"Chile es el único país relevante en el cual la DC está en fórmulas de izquierda"
Minuto Digital: 13.02.2006
"Un partido que no puede presentar a sus candidatos presidenciales estando en una fórmula de concertación en mucho tiempo, está condenado a un papel secundario". Preocupado por la vida política de América Latina, el ex Primer Ministro de España quisiera ver a la DC en el gobierno y como un partido importante y no secundario al interior de la Concertación. Respecto de la derecha dice que "está avergonzada, callada, desaparecida y acomplejada, lo que me parece absurdo". |
ANTONIETA CÁDIZ, Washington
El ex Primer Ministro de España, José María Aznar, fue enfático: "La derecha en América Latina está callada, desaparecida y acomplejada". ¿La razón? No la sabe, pero no duda en asegurar que esta situación debe modificarse. Hoy, con más tranquilidad y tiempo que en los ocho años que duró su jefatura de gobierno, el ex líder del Partido Popular lleva su dedo índice hacia su sien y confiesa que está muy contento por dedicarse al mundo de las ideas.
Sin embargo, entre las conferencias, las clases en la Universidad de Georgetown en Washington y sus libros, Aznar se dio un tiempo para conversar de política con "Reportajes".
¿Cómo ve la situación actual de América Latina?
-Muy preocupante. El mundo iberoamericano en general tiene dos riesgos. Por un lado, está el peligro de quedar descolgado del mundo desarrollado. Los déficit en niveles de competitividad, tecnológicos, son cada vez más graves. El segundo riesgo es desde el punto de vista político. La región puede llegar a dividirse entre los países que buscan su pertenencia al primer mundo. Eso es el riesgo del populismo, la vuelta a viejas fórmulas políticas mal pensadas.
¿Como por ejemplo, Venezuela, Argentina?...
-Cuba, Venezuela, Bolivia, tal vez Argentina. Todos esos países corren el riesgo.
¿A qué atribuye el surgimiento de gobiernos de izquierda en América Latina? ¿Cuál es la razón?
-Creo que es una búsqueda de solución de atajos a la democracia, de atajos al desarrollo. Que evidentemente no es la mejor de las fórmulas cuando hay países que tienen desplomes institucionales, problemas de comunicación muy serios, carencia de gobiernos eficaces. Hay que darse cuenta de que la tarea histórica para recuperar eso es de muchos años. No es de cuatro años. En América Latina hay un retorno al populismo. Estos movimientos indigenistas que son en parte marxistas, en parte revolucionarios, en parte basados en criterios étnicos. Todo eso no es lo que puede conformar sociedades modernas en el presente.
Pero al parecer las masas se están identificando con estas fórmulas mucho más que con las opciones de la derecha...
-No es así en Chile. Y no tiene por qué ser así en todos los países. Pero, efectivamente, ese riesgo está. Ya vemos el caso de Chávez...
¿Qué pasa con la derecha, entonces, en América Latina? ¿Por qué parece estar callada?
-Está avergonzada. Está callada, desaparecida, acomplejada, y es absurdo. Históricamente, las ideas de centroderecha son las que han triunfado. Es el mundo liberal, el mundo abierto, el mundo de la competencia, el que ha creado más trabajo, más prosperidad y más justicia.
¿Pero entonces por qué está avergonzada?
-No lo sé. Históricamente ha ganado. Sus fórmulas son las que triunfan.
¿No será por el hecho de que en el pasado estuvo vinculada a dictaduras?
-Yo creo que en ese terreno en el continente iberoamericano nadie puede tirar la primera piedra. El señor Chávez intentó varios golpes. Castro llegó con otro golpe. Evo Morales ha ganado las elecciones, pero les hizo la vida imposible a los gobernantes en Bolivia.
¿Y entonces cómo ve el futuro de la derecha en la región?
-Quiero verlo mejor de lo que hay ahora. Espero que la marea populista se detenga. Alguien la tiene que parar, alguien tiene que decir que ése no es el camino. Yo estoy dispuesto a hacerlo y sé que hay muy buenos amigos en Iberoamérica dispuestos a trabajar también. Entonces, vamos a ver si nos organizamos y lo hacemos.
¿Qué figuras ve en América Latina para esto?
-No me he convertido en seleccionador de nada todavía.
Después de 17 años de gobierno de la Concertación, ¿cómo ve a la derecha chilena en la actualidad? ¿Por qué no se ha podido convertir en una opción real de gobierno?
-Yo creo que es una opción real. Una cosa distinta es que no se haya consolidado para llegar al gobierno. La democracia no está basada en la idea de que siempre ganan los mismos; por lo tanto, la derecha chilena tendrá que reflexionar sobre las razones por las cuales no se ha llegado al gobierno.
¿Pero cómo ve usted a la derecha chilena? ¿Por qué no ha tenido éxito?
-Sinceramente, no me quiero meter mucho en la política chilena, ya tengo bastante con la española. Son los partidos chilenos los que deben reflexionar sobre ello. Y tienen personas capaces, competentes, brillantes.
Usted fue una figura clave en el desarrollo y el éxito del Partido Popular. ¿Cómo piensa que la derecha debe revitalizarse? Usted lo hizo. ¿Cómo debería hacerlo la derecha chilena?
-En primer lugar, clausurando el pasado. Mirar hacia el futuro y establecer las bases de la refundación de la centroderecha chilena. Sobre esas bases, construir un gran partido, que ese partido tenga un liderazgo claro, que tenga un proyecto claro, que tenga una organización poderosa. Ésas son las bases del éxito político. Un proyecto, un partido, un líder. No mirar hacia atrás y ofrecer al país una alternativa sólida, creíble y a la vez fuerte.
¿Qué le parece que su Partido Popular esté asociado con la Democracia Cristiana (DC) chilena y que ésta se encuentre apoyando a un gobierno de izquierda, y una izquierda más dura que la de Lagos?
-Ésa es una cuestión de tradición. Yo espero que se mantenga. Supongo que el Partido Popular, además de mantener su relación con la DC, como hacen los demás, ampliará su vínculo y conocimiento de ella.
Y entonces, ¿cómo ve actualmente a la DC chilena?
-Me gustaría verla en la Presidencia. Pero eso está complicado. La DC fue el partido más importante de Chile y hoy ha dejado de serlo. La verdad eso no me gusta para nada.
En las últimas dos elecciones, la DC ha sido derrotada en las primarias de la Concertación. No han podido sacar a sus candidatos adelante....
-Un partido que no puede presentar a sus candidatos presidenciales estando en una fórmula de concertación durante mucho tiempo, está condenado irreversiblemente a un papel secundario, y eso es malo.
¿Usted cree que en el futuro la DC chilena tienda más a una alianza con la derecha y renuncie a la Concertación?
-Chile es el único país relevante en el cual la DC está en fórmulas de izquierda. No hay muchos países que tengan democracias cristianas, porque estos partidos se han transformado en conservadores. En Alemania, la DC es centroderecha; igual el Partido Popular de España; en Francia, prácticamente no existe y en el resto de América es más bien un tema simbólico.
Entonces, ¿cree que sería bueno para la DC salirse de la Concertación?
-Ésa es una cuestión que yo no la voy a contestar, porque eso sería meterme de lleno en la política chilena, y no lo voy a hacer. Pero es una muy buena pregunta para todos los dirigentes democratacristianos.
Guerra en Irak: Sin arrepentirse
Frente a las múltiples críticas generadas por el ingreso de España a la guerra de Irak, Aznar no se amilana. A pesar de que las encuestas del Presidente George W. Bush bajan diariamente por esta causa, el ex gobernante español sigue manteniendo una postura firme frente a la decisión de apoyar la guerra, cuando estaba en el último período de su gobierno.
"No me arrepiento de haber defendido una posición de intervención en Irak. Me arrepentiría de no haberlo hecho, y que Sadam Hussein estuviera ahí al lado de los Ayatolas con sus bombas nucleares", dice.
A pesar de que las pruebas sobre el programa nuclear de Irak han sido fuertemente cuestionadas en Estados Unidos en el último tiempo, Aznar insiste en que la decisión se basó en una línea de acción congruente, en la que Hussein no cumplió con los requerimientos que le estaba haciendo la ONU.
Ahora, el panorama para el ex líder del Partido Popular es mucho mejor. "Hemos visto a los iraquíes con una nueva constitución, votando. La expansión de la libertad es necesaria para contrarrestar las fuerzas radicales", asegura.
El ex Primer Ministro de España, José María Aznar, fue enfático: "La derecha en América Latina está callada, desaparecida y acomplejada". ¿La razón? No la sabe, pero no duda en asegurar que esta situación debe modificarse. Hoy, con más tranquilidad y tiempo que en los ocho años que duró su jefatura de gobierno, el ex líder del Partido Popular lleva su dedo índice hacia su sien y confiesa que está muy contento por dedicarse al mundo de las ideas.
Sin embargo, entre las conferencias, las clases en la Universidad de Georgetown en Washington y sus libros, Aznar se dio un tiempo para conversar de política con "Reportajes".
¿Cómo ve la situación actual de América Latina?
-Muy preocupante. El mundo iberoamericano en general tiene dos riesgos. Por un lado, está el peligro de quedar descolgado del mundo desarrollado. Los déficit en niveles de competitividad, tecnológicos, son cada vez más graves. El segundo riesgo es desde el punto de vista político. La región puede llegar a dividirse entre los países que buscan su pertenencia al primer mundo. Eso es el riesgo del populismo, la vuelta a viejas fórmulas políticas mal pensadas.
¿Como por ejemplo, Venezuela, Argentina?...
-Cuba, Venezuela, Bolivia, tal vez Argentina. Todos esos países corren el riesgo.
¿A qué atribuye el surgimiento de gobiernos de izquierda en América Latina? ¿Cuál es la razón?
-Creo que es una búsqueda de solución de atajos a la democracia, de atajos al desarrollo. Que evidentemente no es la mejor de las fórmulas cuando hay países que tienen desplomes institucionales, problemas de comunicación muy serios, carencia de gobiernos eficaces. Hay que darse cuenta de que la tarea histórica para recuperar eso es de muchos años. No es de cuatro años. En América Latina hay un retorno al populismo. Estos movimientos indigenistas que son en parte marxistas, en parte revolucionarios, en parte basados en criterios étnicos. Todo eso no es lo que puede conformar sociedades modernas en el presente.
Pero al parecer las masas se están identificando con estas fórmulas mucho más que con las opciones de la derecha...
-No es así en Chile. Y no tiene por qué ser así en todos los países. Pero, efectivamente, ese riesgo está. Ya vemos el caso de Chávez...
¿Qué pasa con la derecha, entonces, en América Latina? ¿Por qué parece estar callada?
-Está avergonzada. Está callada, desaparecida, acomplejada, y es absurdo. Históricamente, las ideas de centroderecha son las que han triunfado. Es el mundo liberal, el mundo abierto, el mundo de la competencia, el que ha creado más trabajo, más prosperidad y más justicia.
¿Pero entonces por qué está avergonzada?
-No lo sé. Históricamente ha ganado. Sus fórmulas son las que triunfan.
¿No será por el hecho de que en el pasado estuvo vinculada a dictaduras?
-Yo creo que en ese terreno en el continente iberoamericano nadie puede tirar la primera piedra. El señor Chávez intentó varios golpes. Castro llegó con otro golpe. Evo Morales ha ganado las elecciones, pero les hizo la vida imposible a los gobernantes en Bolivia.
¿Y entonces cómo ve el futuro de la derecha en la región?
-Quiero verlo mejor de lo que hay ahora. Espero que la marea populista se detenga. Alguien la tiene que parar, alguien tiene que decir que ése no es el camino. Yo estoy dispuesto a hacerlo y sé que hay muy buenos amigos en Iberoamérica dispuestos a trabajar también. Entonces, vamos a ver si nos organizamos y lo hacemos.
¿Qué figuras ve en América Latina para esto?
-No me he convertido en seleccionador de nada todavía.
Después de 17 años de gobierno de la Concertación, ¿cómo ve a la derecha chilena en la actualidad? ¿Por qué no se ha podido convertir en una opción real de gobierno?
-Yo creo que es una opción real. Una cosa distinta es que no se haya consolidado para llegar al gobierno. La democracia no está basada en la idea de que siempre ganan los mismos; por lo tanto, la derecha chilena tendrá que reflexionar sobre las razones por las cuales no se ha llegado al gobierno.
¿Pero cómo ve usted a la derecha chilena? ¿Por qué no ha tenido éxito?
-Sinceramente, no me quiero meter mucho en la política chilena, ya tengo bastante con la española. Son los partidos chilenos los que deben reflexionar sobre ello. Y tienen personas capaces, competentes, brillantes.
Usted fue una figura clave en el desarrollo y el éxito del Partido Popular. ¿Cómo piensa que la derecha debe revitalizarse? Usted lo hizo. ¿Cómo debería hacerlo la derecha chilena?
-En primer lugar, clausurando el pasado. Mirar hacia el futuro y establecer las bases de la refundación de la centroderecha chilena. Sobre esas bases, construir un gran partido, que ese partido tenga un liderazgo claro, que tenga un proyecto claro, que tenga una organización poderosa. Ésas son las bases del éxito político. Un proyecto, un partido, un líder. No mirar hacia atrás y ofrecer al país una alternativa sólida, creíble y a la vez fuerte.
¿Qué le parece que su Partido Popular esté asociado con la Democracia Cristiana (DC) chilena y que ésta se encuentre apoyando a un gobierno de izquierda, y una izquierda más dura que la de Lagos?
-Ésa es una cuestión de tradición. Yo espero que se mantenga. Supongo que el Partido Popular, además de mantener su relación con la DC, como hacen los demás, ampliará su vínculo y conocimiento de ella.
Y entonces, ¿cómo ve actualmente a la DC chilena?
-Me gustaría verla en la Presidencia. Pero eso está complicado. La DC fue el partido más importante de Chile y hoy ha dejado de serlo. La verdad eso no me gusta para nada.
En las últimas dos elecciones, la DC ha sido derrotada en las primarias de la Concertación. No han podido sacar a sus candidatos adelante....
-Un partido que no puede presentar a sus candidatos presidenciales estando en una fórmula de concertación durante mucho tiempo, está condenado irreversiblemente a un papel secundario, y eso es malo.
¿Usted cree que en el futuro la DC chilena tienda más a una alianza con la derecha y renuncie a la Concertación?
-Chile es el único país relevante en el cual la DC está en fórmulas de izquierda. No hay muchos países que tengan democracias cristianas, porque estos partidos se han transformado en conservadores. En Alemania, la DC es centroderecha; igual el Partido Popular de España; en Francia, prácticamente no existe y en el resto de América es más bien un tema simbólico.
Entonces, ¿cree que sería bueno para la DC salirse de la Concertación?
-Ésa es una cuestión que yo no la voy a contestar, porque eso sería meterme de lleno en la política chilena, y no lo voy a hacer. Pero es una muy buena pregunta para todos los dirigentes democratacristianos.
Guerra en Irak: Sin arrepentirse
Frente a las múltiples críticas generadas por el ingreso de España a la guerra de Irak, Aznar no se amilana. A pesar de que las encuestas del Presidente George W. Bush bajan diariamente por esta causa, el ex gobernante español sigue manteniendo una postura firme frente a la decisión de apoyar la guerra, cuando estaba en el último período de su gobierno.
"No me arrepiento de haber defendido una posición de intervención en Irak. Me arrepentiría de no haberlo hecho, y que Sadam Hussein estuviera ahí al lado de los Ayatolas con sus bombas nucleares", dice.
A pesar de que las pruebas sobre el programa nuclear de Irak han sido fuertemente cuestionadas en Estados Unidos en el último tiempo, Aznar insiste en que la decisión se basó en una línea de acción congruente, en la que Hussein no cumplió con los requerimientos que le estaba haciendo la ONU.
Ahora, el panorama para el ex líder del Partido Popular es mucho mejor. "Hemos visto a los iraquíes con una nueva constitución, votando. La expansión de la libertad es necesaria para contrarrestar las fuerzas radicales", asegura.
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