Ni siquiera el diario El País, que anima lo que puede, y que ha tratado de describir este patético proceso con la mejor de las voluntades, puede contener ya la carcajada.
Sienten a Cataluña como una nación
Titula el suelto donde se reproduce la propuesta socialista de reforma y mejora del preámbulo. Alguna noche alguien se volverá loco y titulará Siento, siento, siento una debilidad y le pondrá el primer link musical a un periódico. Pero el aún cuerdo es un titular magnífico. Ese sienten memorable. Sin sujeto explícito, como extraterrestre, con la semántica del verbo vuelta sobre sí misma, mordiéndose la cola y mordiendo: mi señor: si no sé lo que es una nación cómo voy a saber si la siento. Lo siento. Lo que siento. Lo siento, mi amor. Hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo. Dios mío, Rubalcaba: era Falete. O vete a ver. Jairo.
En el texto de la propuesta socialista hay detalles memorables. Hasta tal punto que me pregunto si no podría convivir con la original. Que se intente. Dos preámbulos, uno para los días pares. No creo que quieran corregir, por ejemplo, ese ciudadanos y ciudadanas catalanas que prevé la portada de El País. En páginas interiores se dice catalanes, pero es aquí donde debe estar el error. Esto es una revolución y sólo los reconsagrados siguen sin enterarse. En la propuesta destacan también las paletadas de miel que se dedican a Cataluña. Larga y fecunda historia, etcétera. Sou els millors xiquets. Y esta cima: La España plural de la Constitución de 1978 y de los Estatutos de Autonomía, inserta en Europa, debe mucho a Cataluña y no es entendible sin la contribución decisiva el pueblo catalán. Recuerden: se trata del preámbulo del Estatuto catalán. De algo redactado y firmado por catalanes, teóricamente. De la inmodestia de mis compadres lo espero todo: pero este párrafo les habrá dolido y dudo mucho que lo acepten. Se ve la mano extranjera. Cierto que entre los principales negociadores está Esquerra Republicana. Esquerra y caviar, diagnosticó Pla. O sea que todo puede ser. Pero es que nos están untando a la vista del público. Madrit, la prosa de Madrit, en el corazón preambular. Sin embargo, la máxima aportación a la literatura política, a la filosofía, a la psicología, al cognivitismo, a las neurociencias, a Spinoza, Castilla del Pino y Damasio, es este monumento: ...sienten a Cataluña como una nación, y ese sentimiento democrático es plenamente compatible con y dejémoslo ahí, por los peligrosos efectos simpáticos de la glosa. Primero esta desvalorización de lo que más quieren y entienden: como si cualquier sentir, por ejemplo este puñetazo en el plexo solar que siento, derivara en sentimiento. Pero sobre todo, sentimiento democrático. La nación es un sentimiento democrático. Lo han escrito. Está pasando. Lo están viendo. Esto sí que es Orwell y no el Cac. Lo privado exhibido y plebiscitado. Están rompiendo todas las palabras. Cualquier atisbo de formalidad ha sido liquidado. Los bárbaros venían por este camino. Leer y escribir, no hay otra oposición (política y moral) posible.
Sienten a Cataluña como una nación
Titula el suelto donde se reproduce la propuesta socialista de reforma y mejora del preámbulo. Alguna noche alguien se volverá loco y titulará Siento, siento, siento una debilidad y le pondrá el primer link musical a un periódico. Pero el aún cuerdo es un titular magnífico. Ese sienten memorable. Sin sujeto explícito, como extraterrestre, con la semántica del verbo vuelta sobre sí misma, mordiéndose la cola y mordiendo: mi señor: si no sé lo que es una nación cómo voy a saber si la siento. Lo siento. Lo que siento. Lo siento, mi amor. Hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo. Dios mío, Rubalcaba: era Falete. O vete a ver. Jairo.
En el texto de la propuesta socialista hay detalles memorables. Hasta tal punto que me pregunto si no podría convivir con la original. Que se intente. Dos preámbulos, uno para los días pares. No creo que quieran corregir, por ejemplo, ese ciudadanos y ciudadanas catalanas que prevé la portada de El País. En páginas interiores se dice catalanes, pero es aquí donde debe estar el error. Esto es una revolución y sólo los reconsagrados siguen sin enterarse. En la propuesta destacan también las paletadas de miel que se dedican a Cataluña. Larga y fecunda historia, etcétera. Sou els millors xiquets. Y esta cima: La España plural de la Constitución de 1978 y de los Estatutos de Autonomía, inserta en Europa, debe mucho a Cataluña y no es entendible sin la contribución decisiva el pueblo catalán. Recuerden: se trata del preámbulo del Estatuto catalán. De algo redactado y firmado por catalanes, teóricamente. De la inmodestia de mis compadres lo espero todo: pero este párrafo les habrá dolido y dudo mucho que lo acepten. Se ve la mano extranjera. Cierto que entre los principales negociadores está Esquerra Republicana. Esquerra y caviar, diagnosticó Pla. O sea que todo puede ser. Pero es que nos están untando a la vista del público. Madrit, la prosa de Madrit, en el corazón preambular. Sin embargo, la máxima aportación a la literatura política, a la filosofía, a la psicología, al cognivitismo, a las neurociencias, a Spinoza, Castilla del Pino y Damasio, es este monumento: ...sienten a Cataluña como una nación, y ese sentimiento democrático es plenamente compatible con y dejémoslo ahí, por los peligrosos efectos simpáticos de la glosa. Primero esta desvalorización de lo que más quieren y entienden: como si cualquier sentir, por ejemplo este puñetazo en el plexo solar que siento, derivara en sentimiento. Pero sobre todo, sentimiento democrático. La nación es un sentimiento democrático. Lo han escrito. Está pasando. Lo están viendo. Esto sí que es Orwell y no el Cac. Lo privado exhibido y plebiscitado. Están rompiendo todas las palabras. Cualquier atisbo de formalidad ha sido liquidado. Los bárbaros venían por este camino. Leer y escribir, no hay otra oposición (política y moral) posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario