Òscar Espinosa
President de la ULD
En las elecciones al Claustro de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) celebradas el pasado día 7 de marzo, la candidatura de carácter no nacionalista y sin adscripción partidista promovida por Universitarios Liberal Demócratas (ULD) ha dado la gran sorpresa. Cuatro de los cinco candidatos presentados en la facultad de derecho han conseguido superar el corte, barriendo del mapa a asociaciones como la JNC (de CiU), Estudiants en Acció (de ERC), a AEP (ICV) e incluso a la mítica CEPC-ESTEL.
Solamente ha conseguido librarse de la escabechina un representante de Nexo Socialista. Sinceramente no me esperaba un resultado tan positivo como el que se ha producido, pero parece ser que entre los más de 1.200 estudiantes de la facultad de derecho hay muchos que no están por la labor de unirse a eso del pensamiento único -más único que pensamiento, todo hay que decirlo- , ni de hacer seguidisimo a un nacionalismo que restringe sus derechos. Espero que esta primera victoria, aunque pequeña, sea el inicio de un movimiento estudiantil en Cataluña que no agache la cabeza ante la injusticia, que no se deje pisotear por los intolerantes, los sectarios, los saqueadores de libertades cívicas. Que en definitiva luche por conseguir una universidad de la que todos podamos sentirnos orgullosos.
President de la ULD
En las elecciones al Claustro de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) celebradas el pasado día 7 de marzo, la candidatura de carácter no nacionalista y sin adscripción partidista promovida por Universitarios Liberal Demócratas (ULD) ha dado la gran sorpresa. Cuatro de los cinco candidatos presentados en la facultad de derecho han conseguido superar el corte, barriendo del mapa a asociaciones como la JNC (de CiU), Estudiants en Acció (de ERC), a AEP (ICV) e incluso a la mítica CEPC-ESTEL.
Solamente ha conseguido librarse de la escabechina un representante de Nexo Socialista. Sinceramente no me esperaba un resultado tan positivo como el que se ha producido, pero parece ser que entre los más de 1.200 estudiantes de la facultad de derecho hay muchos que no están por la labor de unirse a eso del pensamiento único -más único que pensamiento, todo hay que decirlo- , ni de hacer seguidisimo a un nacionalismo que restringe sus derechos. Espero que esta primera victoria, aunque pequeña, sea el inicio de un movimiento estudiantil en Cataluña que no agache la cabeza ante la injusticia, que no se deje pisotear por los intolerantes, los sectarios, los saqueadores de libertades cívicas. Que en definitiva luche por conseguir una universidad de la que todos podamos sentirnos orgullosos.
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