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¿Quién dijo aquello de que "la nación es un concepto discutido y discutible"? Zetapé. ¿Quién ha encontrado la solución de este enigma? Pues el propio Zetapé, faltaría más, quien parece haber dado, no con una, sino con un ramillete de soluciones, todas perfectamente válidas, todas "guay", como diría la ministra que calza "kelifinder".
Porque, desde aquel día en que Zapatero nos confesó sus tribulaciones hamletianas ante un mapa plurinacional de España, sus asesores no han parado de darle vueltas al magín hasta dar con una respuesta, claro está, satisfactoriamente progresista. El truco consiste en comprender que lo de "nación" o "patria" no pasan de ser unos conceptos camaleónicos, unos comodines atornasolados que lo mismo valen para un roto que para un descosido y que adornan mucho en toda ocasión.
¿Que Carod y Más suspiran por una nación catalana? No hay problema, que aquí está Zapatero para regalarles una en el Estatuto. Así que desde ahora ya sólo hace falta acudir a Moncloa y pedir la vez para que el presidente sorprendente te dé otra con los colores que más te gusten.
¿Que es hora de ponerse lírico? Pues aquí llega Zetapé con atuendo pirata para declamar a lo Espronceda que "su patria es la libertad".
¿Día de la Mujer trabajadora? Facilísimo: foto entre mujeres, besito a Zerolo y cita de Virginia Wolf. "Como mujer no tengo patria, como mujer mi patria es el mundo".
Pero no es que Zetapé sea apátrida, qué va. En realidad, es pluripátrida, y por eso tiene tanta facilidad para vestir la camiseta de patriota que más entone con la ocasión, sea ésta de boda, bautizo o funeral.
Todo se reduce a eso en el alegre mundo de la moda zapateril: "nación" o "patria" no son más que dos lucidos complementos de bisutería, dos broches que te pones o te quitas con el mismo toque frívolo con el que Mari Tere y Leire han ido cambiándose de modelito étnico en su reciente tournée al frente de los reeditados Coros y Danzas de la Sección Femenina, división África.
Y es que, como patriota solemne, Zetapé no tiene límites, como solemne su dimensión es oceánica.
¿Quién dijo aquello de que "la nación es un concepto discutido y discutible"? Zetapé. ¿Quién ha encontrado la solución de este enigma? Pues el propio Zetapé, faltaría más, quien parece haber dado, no con una, sino con un ramillete de soluciones, todas perfectamente válidas, todas "guay", como diría la ministra que calza "kelifinder".
Porque, desde aquel día en que Zapatero nos confesó sus tribulaciones hamletianas ante un mapa plurinacional de España, sus asesores no han parado de darle vueltas al magín hasta dar con una respuesta, claro está, satisfactoriamente progresista. El truco consiste en comprender que lo de "nación" o "patria" no pasan de ser unos conceptos camaleónicos, unos comodines atornasolados que lo mismo valen para un roto que para un descosido y que adornan mucho en toda ocasión.
¿Que Carod y Más suspiran por una nación catalana? No hay problema, que aquí está Zapatero para regalarles una en el Estatuto. Así que desde ahora ya sólo hace falta acudir a Moncloa y pedir la vez para que el presidente sorprendente te dé otra con los colores que más te gusten.
¿Que es hora de ponerse lírico? Pues aquí llega Zetapé con atuendo pirata para declamar a lo Espronceda que "su patria es la libertad".
¿Día de la Mujer trabajadora? Facilísimo: foto entre mujeres, besito a Zerolo y cita de Virginia Wolf. "Como mujer no tengo patria, como mujer mi patria es el mundo".
Pero no es que Zetapé sea apátrida, qué va. En realidad, es pluripátrida, y por eso tiene tanta facilidad para vestir la camiseta de patriota que más entone con la ocasión, sea ésta de boda, bautizo o funeral.
Todo se reduce a eso en el alegre mundo de la moda zapateril: "nación" o "patria" no son más que dos lucidos complementos de bisutería, dos broches que te pones o te quitas con el mismo toque frívolo con el que Mari Tere y Leire han ido cambiándose de modelito étnico en su reciente tournée al frente de los reeditados Coros y Danzas de la Sección Femenina, división África.
Y es que, como patriota solemne, Zetapé no tiene límites, como solemne su dimensión es oceánica.
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