Los acuerdos de ZP
Minuto Digital: 25.01.2006
Esta es la progresista política fiscal regional que ZP ha pactado con los separatistas catalanes. La fragmentación del sistema fiscal en compartimentos estancos, bajo la filosofía de no compartir los fondos recaudados en cada región, de manera que cada cual se las apañe como pueda, inauguran una era de insolidaridad sin precedentes históricos en la España moderna. Porque no nos engañemos, esta es la tendencia que plasma el estatuto catalán en su sistema de financiación, que por supuesto se extenderá a todas las CC.AA.
El acuerdo de financiación pactado en el estatuto pre-independentista, incluye un aumento de los porcentajes cedidos por el Estado de la recaudación de IRPF, IVA e Impuestos Especiales, beneficiará claramente a las regiones con más crecimiento económico y mayor población, a las que se les da la posibilidad de obtener más ingresos, según reconocieron ayer fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda. Sin embargo, las comunidades con menor crecimiento y cuya población está en descenso, como puede ser el caso de Castilla y León, Galicia e, incluso, Extremadura perderán fondos.
El incremento de la cesión de impuestos estatales hasta el 50% en el caso del IRPF y del IVA y del 58% en los Impuestos Especiales, aportará unos recursos extra a las autonomías de unos 21.000 millones de euros. Evidentemente esta cesión a las autonomías supone un recorte en los fondos disponibles para el estado central, que de algún sitio tendrá que reducir presupuesto, sin que los servicios públicos básicos se vean afectados. Y ese sitio es el llamado fondo de suficiencia, más conocido por todos por su antigua denominación, fondo de compensación territorial. Es decir los fondos dedicados a la solidaridad inter-regional.
En 2003, último año del que se disponen datos, sólo dos comunidades, Madrid y Baleares, lograron cubrir sus necesidades con la recaudación tributaria. El resto, incluida Cataluña, se repartieron algo más de 24.000 millones de euros de ese fondo de solidaridad interregional.
Si tomamos como base la liquidación del actual sistema de financiación de las comunidades autónomas del año 2003, deducimos que las regiones que obtendrán mayores ingresos extra con el aumento de la cesión de tributos estatales serán las más pobladas: Andalucía, con 3.855 millones más; Cataluña, con 3.613 millones, y Madrid, con 3.414 millones. Otras regiones, sin embargo, sobre todo las más pobres y menos pobladas, saldrían claramente perjudicadas. Éste sería el caso de Castilla y León, que perdería más de 1.200 millones de euros; Galicia, con una reducción de casi 1.600 millones y Extremadura con otros 1.100 millones.
Naturalmente el colmo de la insolidaridad llega de la palabra de un separatista, Duran Lleida afirma que “Quien más tiene más paga, pero no a costa de que el que menos tiene acabe siendo más rico que aquel que está aportando más”. Teniendo en cuenta el desequilibrio de la balanza comercial de Cataluña y que su riqueza se basa en lo que vende al resto de españoles, no estaría de más que los consumidores de las regiones más desfavorecidas, recordasen a la hora de comprar donde se van a pagar los tributos y a donde van a ir a parar sus impuestos a través del IVA cedido.
Minuto Digital: 25.01.2006
Esta es la progresista política fiscal regional que ZP ha pactado con los separatistas catalanes. La fragmentación del sistema fiscal en compartimentos estancos, bajo la filosofía de no compartir los fondos recaudados en cada región, de manera que cada cual se las apañe como pueda, inauguran una era de insolidaridad sin precedentes históricos en la España moderna. Porque no nos engañemos, esta es la tendencia que plasma el estatuto catalán en su sistema de financiación, que por supuesto se extenderá a todas las CC.AA.
El acuerdo de financiación pactado en el estatuto pre-independentista, incluye un aumento de los porcentajes cedidos por el Estado de la recaudación de IRPF, IVA e Impuestos Especiales, beneficiará claramente a las regiones con más crecimiento económico y mayor población, a las que se les da la posibilidad de obtener más ingresos, según reconocieron ayer fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda. Sin embargo, las comunidades con menor crecimiento y cuya población está en descenso, como puede ser el caso de Castilla y León, Galicia e, incluso, Extremadura perderán fondos.
El incremento de la cesión de impuestos estatales hasta el 50% en el caso del IRPF y del IVA y del 58% en los Impuestos Especiales, aportará unos recursos extra a las autonomías de unos 21.000 millones de euros. Evidentemente esta cesión a las autonomías supone un recorte en los fondos disponibles para el estado central, que de algún sitio tendrá que reducir presupuesto, sin que los servicios públicos básicos se vean afectados. Y ese sitio es el llamado fondo de suficiencia, más conocido por todos por su antigua denominación, fondo de compensación territorial. Es decir los fondos dedicados a la solidaridad inter-regional.
En 2003, último año del que se disponen datos, sólo dos comunidades, Madrid y Baleares, lograron cubrir sus necesidades con la recaudación tributaria. El resto, incluida Cataluña, se repartieron algo más de 24.000 millones de euros de ese fondo de solidaridad interregional.
Si tomamos como base la liquidación del actual sistema de financiación de las comunidades autónomas del año 2003, deducimos que las regiones que obtendrán mayores ingresos extra con el aumento de la cesión de tributos estatales serán las más pobladas: Andalucía, con 3.855 millones más; Cataluña, con 3.613 millones, y Madrid, con 3.414 millones. Otras regiones, sin embargo, sobre todo las más pobres y menos pobladas, saldrían claramente perjudicadas. Éste sería el caso de Castilla y León, que perdería más de 1.200 millones de euros; Galicia, con una reducción de casi 1.600 millones y Extremadura con otros 1.100 millones.
Naturalmente el colmo de la insolidaridad llega de la palabra de un separatista, Duran Lleida afirma que “Quien más tiene más paga, pero no a costa de que el que menos tiene acabe siendo más rico que aquel que está aportando más”. Teniendo en cuenta el desequilibrio de la balanza comercial de Cataluña y que su riqueza se basa en lo que vende al resto de españoles, no estaría de más que los consumidores de las regiones más desfavorecidas, recordasen a la hora de comprar donde se van a pagar los tributos y a donde van a ir a parar sus impuestos a través del IVA cedido.
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