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El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, cuyo titular es José Montilla, ha comunicado a la Junta de Andalucía que deberá recortar en casi un 50 por ciento la capacidad de generación de energía eólica prevista en el Plan Energético de Andalucía (Plean) y que ascendía a 4.000 megavatios (Mw). Según los planes del Gobierno central, la generación de energía eléctrica andaluza por la fuerza del viento deberá limitarse a 2.074 Mw. Este recorte puede suponer un golpe de gracia a la mayor inversión industrial de carácter privado prevista en nuestra comunidad autónoma, ya que para generar un megavatio de energía eólica se precisa una inversión media de un millón de euros. Por tanto, de entrada quedaría congelada una inversión empresarial de 1.926 millones de euros.
El argumento del Ministerio para reducir a la mitad las expectativas de Andalucía en una energía renovable que es la que mayor potencial tiene actualmente en todo el mundo (España es una potencia en esta campo y sus empresas están tomando posiciones hasta en el mercado de Estados Unidos) se basa en que las aspiraciones del conjunto de las autonomías españolas para el periodo 2006-2010 se han incrementado hasta los 36.000 Mw de potencia instalada, lo que desbordaría la capacidad de absorción del sistema eléctrico. La pretensión del Gobierno central es que no se instalen más de 20.000 Mw, de ahí que haya que empezar a exigir a las comunidades autónomas la asunción de recortes.
El reparto que planea el Ministerio afectaría de lleno al Plan Energético de Andalucía, ya que la Junta ha concedido más de 4.000 Mw en autorizaciones administrativas. La orden del Gobierno central llega además en un momento en que Andalucía volvía a tomar posiciones en el prometedor sector de las energías renovables en general y de la energía eólica en particular, máxime cuando nuestra comunidad tenía previsto para el próximo trienio el máximo desarrollo del país en infraestructuras eléctricas en 220 Kw y 400 Kw, infraestructuras que podrían permitir la evacuación a la red eléctrica general de los 4.000 Mw fijados en el Plan Energético autonómico.
Según este documento básico de la política energética de la Junta, las energías renovables tienen en Andalucía un potencial nada desdeñable para incrementar el autoabastecimiento energético y disminuir las emisiones a la atmósfera (Protocolo de Kyoto) derivadas de la combustión de fuentes fósiles, además de otros beneficios sociales, tales como la creación de empleo y el desarrollo de zonas deprimidas. El Gobierno andaluz reconoce que su implantación exige esfuerzos políticos y económicos extremadamente importantes, que deben ir acompañado de una verdadera política de control de la demanda, encaminada a racionalizar y estabilizar el consumo de energía.
El Plan proclama que Andalucía no puede permitirse despreciar las energías renovables y que por eso "hace una apuesta muy ambiciosa por el fomento de estas energías, asumiendo el compromiso de dejar trazado el camino para que el 15 por ciento de la energía total demandada por los andaluces en el año 2010 tenga su origen en fuentes renovables, obteniendo en el año 2006 una cifra significativa de este 15 por ciento, a la vez que marcando la senda para que en los años posteriores se pueda dar cumplimiento a dicho objetivo".
Respecto de la energía eólica, la situación de partida en Andalucía al 31 de diciembre del año 2000 era de una potencia instalada de 146,2 Mw. El Plean marcaba el objetivo de tener instalados 2.700 Mw en 2006 y de 4.000 Mw en 2010.
A siete meses y medio para el final del año 2006, la realidad es que actualmente hay instalada una potencia de 448 Mw, fundamentalmente en el área de Tarifa (algo más de 300 Mw) y, en bastante menor medida, en el entorno de Casares, Loja, Motril, provincia de Jaén y El Granado (Huelva). Actualmente se están instalando nuevos parques eólicos en la zona de Tarifa con una potencia de 170 Mw que, si se cumplen las previsiones, podrían entrar en servicio a finales de este año o en el primer trimestre de 2007, con lo que para esa fecha sólo se alcanzarían 623 Mw, lejísimos del objetivo de los 2.700 fijados en el Plan Energético hasta 2006.
Andalucía, que fue una de las comunidades autónomas pioneras en el desarrollo de la energía basada en la fuerza del viento, impuso un paréntesis para redefinir tanto sus objetivos como las zonas con potencial eólico y las de evacuación, por lo que ahora, en el marco del Plean, había apostado por recuperar el tiempo y el terreno perdidos acelerando las autorizaciones administrativas y los puntos de conexión para parques eólicos con una potencia conjunta de 3.450 Mw promovidos por empresas de primera línea como Endesa, Acciona, Iberdrola, Gamesa, Desarrollos Eólicos.... amén de otras medianas y pequeñas y de inversores locales. Nuestra comunidad es una de las que ofrece mejores características para la energía eólica, caracterizada por su aleatoriedad debido a la imprevisibilidad del viento. En Andalucía, sin embargo, hay una cierta estabilidad en el suministro energético de procedencia eólica porque se equilibran los regímenes de vientos, de manera que cuando no soplan de Poniente lo hacen de Levante y no se registran de forma súbita caídas de suministro de 1.000 Mw, como ocurre en otras regiones.
Las sociedades promotoras de parques eólicos, atendiendo a las indicaciones de la Junta y a las previsiones del Plan, han ido firmando ya con Red Eléctrica Española convenios para evacuar a la red nacional unos 3.000 Mw y depositado avales como garantía para la generación de los 4.000 Mw previstos, por lo que un súbito recorte a 2.074 Mw, como el que trata de imponer el Ministerio de Industria, podría provocar, amén de importantes perjuicios a la economía regional, un conflicto jurídico con las empresas que han reservado fondos para unas inversiones que ahora podrían quedar en dique seco sine die.
El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, cuyo titular es José Montilla, ha comunicado a la Junta de Andalucía que deberá recortar en casi un 50 por ciento la capacidad de generación de energía eólica prevista en el Plan Energético de Andalucía (Plean) y que ascendía a 4.000 megavatios (Mw). Según los planes del Gobierno central, la generación de energía eléctrica andaluza por la fuerza del viento deberá limitarse a 2.074 Mw. Este recorte puede suponer un golpe de gracia a la mayor inversión industrial de carácter privado prevista en nuestra comunidad autónoma, ya que para generar un megavatio de energía eólica se precisa una inversión media de un millón de euros. Por tanto, de entrada quedaría congelada una inversión empresarial de 1.926 millones de euros.
El argumento del Ministerio para reducir a la mitad las expectativas de Andalucía en una energía renovable que es la que mayor potencial tiene actualmente en todo el mundo (España es una potencia en esta campo y sus empresas están tomando posiciones hasta en el mercado de Estados Unidos) se basa en que las aspiraciones del conjunto de las autonomías españolas para el periodo 2006-2010 se han incrementado hasta los 36.000 Mw de potencia instalada, lo que desbordaría la capacidad de absorción del sistema eléctrico. La pretensión del Gobierno central es que no se instalen más de 20.000 Mw, de ahí que haya que empezar a exigir a las comunidades autónomas la asunción de recortes.
El reparto que planea el Ministerio afectaría de lleno al Plan Energético de Andalucía, ya que la Junta ha concedido más de 4.000 Mw en autorizaciones administrativas. La orden del Gobierno central llega además en un momento en que Andalucía volvía a tomar posiciones en el prometedor sector de las energías renovables en general y de la energía eólica en particular, máxime cuando nuestra comunidad tenía previsto para el próximo trienio el máximo desarrollo del país en infraestructuras eléctricas en 220 Kw y 400 Kw, infraestructuras que podrían permitir la evacuación a la red eléctrica general de los 4.000 Mw fijados en el Plan Energético autonómico.
Según este documento básico de la política energética de la Junta, las energías renovables tienen en Andalucía un potencial nada desdeñable para incrementar el autoabastecimiento energético y disminuir las emisiones a la atmósfera (Protocolo de Kyoto) derivadas de la combustión de fuentes fósiles, además de otros beneficios sociales, tales como la creación de empleo y el desarrollo de zonas deprimidas. El Gobierno andaluz reconoce que su implantación exige esfuerzos políticos y económicos extremadamente importantes, que deben ir acompañado de una verdadera política de control de la demanda, encaminada a racionalizar y estabilizar el consumo de energía.
El Plan proclama que Andalucía no puede permitirse despreciar las energías renovables y que por eso "hace una apuesta muy ambiciosa por el fomento de estas energías, asumiendo el compromiso de dejar trazado el camino para que el 15 por ciento de la energía total demandada por los andaluces en el año 2010 tenga su origen en fuentes renovables, obteniendo en el año 2006 una cifra significativa de este 15 por ciento, a la vez que marcando la senda para que en los años posteriores se pueda dar cumplimiento a dicho objetivo".
Respecto de la energía eólica, la situación de partida en Andalucía al 31 de diciembre del año 2000 era de una potencia instalada de 146,2 Mw. El Plean marcaba el objetivo de tener instalados 2.700 Mw en 2006 y de 4.000 Mw en 2010.
A siete meses y medio para el final del año 2006, la realidad es que actualmente hay instalada una potencia de 448 Mw, fundamentalmente en el área de Tarifa (algo más de 300 Mw) y, en bastante menor medida, en el entorno de Casares, Loja, Motril, provincia de Jaén y El Granado (Huelva). Actualmente se están instalando nuevos parques eólicos en la zona de Tarifa con una potencia de 170 Mw que, si se cumplen las previsiones, podrían entrar en servicio a finales de este año o en el primer trimestre de 2007, con lo que para esa fecha sólo se alcanzarían 623 Mw, lejísimos del objetivo de los 2.700 fijados en el Plan Energético hasta 2006.
Andalucía, que fue una de las comunidades autónomas pioneras en el desarrollo de la energía basada en la fuerza del viento, impuso un paréntesis para redefinir tanto sus objetivos como las zonas con potencial eólico y las de evacuación, por lo que ahora, en el marco del Plean, había apostado por recuperar el tiempo y el terreno perdidos acelerando las autorizaciones administrativas y los puntos de conexión para parques eólicos con una potencia conjunta de 3.450 Mw promovidos por empresas de primera línea como Endesa, Acciona, Iberdrola, Gamesa, Desarrollos Eólicos.... amén de otras medianas y pequeñas y de inversores locales. Nuestra comunidad es una de las que ofrece mejores características para la energía eólica, caracterizada por su aleatoriedad debido a la imprevisibilidad del viento. En Andalucía, sin embargo, hay una cierta estabilidad en el suministro energético de procedencia eólica porque se equilibran los regímenes de vientos, de manera que cuando no soplan de Poniente lo hacen de Levante y no se registran de forma súbita caídas de suministro de 1.000 Mw, como ocurre en otras regiones.
Las sociedades promotoras de parques eólicos, atendiendo a las indicaciones de la Junta y a las previsiones del Plan, han ido firmando ya con Red Eléctrica Española convenios para evacuar a la red nacional unos 3.000 Mw y depositado avales como garantía para la generación de los 4.000 Mw previstos, por lo que un súbito recorte a 2.074 Mw, como el que trata de imponer el Ministerio de Industria, podría provocar, amén de importantes perjuicios a la economía regional, un conflicto jurídico con las empresas que han reservado fondos para unas inversiones que ahora podrían quedar en dique seco sine die.
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