Elena Baeza
11-05-2006
Como era previsible ignorando las enmiendas que se aprobaron en su día en la Cámara Alta, hoy en el Pleno del Congreso de los Diputados se ha aprobado la Ley de Técnicas de Reproducción Humana.
No es admisible que se trate la vida embrionaria como si fuera mercancía destinada al consumo y para abastecer un floreciente mercado. Esta nueva ley, induce al mercantilismo y abunda en considerar insustancial la vida humana, porque no establece diferencias entre manipular embriones humanos y experimentar con animales de laboratorio.
Con esta ley se trata a los seres humanos como cosas, que se pueden fabricar a elección o destruir. Se prevé que el hijo pueda nacer sin una familia -un hombre o una mujer solteros pueden solicitarlos-. Se producirán seres humanos de segunda clase, al generar embriones que sirven de instrumento en beneficio de otros "bebés medicamento". Se destruye el principio de solidaridad, ya que si las leyes buscan proteger al débil frente a la fuerza, en este caso, el embrión que es un individuo vivo desarrollo perteneciente a la especie humana, no es defendido en sus derechos fundamentales como la vida, a la salud, a una familia, a no ser maltratado, a conocer su origen y sus padres.
Que no nos vengan ahora diciendo que los oponentes tienen prejuicios religiosos, que son crueles ante el sufrimiento de los que no pueden ser padres o de los que tienen hijos enfermos y que tienen miedo al progreso de la ciencia. Si no fuera tan serio y tan grave habría que hacer chiste de la ironía del destino con el escándalo del equipo surcoreano.
11-05-2006
Como era previsible ignorando las enmiendas que se aprobaron en su día en la Cámara Alta, hoy en el Pleno del Congreso de los Diputados se ha aprobado la Ley de Técnicas de Reproducción Humana.
No es admisible que se trate la vida embrionaria como si fuera mercancía destinada al consumo y para abastecer un floreciente mercado. Esta nueva ley, induce al mercantilismo y abunda en considerar insustancial la vida humana, porque no establece diferencias entre manipular embriones humanos y experimentar con animales de laboratorio.
Con esta ley se trata a los seres humanos como cosas, que se pueden fabricar a elección o destruir. Se prevé que el hijo pueda nacer sin una familia -un hombre o una mujer solteros pueden solicitarlos-. Se producirán seres humanos de segunda clase, al generar embriones que sirven de instrumento en beneficio de otros "bebés medicamento". Se destruye el principio de solidaridad, ya que si las leyes buscan proteger al débil frente a la fuerza, en este caso, el embrión que es un individuo vivo desarrollo perteneciente a la especie humana, no es defendido en sus derechos fundamentales como la vida, a la salud, a una familia, a no ser maltratado, a conocer su origen y sus padres.
Que no nos vengan ahora diciendo que los oponentes tienen prejuicios religiosos, que son crueles ante el sufrimiento de los que no pueden ser padres o de los que tienen hijos enfermos y que tienen miedo al progreso de la ciencia. Si no fuera tan serio y tan grave habría que hacer chiste de la ironía del destino con el escándalo del equipo surcoreano.
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