Convivencia Cívica Catalana comunica que por error ha sido distribuido como Comunicado de Prensa en nombre de Convivencia Cívica Catalana un documento interno que representa sólo opiniones personales, muy respetables por otro lado, pero que no expresa la postura oficial de Convivencia Cívica Catalana al respecto. Barcelona, 3 de marzo de 2006. Francisco Caja. Presidente de CCC
LA "ENMIENDA SEIS PUNTO UNO" : UNA INICIATIVA POCO CLARA Y QUE LEGITIMA EL ACTUAL PROCESO DE REFORMA ESTATUTARIA
CONVIVENCIA CÍVICA CATALANA quiere hacer llegar a la ciudadanía su posición respecto a la iniciativa llamada "Enmienda seis punto uno" que se está difundiendo estos días.
En primer lugar, debemos advertir sobre inadecuación de los términos del texto de la enmienda que consagra el concepto de lengua propia, no recogido en la Constitución Española de 1978, atribuyéndole efectos jurídicos, y substituyendo, de forma ilegítima, al concepto de cooficialidad de las lenguas que, recordemos, ha sido definido por el Tribunal Constitucional en los siguientes términos: la/s lengua/s de uso normal de comunicación en y entre los poderes públicos y en su relación con los sujetos privados". La sustitución del concepto de lengua oficial por el de lengua propia no sólo es un disparate jurídico inconstitucional sino que implica la aceptación acrítica e irresponsable de un concepto sobre el que los nacionalistas han basado su política de discriminación lingüística.
En segundo lugar, la "Enmienda seis punto uno" deja inmodificado el artículo 6.2 de la Reforma del Estatuto que impone un deber general de conocimiento del catalán, que los propios constituyentes rechazaron explícitamente (enmienda nº 106) y que el Tribunal Constitucional ha declarado constitucionalmente inexistente (STC 82, 83 y 84/1986). La imposición de ese deber general constituye la piedra angular del sistema de discriminación lingüística que supone la referida Reforma, pues imposibilitaría, entre otras cosas, el acceso a cualquier puesto de trabajo, oficial y no oficial en Cataluña de los ciudadanos catalanes y del resto de España desconocedores del catalán.
En tercer lugar, al presentarse la enmienda como una "petición" dirigida a "nuestros representantes en las Cortes Generales" legitima el actual trámite parlamentario, aceptándolo tácitamente y no denunciándolo como un proceso fraudulento y anticonstitucional al tramitar una radical reforma constitucional como una simple reforma estatutaria. En las condiciones presentes, y debido a la actual mayoría parlamentaria, esta iniciativa está condenada al más absoluto fracaso, extremo éste que debiera ser puesto de manifiesto en la propia enmienda.
En cuarto lugar, la iniciativa, aunque cuenta con el apoyo de "Ciutadans de Catalunya" y "Socialistas en positivo", no contiene mención alguna de sus promotores, limitándose a afirmar que "surge de la sociedad civil".
Convivencia Cívica Catalana apoyará cualquier reivindicación que, de forma clara y sin ambigüedades, promueva el respeto a la cooficialidad lingüística en el espíritu y la letra de la Constitución Española de 1978 y el vigente Estatuto, o lo que es lo mismo la fórmula de oficialidad territorial doble y conjunta o bilingüismo oficial integral que sanciona el bloque de constitucionalidad.
Por esta causa y las razones expuestas NO SUSCRIBIMOS la llamada "Enmienda seis punto uno", alertando a la ciudadanía de las insuficiencias del contenido y del procedimiento de esa iniciativa que significa objetivamente sancionar el régimen de discriminación lingüística que el nacionalismo pretende imponer.
Barcelona 27 de febrero de 2006.
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