Estado, a la sociedad entera, el deber de educar bien. Y si hay una ética universal, unos valores y normas esenciales a nuestra convivencia justa, debe formar parte de esa educación, en la que todos tenemos el deber de colaborar.

Este es un problema de extraordinaria relevancia, que afecta a las relaciones entre el Estado y los ciudadanos, entre la cultura religiosa y la cultura laica, y también al entendimiento entre las distintas religiones. Cuando se impuso la paz en una Europa desangrada por las guerras de religión, se hizo en nombre de un principio ético de respeto a las creencias personales, que no había existido hasta entonces. En la Suma Teológica de Tomás de Aquino, espléndida muestra de talento filosófico, se distingue con precisión entre la «teología moral» y la «moral filosófica». Se diferencian en su fuente de legitimidad: la revelación, en el caso de la teología; la razón, en el caso de la filosofía. Y el santo dominico dice que ambas son legítimas y autónomas, y que, de hecho, la teología moral debe utilizar en sus argumentos las conclusiones de la moral filosófica.

De la misma manera que la gracia no anula la naturaleza, sino que la perfecciona, así la teología moral no anula la moral natural sino que, a su juicio, la perfecciona también. Las religiones, por lo tanto, no tienen nada que temer de la ética. Al contrario, los derechos humanos son grandes defensores de la religión, puesto que reconocen el derecho a la libertad religiosa, de conciencia o de culto. Pero, en dirección contraria, la visión laica de la vida no debe mirar con desdén a la religión, pues eso es despreciar un derecho fundamental de los individuos, sino señalar los límites de la teología moral en el ámbito de los valores universales. Algunas proclamas laicistas considerando esta asignatura como un triunfo sobre la religión no eran pertinentes porque no estaban justificadas.

La religión cristiana ha colaborado al perfeccionamiento de la experiencia ética de la Humanidad. Sin duda alguna, ha cometido muchos errores, y algunas de sus posturas morales reclaman un cambio urgente, pero sería ridículo tirar al niño con el agua sucia. El genial Bergson, en Las dos fuentes de la moral y de la religión explicó la beneficiosa influencia que han ejercido las grandes personalidades religiosas. Tienen la capacidad de presentar valores nuevos que satisfacen grandes expectativas del ser humano. No me extraña que Mircea Eliade, un agnóstico especialista en historia de las religiones, dijera que el estudio de las religiones era una experiencia transformadora. El contacto con la experiencia religiosa profunda lo es.

Pero no hay que confundir a Mahoma con la guerra santa, a Jesús de Nazaret con la condena de la homosexualidad, o la compasión de Buda con la protección de la mosca tsé-tsé.

Sigamos con las lecciones prácticas. Otro de los temas que hemos de enseñar en Educación para la Ciudadanía es la objeción de conciencia. ¿Dónde se va a enseñar, si no? Se trata de una muestra de respeto del sistema democrático hacia la conciencia privada. Permite, nada menos, que desobedecer una ley por motivos religiosos o morales. Pero este espléndido derecho no es absoluto, porque entonces entraría en quiebra toda seguridad jurídica, sino que tiene que ser rigurosa y racionalmente justificado en cada caso. En este momento se está animando a la objeción de conciencia hacia la nueva asignatura. Estamos aquí, también, ante una lección práctica de ciudadanía. ¿Cómo se debe justificar una objeción de conciencia? ¿Hay razones en este caso para ejercerla?

Es probable que este asunto aburra a mucha gente. Los debates éticos interesan muy poco, porque parece que en ellos no se progresa nunca, y eso produce un descrédito de la razón y un escepticismo generalizado. Seguimos repitiendo rutinariamente razonamientos momificados, cuando en realidad de lo que se trata es de saber cómo orientarnos bien en un mundo contradictorio y complejo.. Aunque la Educación para la Ciudadanía sólo sirviera para haber planteado apasionadamente en el ámbito público un debate sobre los fundamentos éticos de nuestro convivir, ya habría justificado su existencia.

José Antonio Marina es catedrático de Ética, filósofo y escritor. Su última obra es

Por qué soy cristiano

(Anagrama).


Unidad de los demócratas, pero sin Zapatero



CANELA FINA

Unidad de los demócratas, pero sin Zapatero

LUIS MARIA ANSON

Lo escribí hace tres años en una canela fina. «Todos los datos que llegan a la mesa de mi despacho y a mi teléfono significan la rendición de Zapatero ante Eta y los independentistas catalanes. Se acabaron las contemplaciones. Hasta ahora me he referido siempre al presidente, por el que siento estima personal, con la consideración que, desde la discrepancia, merece el cargo que ocupa. Desde hoy, no. Se terminó la presunción de inocencia. Se terminaron las contemplaciones».

Zapatero aceptó que el Gobierno y Eta mantuvieran una relación de tú a tú. Internacionalizó el conflicto. Dio el visto bueno a reuniones en un país extranjero entre el Gobierno de España y Eta-Batasuna, con observadores internacionales y actas de copia única, custodiadas al parecer en Suiza. Por pura intuición escribí reiteradamente en esta misma página, tras el atentado de Barajas, que Zapatero seguiría deslizándose por el tobogán de las concesiones, porque estaba aterrado de que la banda hiciera públicos los compromisos contraídos.

Ahora sabemos ya con precisión que el alto el fuego vino precedido de un acuerdo Gobierno-Eta en el que se satisfacían, al menos en parte considerable, las exigencias etarras de la alternativa Kas: autodeterminación, anexión de Navarra, indultos a los presos, liquidación de la ley de Partidos, autorización de funcionamiento a Batasuna, internacionalización de la relación con Eta llevándola al Parlamento europeo, disminución de la actividad policial y un largo etcétera.

Lo que no sabíamos es que el presidente llegó a la ignonimia de pactar con la banda terrorista el texto del discurso que pronunció en el Congreso de los Diputados ante los representantes del pueblo, reconociendo expresamente contra la Constitución el derecho a decidir de los vascos, es decir la autodeterminación, al margen de la voluntad general de todos los españoles. Tampoco sabíamos que en la negociación política Gobierno-Eta se pactó que, si se producía algún atentado durante el alto el fuego, se considerara como un accidente y prosiguieran sin más problemas los contactos. Cuando en varias ocasiones, Zapatero se refirió a los atentados de Eta en general y a la atrocidad de Barajas en particular como «accidentes», todos aceptamos que se trataba de un «lapsus». Pues no, el presidente decía, sumiso, lo que había pactado con Eta. En un artículo caviable «Querían paz, tuvieron indignidad», Pedro G. Cuartango, tras una aleccionadora comparación entre Zapatero-Eta y Chamberlain-Hitler, concluye con la frase célebre de Churchill: «Os han dado a elegir entre la indignidad y la guerra. Habéis elegido la indignidad, pero tendréis también la guerra».

Y bien. Ya sabemos que los textos del alto el fuego y del discurso presidencial se acordaron tras largas negociaciones entre el Gobierno y Eta y que existen actas de esas reuniones. Conocemos, porque la realidad así lo fue demostrando, los compromisos zapatéticos con la banda terrorista. No sabemos si la ruptura de la tregua no ha sido también pactada para facilitar la victoria de Zapatero en las generales tras el descalabro de las municipales. Yo no lo creo, pero analistas muy sagaces, sí.

Y queremos saber. Queremos conocer una a una esas actas de la negociación política entre el Gobierno de España y la banda terrorista Eta. Queremos leer el texto íntegro de cada una de esas actas y saber si hubo además acuerdos subterráneos en los pasillos. Queremos información completa y sin tapujos. Son muchos los dirigentes del PSOE que consideran deber de un partido democrático hacer público todo lo ocurrido para que la opinión ciudadana disponga de una versión correcta y no sólo la de Gara que puede estar, al menos en parte, manipulada.

Estoy de acuerdo, en fin, con Zapatero: la unidad de los demócratas, para combatir a Eta, es imprescindible. Pero sin Zapatero. No vaya a ser que el presidente haya pactado también con Eta, engañar al PP y que se sume al pacto de unidad de los demócratas, para facilitar el trato.

Luis María Anson es miembro de la Real Academia Española

miércoles, junio 20, 2007

LA AVT PIDE A LA GENERALIDAD DE CATALUÑA, AL GOBIERNO VASCO Y A ALGUNOS COLECTIVOS QUE DEJEN DE UTILIZAR A LAS VÍCTIMAS PARA LAVAR SU MACABRO PASADO






LA AVT PIDE A LA GENERALIDAD DE CATALUÑA, AL GOBIERNO VASCO Y A ALGUNOS COLECTIVOS QUE DEJEN DE UTILIZAR A LAS VÍCTIMAS PARA LAVAR SU MACABRO PASADO

 

Madrid, 19 de junio de 2007.- Ante la cantidad de mentiras y falsedades que algunas personas han dicho en las últimas horas, la Asociación Víctimas del Terrorismo quiere decir lo siguiente:

 

La AVT no participa hoy en el acto organizado por la Generalidad de Cataluña, con motivo del 20 aniversario de la masacre en el Hipercor de Barcelona, porque le parece vergonzosa la incoherencia de los organizadores. Después de negociar con los terroristas pretenden homenajear a las víctimas sin haber pedido perdón. Además, no han invitado a nuestra asociación y no son capaces de reconocer este grave error porque no pueden mostrar ningún documento que así lo acredite. Son ellos los que, con sus actuaciones en los últimos tiempos, han excluido a la mayoría de las víctimas del terrorismo y a nuestra asociación. El vicepresidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), Roberto Manrique, debería rectificar después de asegurar hoy que la AVT ha sido invitada al acto de esta tarde.

 

Durante todos estos años la AVT ha organizado multitud de actos a los que no han asistido los que ahora mienten y atacan a nuestra asociación. La Generalidad de Cataluña, el Gobierno Vasco y los colectivos que les hacen el juego no han apoyado a las víctimas del terrorismo porque era incompatible con su benevolencia hacia los terroristas. ¿Dónde estaban todas estas instituciones y personas cuando la AVT pedía incansablemente que el asesino De Juana volviera a la cárcel? ¿Dónde estaban cada vez que las víctimas, apoyados por millones de españoles, han protestado por las macabras injusticias que está provocando el proceso de rendición ante ETA?

 

La AVT nunca ha atacado ni ha echado en cara nada a aquellos colectivos de víctimas, muy minoritarios, que han emprendido otro camino. La AVT les ha respetado aunque no compartiera su forma de reclamar la memoria, la dignidad y la justicia que se merecen las víctimas. Pero hoy hay que decir que es absolutamente inmoral que pretendan utilizar y engañar a las víctimas para lograr réditos personales. Es una vergüenza que un representante de la ACVOT diga, por ejemplo, que el presidente de la AVT no es víctima del terrorismo. Esa es la impiedad, la maldad, de quienes niegan la condición de víctima de Francisco José Alcaraz, que conoce el dolor inefable de enterrar a un hermano y dos sobrinas asesinados por ETA en el atentado del cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Es triste decirlo, pero el señor Manrique sólo es conocido por atacar a las víctimas y por jactarse de lograr reuniones con Juan José Ibarretxe o Carod Rovira, dirigentes políticos que se han sentado con Batasuna-ETA y el asesino Josu Ternera.

 

Por último, la AVT quiere dejar claro que la Rebelión Cívica que comenzó hace tres años va a continuar. Esta rebelión es imparable porque las víctimas no se van a rendir nunca y, además, cuentan con el apoya de la mayoría de los españoles. Las personas, colectivos, instituciones, partidos políticos y medios de comunicación que, desde la sinrazón y la inmoralidad, siguen atacando a las víctimas y apoyan el proceso de rendición nunca van a lograr sus objetivos.


 

lunes, junio 04, 2007

RCTV TRANSMITE EN LA RED




El observador de RCTV continúa en la cobertura noticiosa en defensa de la libertad de expresión pese a las limitaciones impuestas tras el despojo que sufrió nuestro canal a manos del estado al privarnos de estaciones y transmisores.
Debido a lo antes expuesto nos hemos visto en la obligación de buscar medios alternativos para poder informar al mundo.
Puedes ver las emisiones de El Observador en línea a través del siguiente enlace:
También pueden acceder a las noticias por las siguientes páginas:

y
El Observador más vivo que nunca en defensa de la libertad de expresión !




sábado, junio 02, 2007

Carta enviada por el cura de Mendavia al Diario de Navarra, tras recibir una carta de los proetarras



A quien concierna

He recibido una carta sin remite y sin firma, a la que contesto públicamente, con la esperanza de que sea leída por los interesados.

Mi primera impresión fue de sorpresa. Pero después de releerla detenidamente no dudé en pensar que lo que tenía en mis manos era un panfleto del más rancio corte estalinista. Esto se desprende ya desde el primer párrafo que dice literalmente: «Nos dirigimos a Vd. porque venimos constatando su inhibición y escaso interés en la defensa de la Iglesia Vasca». ¿Desde cuándo existe la «iglesia vasca»? ¿Quién es el fundador de tal iglesia? ¿Quiénes son sus autoridades? ¿En qué lugar de Euskal Herría residen?... No alarguemos inútilmente este interrogatorio. Yo he sido bautizado en la Iglesia Católica, que tiene su origen y fundamento en Jesucristo. Mi Obispo y el Papa son mis autoridades. Y todos mis esfuerzos están orientados en esa dirección. Por otra parte, ¿quiénes son Uds. para pretender «obligarme a trabajar más activamente por una Euskal Herría libre, soberana e independiente», como afirman en su carta? Desde mi infancia aprendí que mi patria es España. En ella he crecido, en ella vivo y en ella espero morir, si Dios quiere. No estoy, en absoluto, por la labor de establecer nuevas fronteras, sino más bien por derribar muros y mugas que nos separen.

Tienen la desfachatez de señalarme algunas tareas, como por ejemplo: «poner nombres vascos a los que se bautizan». Señores míos, ¿de verdad que hablan en serio? ¿Estarían dispuestos a aceptar que el cura pusiera los nombres a sus hijos? No me lo puedo creer. Para darle consistencia a tan absurda proposición citan «el comportamiento ejemplar de muchos curas patriotas». Yo pensaba que este lenguaje obsoleto y arcaico, y este afán por promover «iglesias patriotas», sólo se daba en la extinta Unión Soviética y en los países de su órbita comunista, sin excluir la China de Mao Tse-Tung. Esto me suena a manual de Marxismo-Leninismo para principiantes.

Finalmente, su atrevimiento llega hasta «pedirme, también, el voto para H.B. ¡Qué más da cómo nos llamen los fascistas…!» Pues va a ser que no. Sería lo último que se me pudiera ocurrir. ¿Cómo voy a votar por quienes no son capaces de condenar la violencia que asesina indiscriminadamente, y no sienten ningún escrúpulo al profanar los humildes monumentos que el pueblo erige en recuerdo de las víctimas del terrorismo, como acaba de suceder en Berriozar con el monumento a Francisco Casanova, a quien me correspondió enterrar? Es como volver a asesinarlo de nuevo. De verdad que no me resulta ilusionante colaborar con sujetos de semejante catadura moral.


Domingo Urtasun, párroco de Mendavia


domingo, mayo 06, 2007

¡ Qué lección los franceses ! ¡Qué envidia dan !





Discurso de Bercy, 29 de abril de 2007

«El pensamiento único, que es el pensamiento de quienes lo saben todo, de quienes se creen no sólo intelectualmente sino también moralmente por encima de los demás, ese pensamiento único había denegado a la política la capacidad para expresar una voluntad. Había condenado la política. Había profetizado su caída imparable frente a los mercados, las multinacionales, los sindicatos, Internet. Se sostenía que en el mundo tal cual es hoy, con sus informaciones que se difunde instantáneamente, sus capitales que se desplazan cada vez más rápido y sus fronteras ampliamente abiertas, la política ya no jugaría más que un papel anecdótico y que ya no podría expresar una voluntad, porque el poder pronto estaría compartido, diluido, disperso en red; porque las fronteras estarían totalmente abiertas y los hombres, los capitales y las mercancías circularían sin obedecer a nadie. Pero la política retorna. Retorna por todas partes en el mundo. La caída del Muro de Berlín pareció anunciar el fin de la Historia y la disolución de la política en el mercado. Dieciocho años después, todo el mundo sabe que la Historia no ha terminado, que siempre es trágica y que la política no puede desaparecer porque los hombres de hoy sienten una necesidad de política, un deseo de política como rara vez se había visto desde el fin de la segunda guerra mundial.

Necesidad de nación


La necesidad de política tiene por corolario la necesidad de nación. La nación también había sido condenada. Pero aquí está de nuevo, para responder a la necesidad de identidad frente a la mundialización, vivida como una empresa de uniformización y mercantilización del mundo en la que ya no quedaría lugar para la cultura y para los valores del espíritu. Quizá la inquietud es excesiva, pero es bien real y expresa una necesidad de identidad muy fuerte. Por todas partes la he encontrado en esta campaña; en todas partes me han hablado de ella gentes de toda condición. Pero la nación no es sólo la identidad. Es también la capacidad de estar juntos para protegerse y para actuar. Es el sentimiento de que no se está solo para afrontar un futuro angustioso y un mundo amenazante. Es el sentimiento de que, juntos, se es más fuerte, y podremos hacer frente a lo que, solos, no podríamos afrontar.

Yo he querido volver a poner la voluntad política y Francia en el corazón del debate político. La voluntad política y la nación están siempre para lo mejor y para lo peor. El pueblo que se moviliza, que se convierte en una fuerza colectiva, es una potencia temible que puede actuar tanto para lo mejor como para lo peor. Hagamos las cosas de manera que sea para lo mejor. Conjuraremos lo peor respetando a los franceses, manteniendo nuestros compromisos, respetando la palabra dada. Conjuraremos lo peor haciendo que la moral retorne a la política.


Contra los herederos de Mayo del 68

No me da miedo la palabra “moral”. Desde mayo de 1968 no se podía hablar de moral. Era una palabra que había desaparecido del vocabulario político. Hoy, por primera vez en decenios, la moral ha estado en el corazón de la campaña presidencial. Mayo del 68 nos había impuesto el relativismo intelectual y moral. Los herederos del 68 habían impuesto la idea de que todo vale, de que no hay ninguna diferencia entre el bien y el mal, entre lo verdadero y lo falso, entre lo bello y lo feo. Habían querido hacernos creer que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos alumnos, que no había diferencias de valor y de mérito. Habían querido hacernos creer que la víctima cuenta menos que el delincuente, y que no puede existir ninguna jerarquía de valores. Habían proclamado que todo está permitido, que la autoridad había terminado, que las buenas maneras habían terminado, que el respeto había terminado, que ya no había nada que fuera grande, nada que fuera sagrado, nada admirable, y tampoco ya ninguna regla, ninguna norma, nada que estuviera prohibido.


Recordad el eslogan de Mayo del 68 en las paredes de la Sorbona: “Vivir sin obligaciones y gozar sin trabas”. Así la herencia de Mayo del 68 ha liquidado a la escuela de Jules Ferry en la izquierda francesa, que era una escuela de la excelencia, del mérito, del respeto, del civismo; una escuela que quería ayudar a los niños a convertirse en adultos y no a seguir siendo niños grandes, una escuela que quería instruir y no infantilizar, porque había sido construida por grandes republicanos que tenían la convicción de que el ignorante no es libre. Pero la herencia de Mayo del 68 ha liquidado esa escuela que transmitía una cultura común y una moral compartida, cultura y moral gracias a las que todos los franceses podían hablarse, comprenderse, vivir juntos. La herencia de Mayo del 68 ha introducido el cinismo en la sociedad y en la política. Han sido precisamente los valores de Mayo del 68 los que han promovido la deriva del capitalismo financiero, el culto del dinero-rey, del beneficio a corto plazo, de la especulación. El cuestionamiento de todas las referencias éticas y de todos los valores morales ha contribuido a debilitar la moral del capitalismo, ha preparado el terreno para el capitalismo sin escrúpulos y sin ética, para esas indemnizaciones millonarias de los grandes directivos, esos retiros blindados, esos abusos de ciertos empresarios, el triunfo del depredador sobre el emprendedor, del especulador sobre el trabajador.

La izquierda hipócrita

Los herederos de Mayo del 68 han degradado el nivel moral de la política. Todos esos políticos que reivindican la herencia de Mayo del 68, dan al prójimo lecciones que jamás se aplican a sí mismos, quieren imponer a los demás comportamientos, reglas, sacrificios que jamás se imponen a sí mismos. Proclaman: “Haced lo que yo digo, no hagáis lo que yo hago”. Ésa es la izquierda heredera de Mayo del 68, la que está en la política, en los medios de comunicación, en la administración, en la economía. La izquierda que le ha tomado gusto al poder, a los Privilegios. La izquierda que no ama a la nación porque no quiere compartir nada. Que no ama a la República porque no ama la igualdad. Que pretende defender los servicios públicos, pero que jamás veréis en un transporte colectivo. Que ama tanto la escuela pública, que a sus hijos los lleva a colegios privados. Que dice adorar la periferia, pero que se cuida muy mucho de vivir en ella. Que siempre encuentra excusas para los violentos, a condición de que se queden en esos barrios a los que ella, la izquierda, no va jamás. Esa izquierda que hace grandes discursos sobre el interés general, pero que se encierra en el clientelismo y el corporativismo. Que firma peticiones y manifiestos cuando se expulsa a algún “okupa”, pero que no aceptaría que se instalaran en su casa. Que dedica su tiempo a hacer moral para los demás, sin ser capaz de aplicársela a sí misma. Esa izquierda, en fin, que entre Jules Ferry y Mayo del 68 ha elegido Mayo del 68, es la que condena a Francia a un inmovilismo cuyas principales víctimas serán los trabajadores, los más modestos, los más pobres.  

Ésa es la izquierda que desde Mayo del 68 ha renunciado al mérito y al esfuerzo, que ha dejado de hablar a los trabajadores, de sentirse concernida por la suerte de los trabajadores, de amar a los trabajadores; porque el valor trabajo ya no forma parte de sus valores, porque su ideología ya no es la de Jaurès o la de Blum, que respetaban a los trabajadores, sino que ahora la ideología de la izquierda es la del reparto obligatorio del trabajo, la de las 35 horas, la del asistencialismo. La crisis del trabajo es ante todo una crisis moral, y en ella la herencia de Mayo del 68 tiene una enorme responsabilidad. Yo quiero rehabilitar el trabajo, quiero devolver al trabajador el primer lugar en la sociedad.


Liquidar la herencia de Mayo del 68

La herencia de Mayo del 68 ha debilitado la autoridad del Estado. Esos herederos de los que en Mayo del 68 gritaban “CRS = SS”, toman sistemáticamente partido por los violentos, los alborotadores y los estafadores contra la policía. Lo hemos visto tras los incidentes de la Estación del Norte. En lugar de condenar a los violentos y de apoyar a las fuerzas del orden y su difícil trabajo, no se les ha ocurrido nada mejor que esta frase, que merecería ser inscrita en los anales de la República: “Es inquietante constatar que se ha abierto una fosa entre la policía y la juventud”. Como si los vándalos de la Estación del Norte representaran a toda la juventud francesa. Como si fuera la policía la que estaba actuando mal, y no los violentos. Como si los violentos hubieran destrozado todo y saqueado los comercios para expresar una revuelta contra una injusticia. Como si el hecho de ser jóvenes lo excusara todo. Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente siempre inocente. Ésos son los herederos de Mayo del 68, que denigran la identidad nacional, que atizan el odio a la familia, a la sociedad, al Estado, a la nación, a la República.

En estas elecciones se trata de saber si la herencia de Mayo del 68 debe ser perpetuada o si puede ser liquidada de una vez por todas. Yo quiero pasar la página de Mayo del 68. Pero tiene que ser más que un gesto. No hay que contentarse con poner banderas en los balcones el 14 de julio y cantar la Marsellesa en vez de la Internacional en los mítines del Partido Socialista. No se puede decir que se desea el orden y tomar sistemáticamente partido contra la policía. No es posible seguir denunciando la “provocación” y el “Estado policial” cada vez que la policía intenta hacer respetar la ley. No se puede decir que uno apuesta por el valor del trabajo y, al mismo tiempo, generalizar las 35 horas, seguir cargándolo con impuestos y estimular la mentalidad del asistido, del que cobra del Estado para no trabajar. No se puede decir que se desea obstaculizar las deslocalizaciones y al mismo tiempo rechazar cualquier experimentación del IVA social, que permite financiar la protección social con las importaciones. No es posible proclamar grandes principios y negarse a inscribirlos en la realidad. Yo propongo a los franceses romper realmente con el espíritu, con los comportamientos, con las ideas de Mayo del 68, con el cinismo de Mayo del 68. Propongo a los franceses devolver a la política la moral, la autoridad, el trabajo, la nación. Les propongo reconstruir un Estado que haga realmente su trabajo y que, en consecuencia, domine las feudalidades, los corporativismos y los intereses particulares. Les propongo rehacer una República una e indivisible contra todos los comunitarismos y todos los separatismos. Les propongo reedificar una nación que de nuevo esté orgullosa de sí misma.

Ciudadanía de deberes

Al poner sistemáticamente los derechos por encima de los deberes, los herederos de Mayo del 68 han debilitado la idea de ciudadanía. Al denigrar la ley, el Estado y la nación, los herederos de Mayo del 68 han favorecido el crecimiento del individualismo. Han incitado a cada cual a no pensar más que en sí mismo y a no sentirse concernido por los problemas del prójimo. Yo creo en la libertad individual, pero quiero compensar el individualismo con el civismo, con una ciudadanía hecha de derechos pero también de deberes. Quiero derechos nuevos, derechos reales y no virtuales. Quiero un derecho real a un techo, al alojamiento. Un derecho real al cuidado de los hijos, a la escolarización de niños con minusvalías, a la dependencia para los mayores. Quiero el derecho a un contrato de formación para los jóvenes de más de 18 años, y a la formación a lo lago de toda la vida. Quiero el derecho a la caución pública para aquellos que no tienen padres, para los que no tienen relaciones, para los enfermos a los que no se les quiere prestar porque se considera que representan un riesgo demasiado elevado. Quiero el derecho a un contrato de transición profesional para los que están en paro.

Pero quiero que estos derechos estén equilibrados con los deberes. La ideología de Mayo del 68 habrá muerto cuando la sociedad se atreva a recordar a cada cual sus deberes, cuando en la política francesa se ose proclamar que, en la República, los deberes son la contrapartida de los derechos. Ese día al fin se habrá realizado la gran reforma moral e intelectual que Francia necesita una vez más. Entonces podremos reconstruir sobre cimientos renovados esa República fraternal que es el sueño siempre inacabado, nunca realizado de Francia desde el primer día en que tuvo conciencia de su existencia como nación. Porque Francia no es una raza, no es una etnia, ni sólo un territorio; Francia es un ideal incansablemente perseguido por un gran pueblo que, desde su primer día, cree en la fuerza de las ideas, en su capacidad para transformar el mundo y hacer la felicidad de la humanidad.

Quiero decírselo a los franceses: el pleno empleo, el crecimiento, el aumento del poder adquisitivo, la revalorización del trabajo, la moralización del capitalismo, todo eso es necesario y es posible. Pero eso no son más que medios que deben ser puestos al servicio de una cierta idea del hombre, de un ideal de sociedad donde cada cual pueda encontrar su lugar, donde la dignidad de todos y cada uno sea reconocida y respetada.»  



Ver el discuso completo aquí (en francés):
www.u-m-p.org/site/index.php/ump/s_informer/discours/nicolas_sarkozy_a_bercy

sábado, mayo 05, 2007

¿NO CREÉIS QUE YA HA LLEGADO LA HORA? - Carta de Rosa Díez

Me dirijo a mis compañeros y compañeras del Partido Socialista; a todos
los cargos públicos, dirigentes provinciales o regionales, miembros del
Congreso o del Senado, Alcaldes, "barones" o "ex-barones" que dicen
estar esperando la hora"; me dirijo también a aquellos de los que se
dice están esperando su hora".

Me dirijo a todos mis compañeros que en privado dicen no poder aguantar
más esta situación; me dirijo a todos aquellos que me llaman o me
escriben para darme ánimos; que me dicen que ellos no se atreven a
hablar, que temen el vacío interno, que temen que les acusen del "ser
del PP", que temen hacerle daño electoral al PSOE.., pero que están de
acuerdo conmigo; o que no están totalmente de acuerdo conmigo, pero que
están completamente en contra y asustados por la deriva que lleva la
política dirigida por José Luis Rodríguez Zapatero.

Me dirijo a todos aquellos que, con muchas dudas, le dieron una
oportunidad al Gobierno cuando decidió romper el Pacto por las
Libertades y contra el Terrorismo para iniciar un proceso de diálogo con
ETA apoyándose para ello en las fuerzas nacionalistas y en Izquierda Unida.

Me dirijo a todos aquellos que una vez fracasada esa opción dicen por
activa y por pasiva, siempre en privado o en semi-público, que hay que
desandar el camino, que hay que rectificar, que hay que volver al plan
B, que el plan B no puede ser otro que recuperar la política de firmeza
contra ETA y volver a revitalizar el Pacto con el Partido Popular.

Me dirijo a todos aquellos que desde dentro de las filas del Partido
Socialista se sintieron abrumados cuando el Gobierno decidió ceder al
chantaje de Ignacio de Juana Chaos; me dirijo a todos aquellos que se
sintieron abochornados, aunque callaron, cuando el Gobierno empezó a dar
explicaciones contradictorias y titubeantes para enmascarar la cesión.

Me dirijo a todos aquellos militantes socialistas que se sintieron
humillados cuando la Fiscalía retiró la acusación contra Otegi,
permitiéndole volver a su casa después de haber sido conducido ante el
Tribunal de la Audiencia Nacional en un avión de las Fuerzas Armadas.

Me dirijo a todos aquellos militantes socialistas que han sentido
vergüenza ajena cuando han sabido que el terrorista de Juana Chaos sale
del hospital con su novia, pasea, va al homeópata, va de compras, pasea
sin esposas por el recinto hospitalario. A todos aquellos que han
escuchado estupefactos al Ministro de Justicia explicar que es bueno que
el terrorista ingresado en un hospital "salga a curarse".

Me dirijo a todos aquellos militantes y dirigentes socialistas que
siempre se sintieron orgullosos de lo que supuso la Transición Española;
me dirijo a todos aquellos socialistas que no quieren mirar hacia atrás,
a todos aquellos que defienden que el Partido Socialista ha de seguir
siendo un partido que vertebra España, un partido nacional, que no
renuncie a serlo, que no se conforme –como ahora– con ser un partido que
consigue mayorías sumando con los nacionalistas y con los partidos
marginales.

Me dirijo a todos los militantes socialistas que quieren que el modelo
de Estado no dependa de los votos de quienes nunca creyeron en la Nación
española, de quienes aspiran a constituir una nación independiente, de
quienes mercadean con sus votos para vaciar de competencias al Estado
Español y convertirlo en algo residual.

Me dirijo a todos los socialistas que saben que por ese camino
emprendido llegaremos a un Estado inviable, en el que la desigualdad de
derechos entre españoles hará estallar el sistema.

Me dirijo a todos los militantes y dirigentes socialistas que observan
con preocupación y estupor toda esta ceremonia de confusión alrededor de
las candidaturas de ETA a las elecciones locales y forales del País
Vasco y Navarra.

Me dirijo a todos aquellos que no quieren pensar, que prefieren quedarse
con el "mantra" repetido por el Gobierno y por el PSOE de que "se
cumplirá la ley"; pero que no pueden evitar comprobar que se repite la
historia de las elecciones al Parlamento Vasco, cuando surgió la
candidatura del partido Comunista de las Tierras Vascas y el Gobierno la
dejó pasar.

Me dirijo a los socialistas que preferirían engañarse, que preferirían
pensar que es verdad que el Gobierno va a hacer cumplir la ley, que
preferirían, incluso, pensar que no pasa nada porque ETA vuelva a las
instituciones, disfrazada ahora de ANV. Me dirijo a los que se sienten
incómodos cuando se les interpela con esta realidad, a los que tienen
conciencia, a los que mirarían para otra parte para no tener que
pronunciarse, pero temen no poder hacerlo si les llega nuestra voz.

A todos ellos les pregunto que si no creen que ya ha llegado la hora de
hablar. A todos ellos les digo que tienen responsabilidad en lo que está
pasando. ¿A qué esperáis? ¿Sois conscientes de que han detenido a un
terrorista, miembro del Comando Donosti, que estaba a sueldo del Partido
Comunista de las Tierras Vascas? ¿Sois conscientes de que el Fiscal
General del Estado se ha negado a iniciar un proceso de ilegalización de
ese partido que subvenciona a los terroristas? ¿Sois conscientes de que
el PSOE y el Gobierno han rechazado en el Congreso de los Diputados
iniciar el proceso de ilegalización? ¿Sois conscientes de que quienes
han permitido que se le presta apoyo logístico y económico serían
responsables políticos si ese terrorista detenido por la Guardia Civil
hubiera cumplido con su objetivo criminal? ¿Sois conscientes de que
quienes calláis sois cómplices de aquellos que no cumplen con su deber
de proteger a los ciudadanos?

A todos os quiero decir que lo que se está preparando es lo más grave de
toda nuestra reciente historia democrática. A todos os digo que lo vais
a tener muy complicado para mirar para otra parte. A todos os digo que
vamos a hacer lo posible para que no podáis lavar vuestra conciencia.
Porque si ETA vuelve a las instituciones, vestida de los que sea, será
porque el gobierno se lo ha permitido. Si el Gobierno permite que las
candidaturas de ANV, trufadas de Batasuna, continuadoras de Batasuna,
sustitutas de ETA, se cuelen en los ayuntamientos y diputaciones vascos
y navarros, el gobierno estará consintiendo que ETA obtenga subvención,
infraestructura y logística para preparar con mayor comodidad sus
crímenes. Es así de duro y así de claro. Desde los ayuntamientos y desde
el Parlamento Vasco ETA preparó en el pasado sus crímenes; desde los
ayuntamientos vascos –como se ha sabido después, una vez detenidos
algunos de los terroristas que ejercían como concejales– daban
información de las horas y las rutas utilizadas por concejales
socialistas y populares. Desde los ayuntamientos vascos, con dinero
público, organizaron la persecución y el asesinato de algunos de
nuestros compañeros. ¿Vais a seguir callando si esto ocurre? ¿No vais a
hablar para evitar que ocurra? ¿Vais a esperar a que haya un nuevo
atentado, a que declare en la Audiencia Nacional el criminal, a que
explique cómo seguía a su víctima desde el cómodo cargo de concejal?
¿Podréis seguir durmiendo bien por las noches? Yo creo que ya ha llegado
la hora de hablar. Os pido que lo hagáis antes de que sea demasiado tarde.

ASALTO A LAS ARCAS DEL ESTADO

Jaime Ignacio del Burgo
Revista Trámite Parlamentario
Sobre la nueva Ley Orgánica de Financiación de Partidos Políticos.


Si Dios no lo remedia, antes de que termine el actual período de sesiones, S.M. el Rey deberá sancionar la nueva Ley Orgánica de Financiación de los partidos políticos, una ley básica del sistema democrático. El PSOE podrá expresar su satisfacción por haber conseguido un gran consenso... con los nacionalistas, dejando bien claro que el pacto del Tinell sigue vivo en su letra y en su espíritu.

La supresión de las donaciones anónimas es el único punto positivo de la nueva regulación. La mayoría parlamentaria afirma que la ley garantiza la transparencia de los partidos y refuerza el control de su actividad financiera por el Tribunal de Cuentas. Pero no es verdad. Veamos algunos ejemplos.

La ley consagra una mayor opacidad, pues se priva al Tribunal de Cuentas de la facultad de fiscalizar la actividad de los partidos en el ámbito municipal, pues la contabilidad sólo debe integrar los gastos e ingresos de las organizaciones estatales, autonómicas y provinciales. También se excluye de la formulación de las cuentas anuales a los grupos parlamentarios.

Se dirá que la función fiscalizadora del Tribunal de Cuentas queda reforzada en la nueva ley al regular el procedimiento sancionador cuya inexistencia ha impedido hasta ahora sancionar a los partidos que infringieran la legalidad. Pero la actuación sancionadora puede convertirse en papel mojado al atribuir a los partidos la posibilidad de eludir la fiscalización si aquéllos alegan que la intervención fiscalizadora del Tribunal no asegura a su juicio el respeto a la intimidad de las personas. Asombroso.

La mayoría progubernamental se ha opuesto también como gato panza arriba a prohibir que las entidades bancarias puedan condonar los créditos concedidos a los partidos. Bajo la cobertura de una supuesta invocación a los usos y costumbres mercantiles, las entidades financieras podrán pulverizar los límites establecidos en la ley para las donaciones nominativas (100.000 euros anuales) mediante el otorgamiento de condonaciones multimillonarias. El llamado "montillazo" recibe así la bendición del Congreso.

Es bien sabido que en los últimos tiempos los grandes escándalos de corrupción han estallado en el ámbito municipal, al menos hasta las revelaciones del ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Pues bien, la mayoría social-nacionalista se niega a prohibir que los partidos puedan recibir donaciones de promotores y/o constructores de viviendas.

El año 2003 se introdujo en la ley de financiación de los partidos un precepto destinado a evitar el trasvase de fondos públicos a los partidos ilegalizados o que están dentro del entramado terrorista. Buena parte de las previsiones de este precepto quedan suprimidas en la nueva ley como una contribución más al buen fin del proceso de negociación con ETA:

Hay más cosas escandalosas, como el régimen fiscal privilegiado de las actividades mercantiles de los partidos, aunque el Grupo Popular consiguió eliminar la exención prevista en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles. O la negativa a prohibir que los partidos puedan tener acciones y participaciones en sociedades mercantiles. O la legalización de la práctica denunciada por el Tribunal de Cuentas de algunas comunidades autónomas que venían concediendo subvenciones al funcionamiento no sólo de los grupos institucionales sino de los propios partidos políticos.

Por último, la ley prevé que a partir de 2008 las asignaciones a los partidos para subvencionar sus gastos de funcionamiento se eleven en un 20 por ciento. Si se tiene en cuenta que para entonces se habrá aprobado la ley que reabre la Ley de devolución del patrimonio incautado a los partidos con motivo de la guerra civil, eliminando la exigencia de prueba fehaciente, por los medios comúnmente admitidos en Derecho, de la titularidad de los bienes expoliados, nos encontramos ante una acción concertada de socialistas, comunistas y nacionalistas históricos para promover un asalto a las arcas de Estado. Eso sí, haciendo una falsa invocación de los principios de transparencia y de control.

miércoles, mayo 02, 2007

El PP denuncia que el Ayuntamiento incumple la normativa sobre banderas en edificios municipales



El alcaldable del PP por Barcelona, Alberto Fernández Díaz, denunció hoy que el Ayuntamiento "incumple" la normativa de banderas en edificios municipales y reclamó que no se limite a aplicar la orden estatal de cesión del castillo de Montjuïc, que obliga a colocar allí las banderas española y catalana.

Fernández Díaz formuló su denuncia ante la sede del distrito de Les Corts, en cuya fachada estaban vacíos los tres mástiles, y criticó que "tanto en Les Corts como en Sarrià no figuran las banderas después de sendas mociones nacionalistas de CiU y ERC". El candidato popular pidió ser "coherente con la normativa vigente y con el sentimiento mayoritario de los barceloneses, que, además de catalanes, se sienten españoles".

El alcaldable del PP criticó también que con la orden de cesión del castillo de Montjuïc a la ciudad "no se ha concretado" el proyecto de Centro por la Paz, ni "las obligaciones y la composición" del consorcio. Fernández ve "electoralista" la cesión que escenificó este lunes en La Moncloa el alcalde y candidato socialista Jordi Hereu con el presidente del Gobierno. Para el candidato popular eso es "poner las instituciones al servicio de los socialistas", y lo interpretó como un "menosprecio" por las instituciones que refleja el "nerviosismo" del PSC por sus resultados en las elecciones de Barcelona.

"Candidato trampa"

Fernández Díaz también calificó a Hereu de "candidato-trampa" por esta reunión con el presidente del gobierno y "por no pasar por las urnas: llegó a ser alcalde cuando Joan Clos fue ministro porque José Montilla ya podía optar a la Presidencia de la Generalitat". El candidato del PP auguró que "todo esto le pasará factura" a Hereu y "perderá" las elecciones.

Coincidiendo con el Primero de Mayo, Fernández también apostó por promover medidas en favor del empleo y de la seguridad laboral, y por que los emprendedores puedan beneficiarse de microcréditos.


martes, mayo 01, 2007

11-M: el testigo ausente. Por Emilio Campmany



11-M: el testigo ausente
Por Emilio Campmany
Colaboraciones nº 1666   |  26 de Abril de 2007

 
Poco a poco se acerca el día en que termine el rosario de pruebas testificales. Y, poco a poco, van perdiendo interés las declaraciones de los que comparecen, bien porque repiten lo que ya otros dijeron, bien porque no aportan nada que sea concluyente para la aclaración de los hechos.
 
Cuando terminen los testigos, empezarán los peritos. Ellos tendrán que ayudar a resolver algunas cuestiones importantes que todavía están pendientes de aclarar. La primera es naturalmente la del tipo de explosivo empleado en los trenes. Es verdad que sabemos prácticamente todo lo que dirá el informe definitivo de los encargados de analizar las muestras que se conservan de los focos, cuatro nombrados por las partes y cuatro nombrados por las fuerzas del orden. Pero aun nos queda saber qué declarará la perito encargada de los análisis en el laboratorio de los TEDAX. La segunda se refiere a las autopsias de los suicidas de Leganés. Al respecto, hay que aclarar no sólo si se suicidaron, sino también si hay pruebas incontrovertibles de que los restos humanos hallados tras la explosión se corresponden enteramente con las personas que nos han dicho. Muy especialmente, se han levantado dudas acerca de que Allekema Lamari estuviera realmente allí.
 
Careo entre policías
 
Lo más importante de la jornada de ayer ocurrió fuera de la sala. El ex Director General de la Policía Nacional, Agustín Díaz de Mera, inmediatamente después de conocer el testimonio de su amigo Enrique García Castaño, en el que desmintió haberle hablado de ningún informe en el que se relacionaba la ETA con el 11-M, dirigió una carta al tribunal solicitando un careo con el testigo a fin de demostrar que fue Castaño el que mintió y no él. La reacción del hoy europarlamentario es mucho más creíble que la flemática de su exsubordinado, ya que su indignación se corresponde con la que lógicamente cualquiera tendría si alguien le ha deja por mentiroso. El tribunal ya ha contestado que sólo considerará la posibilidad de llevar  a cabo el careo solicitado si lo pide alguna de las partes. Cabe esperar que alguien lo pida. Y también es probable que Bermúdez acceda a practicarlo ya que, si se demostrara la autoría de ETA, los procesados podrían ser absueltos. Claro que quizá, antes de recurrir a un recurso como el careo, no estaría de más que testificara el Comisario Telesforo Rubio, que es quien encargó el informe, para que cuente al tribunal a quién lo encargó y sobre todo si se lo encargó a alguien antes de hacerlo a los que finalmente lo realizaron. Algún abogado de las defensas debiera sopesar pedirlo.
 
El Egipcio es el noray al que se amarra la versión oficial
 
Mientras se adopta una decisión, siguió el rosario de testigos. El primero fue el de Mourad Chabarou. Éste se halla preso en Bélgica y declaró por medio de video conferencia. Aparte un inútil debate sobre la traducción de sus palabras, su testimonio no aportó nada. Sin embargo, interesa destacar el detalle de la presencia del Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional durante el interrogatorio. Sabemos que el Fiscal Jefe sólo acude a la Casa de Campo cuando toca un testigo importante. ¿Tan importante era Chabarou? Más de lo que parece.
 
La Fiscalía necesita conseguir que, de la sentencia, resulte acreditado que los que colocaron las bombas en los trenes fueron los integrantes de la célula de Leganés. Sin embargo, la mayor parte de los componentes de esta célula se suicidaron el 3 de abril de 2004. La sala no puede ni debe juzgar a personas fallecidas y no está, por lo tanto, en la obligación de declarar en la sentencia si es o no un hecho probado que los que allí se suicidaron colocaron las bombas del 11-M, a menos que lo necesite para condenar a algunos de los procesados.
 
Las conexiones más claras que la Fiscalía tenía contra la célula suicidada eran Bouchar, Basel Ghalyoun y El Egipcio. Bouchar es el que se escapó del piso de Leganés gracias a que bajó la basura cuando la Policía estaba llegando. Además, una testigo dijo haberlo visto en los trenes. Sin embargo, esta testigo se desdijo y confirmó que a quién realmente vio aquel día fue a Jamal Zougam (el que fue detenido el día 13 de marzo gracias a la tarjeta telefónica de la mochila de Vallecas y al que no se le ha demostrado ninguna relación con los de Leganés). Contra Basel Ghalyoun sólo hay un gorro de rezos recogido entre los escombros de Leganés en el que, entre otros, aparece su ADN. Si la sala absuelve a estos dos procesados del delito de colocar las bombas, estaría a su vez absolviendo a la célula de Leganés. Por eso, es tan importante la condena de El Egipcio como autor intelectual del atentado, porque dado que era amigo de algunos de los integrantes de la célula, su condena implicaría la de los suicidas y probablemente conllevaría también la de Bouchar.
 
Sin embargo, el testimonio de Chabarou desde Bélgica fue decepcionante y parece confirmarse que contra El Egipcio lo único que hay es una conversación grabada en la que parece atribuirse la idea de los atentados de Madrid, pero podría no ser más que una fanfarronada.
 
La versión oficial se tambalea, aunque los medios oficialistas insisten una y otra vez en su vigencia apoyándose únicamente en la incapacidad de los conspiracionistas de levantar una hipótesis alternativa suficientemente creíble.
 
Abdelkrim Bensmail
 
La tarde ha terminado con la declaración de este fundamentalista que se halla cumpliendo condena. La razón de su presencia en la sala se debe al hecho de que fue en su celda donde se encontró un papel con el nombre y dirección de Henri Parot y otros etarras. Ha negado que el papel fuera suyo así como conocer a los terroristas de la organización vasca. Nueva decepción. Así que, tal y como ocurrió cuando testificaron los etarras, lo más notable de su declaración ha sido su aspecto, mucho más próximo a lo que cabe esperar de un terrorista islámico que el que presentan los procesados. También aquí hay que recordar que las apariencias no deben valorarse en un juicio penal, aunque no puede impedirse que influyan.