domingo, febrero 19, 2006

«Ni venganza ni revancha» Texto del manifiesto del III Congreso Internacional de Víctimas


«Unidas hoy víctimas del terrorismo de muy diferente origen y procedencia, queremos hacernos oír, con más fuerza que el sonido de las balas y de las bombas, con la fuerza invencible de la palabra y de la razón.

Y por ello:

Primero: Pedimos a todos los gobiernos un compromiso activo y constante en la lucha contra el terrorismo, por encima de cualquier ideología, y un compromiso igualmente activo y constante a favor de las víctimas, promoviendo aquellas leyes que sean necesarias para otorgarles un régimen de ayuda, protección y asistencia digno y suficiente, así como el reconocimiento social de su condición de víctimas del terrorismo.

Segundo: Pedimos a la comunidad internacional que se comprometa a fomentar medidas como la armonización de las legislaciones internas en materia de indemnización a las víctimas del terrorismo; la elaboración de un estatuto internacional de víctimas del terrorismo; la cooperación y armonización de las políticas de prevención, represión y lucha contra la financiación del terrorismo; la supresión de los procedimientos de extradición en materia de terrorismo, y la entrega inmediata de los terroristas al Estado en el que hayan cometido sus crímenes.

Tercero: Pedimos a las organizaciones internacionales y, en especial, a las Naciones Unidas y a la Unión Europea la creación de comités específicos de víctimas del terrorismo donde éstas puedan hacerse oír, tener una voz permanente y ofrecer sus criterios y propuestas para combatir el terrorismo; así como también que las propias organizaciones internacionales creen y mantengan partidas presupuestarias específicamente destinadas a asistir a las víctimas del terrorismo de los Estados que las integran.

Cuarto: Pedimos que todos los convenios internacionales sobre terrorismo sean firmados y ratificados por el conjunto de la comunidad internacional y que se prive de inmunidad a los gobernantes que sean declarados autores, inductores, financiadores, o cómplices de actos de terrorismo.

Quinto: Pedimos que los crímenes terroristas sean considerados como violaciones de Derechos Humanos por la comunidad internacional y que sean incluidos en la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional.

Sexto: Pedimos a las ONG y demás organizaciones civiles defensoras de los Derechos Humanos que se comprometan en la defensa de las víctimas del terrorismo y en la identificación del terrorismo, cualquiera que sea su causa o coartada, sin establecer equidistancias ni confusión entre víctimas y verdugos.

Séptimo: Pedimos a los medios de comunicación un compromiso permanente en la lucha contra el terrorismo, evitando una falsa neutralidad o una tramposa objetividad, y mostrando la realidad de unos crímenes que nunca pueden ser ni justificados ni oscurecidos en su crueldad por juegos dialécticos, desconocimiento o distorsión informativa.

Octavo: Pedimos a la sociedad civil que mantenga y refuerce su compromiso y solidaridad con las víctimas del terrorismo, que haga oír con decisión y valentía su voz en las calles ante las acciones terroristas, mostrando a los criminales su rechazo y a las víctimas su afecto y comprensión.

Las víctimas del terrorismo no queremos ni venganza ni revancha.Las víctimas del terrorismo sólo queremos que las generaciones futuras no tengan que padecer lo que, desgraciadamente, hemos padecido de manera directa o indirecta tantas personas que un día nos convertimos en víctimas por la crueldad de unos criminales.

Y estamos convencidas de que todos juntos, gobernantes y ciudadanos anónimos, podremos con nuestro esfuerzo y trabajo conjunto evitar que el dolor se perpetúe y darle vida a la esperanza de un mundo mejor».

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