M. F./M. J. C.
Barcelona
El Departamento de Salud del Gobierno auton�mico aclara que el centro se limita a aplicar el plan que prev� que el catal�n sea la lengua habitual en los hospitales
Los trabajadores del Hospital Juan XXIII de Tarragona que no puedan acreditar mediante el certificado correspondiente su conocimiento del catal�n, tendr�n que hacer una �prueba de colocaci�n para determinar qu� curso deber�n hacer�. As� consta en una circular que han recibido los empleados de este centro p�blico, en el que se les informa de que se est� preparando un plan de formaci�n de lengua catalana, �que forma parte de un plan de normalizaci�n ling��stica de todo el hospital�.
El documento, firmado por el gerente, Francesc Xavier Dom�nech, y el adjunto a gerencia, Felip Infiesta, pide a los trabajadores que acrediten su conocimiento del catal�n. �Para poder ajustar al m�ximo la planificaci�n de los cursos y niveles para cada a�o, necesitamos saber qu� conocimientos del catal�n tiene la plantilla de nuestro centro. Por eso, os pedimos que, en caso de que teng�is alg�n certificado de lengua catalana, lo envi�is a la Unidad de Formaci�n Continuada del hospital antes del 31 de enero�, prosigue. A�ade que quienes no presenten certificados tendr�n que hacer una prueba para determinar qu� curso habr�an de hacer, y que las fechas de estas pruebas se les comunicar�n �oportunamente�.
Esta circular, fechada el 5 de diciembre pasado, ha levantado las quejas de algunos trabajadores, que se preguntan si el hecho de no saber catal�n impedir�, por ejemplo, que lleguen a trabajar profesionales sanitarios de otras comunidades, o �si se opera mejor una apendicitis si se habla catal�n�.
Portavoces del Departamento de Salud manifestaron ayer a este diario que con esta iniciativa �no se est� inventando nada nuevo, sino que se limitan a aplicar el decreto legislativo de la Ley de la Funci�n P�blica, de 1997�, que recoge que para trabajar como funcionario en Catalu�a se ha de tener el nivel C de catal�n (el m�s alto es el D).
Los distintos departamentos de la Generalitat han aplicado el decreto con m�s o menos manga ancha desde 1997. El consejero primero de la Generalitat, Josep Bargall�, y la consejera de Sanidad, Marina Geli, presentaron el pasado 8 de septiembre el plan estrat�gico de pol�tica ling��stica en los centros sanitarios, con el objetivo �de conseguir que el catal�n sea la lengua de uso habitual en los centros, servicios y establecimientos de la red sanitaria�. Los Hospitales del Mar y la Esperanza, en Barcelona, y el Arnau de Vilanova de L�rida fueron los elegidos para desarrollar la primera fase del plan. Para finales de 2005 se preve�a implantarlo en el Cl�nico de Barcelona y en el Juan XXIII de Tarragona, mientras en el resto de centros se completar� en el periodo 2006-2007. Los hospitales afectados son de titularidad p�blica y tambi�n concertados.
Patricio Mart�nez, responsable del sindicato M�dicos de Catalu�a, record� que, en aplicaci�n de la ley citada, el personal sanitario debe acreditar el nivel C para acceder a una plaza en el sistema p�blico, �como el resto de funcionarios de la Generalitat�. Mart�nez indic� que es �una habilidad necesaria para dar servicio a una parte de los ciudadanos� de Catalu�a, y a�adi�: �La vivencia que aqu� tenemos en este sentido no es dram�tica, lo importante es la relaci�n con el enfermo�.
Reforma del Estatuto
El env�o de esta circular a los trabajadores del citado hospital p�blico coincide con el resurgimiento de las quejas ciudadanas relativas a la pol�tica ling��stica del Gobierno catal�n y en pleno proceso de reforma del Estatuto de Autonom�a, donde por primera vez se establece que el conocimiento del catal�n es �un deber�, y uno s�lo un derecho. Las consecuencias jur�dicas de este precepto son imprevisibles, aunque todo hace presagiar un aumento de la conflictividad judicial que genera la inmersi�n ling��stica.
Hasta ahora, el �mbito donde se han concentrado las quejas por la pol�tica �monoling�e� de la Generalitat ha sido en el de la ense�anza, donde padres y profesores han denunciado en repetidas ocasiones la exclusi�n del castellano de las asignaturas en la educaci�n primaria, e incluso el intento de fiscalizar el idioma en que se expresan los profesores en los pasillos o en el recreo. No obstante, el �mbito donde se sufre m�s directamente el r�gimen sancionador, vetado en distintas sentencias judiciales, es el del comercio. Las inspecciones en establecimientos por no rotular en catal�n se cuadruplicaron en 2004 (1.401 frente a las 348 de 2003).
Barcelona
El Departamento de Salud del Gobierno auton�mico aclara que el centro se limita a aplicar el plan que prev� que el catal�n sea la lengua habitual en los hospitales
Los trabajadores del Hospital Juan XXIII de Tarragona que no puedan acreditar mediante el certificado correspondiente su conocimiento del catal�n, tendr�n que hacer una �prueba de colocaci�n para determinar qu� curso deber�n hacer�. As� consta en una circular que han recibido los empleados de este centro p�blico, en el que se les informa de que se est� preparando un plan de formaci�n de lengua catalana, �que forma parte de un plan de normalizaci�n ling��stica de todo el hospital�.
El documento, firmado por el gerente, Francesc Xavier Dom�nech, y el adjunto a gerencia, Felip Infiesta, pide a los trabajadores que acrediten su conocimiento del catal�n. �Para poder ajustar al m�ximo la planificaci�n de los cursos y niveles para cada a�o, necesitamos saber qu� conocimientos del catal�n tiene la plantilla de nuestro centro. Por eso, os pedimos que, en caso de que teng�is alg�n certificado de lengua catalana, lo envi�is a la Unidad de Formaci�n Continuada del hospital antes del 31 de enero�, prosigue. A�ade que quienes no presenten certificados tendr�n que hacer una prueba para determinar qu� curso habr�an de hacer, y que las fechas de estas pruebas se les comunicar�n �oportunamente�.
Esta circular, fechada el 5 de diciembre pasado, ha levantado las quejas de algunos trabajadores, que se preguntan si el hecho de no saber catal�n impedir�, por ejemplo, que lleguen a trabajar profesionales sanitarios de otras comunidades, o �si se opera mejor una apendicitis si se habla catal�n�.
Portavoces del Departamento de Salud manifestaron ayer a este diario que con esta iniciativa �no se est� inventando nada nuevo, sino que se limitan a aplicar el decreto legislativo de la Ley de la Funci�n P�blica, de 1997�, que recoge que para trabajar como funcionario en Catalu�a se ha de tener el nivel C de catal�n (el m�s alto es el D).
Los distintos departamentos de la Generalitat han aplicado el decreto con m�s o menos manga ancha desde 1997. El consejero primero de la Generalitat, Josep Bargall�, y la consejera de Sanidad, Marina Geli, presentaron el pasado 8 de septiembre el plan estrat�gico de pol�tica ling��stica en los centros sanitarios, con el objetivo �de conseguir que el catal�n sea la lengua de uso habitual en los centros, servicios y establecimientos de la red sanitaria�. Los Hospitales del Mar y la Esperanza, en Barcelona, y el Arnau de Vilanova de L�rida fueron los elegidos para desarrollar la primera fase del plan. Para finales de 2005 se preve�a implantarlo en el Cl�nico de Barcelona y en el Juan XXIII de Tarragona, mientras en el resto de centros se completar� en el periodo 2006-2007. Los hospitales afectados son de titularidad p�blica y tambi�n concertados.
Patricio Mart�nez, responsable del sindicato M�dicos de Catalu�a, record� que, en aplicaci�n de la ley citada, el personal sanitario debe acreditar el nivel C para acceder a una plaza en el sistema p�blico, �como el resto de funcionarios de la Generalitat�. Mart�nez indic� que es �una habilidad necesaria para dar servicio a una parte de los ciudadanos� de Catalu�a, y a�adi�: �La vivencia que aqu� tenemos en este sentido no es dram�tica, lo importante es la relaci�n con el enfermo�.
Reforma del Estatuto
El env�o de esta circular a los trabajadores del citado hospital p�blico coincide con el resurgimiento de las quejas ciudadanas relativas a la pol�tica ling��stica del Gobierno catal�n y en pleno proceso de reforma del Estatuto de Autonom�a, donde por primera vez se establece que el conocimiento del catal�n es �un deber�, y uno s�lo un derecho. Las consecuencias jur�dicas de este precepto son imprevisibles, aunque todo hace presagiar un aumento de la conflictividad judicial que genera la inmersi�n ling��stica.
Hasta ahora, el �mbito donde se han concentrado las quejas por la pol�tica �monoling�e� de la Generalitat ha sido en el de la ense�anza, donde padres y profesores han denunciado en repetidas ocasiones la exclusi�n del castellano de las asignaturas en la educaci�n primaria, e incluso el intento de fiscalizar el idioma en que se expresan los profesores en los pasillos o en el recreo. No obstante, el �mbito donde se sufre m�s directamente el r�gimen sancionador, vetado en distintas sentencias judiciales, es el del comercio. Las inspecciones en establecimientos por no rotular en catal�n se cuadruplicaron en 2004 (1.401 frente a las 348 de 2003).
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