Minuto Digital: 14.02.2006
Los participantes en la primera mesa redonda del III Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo, la dedicada a las víctimas de ETA, coincidieron esta tarde en desechar cualquier posibilidad de negociar con la banda terrorista ofreciendo "paz por presos", por lo que exigieron que los terroristas cumplan íntegramente sus condenas. El presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, advirtió de que tiene "la obligación ética de no permitir que la sangre de su familia fuera derramada en vano", mientras que Juan Domínguez, al frente de la Federación de Asociaciones Autonómicas, exigió el fin de la violencia, pero también de las coacciones y el chantaje.
Los asistentes al Palacio de Congresos se pusieron en pie para aplaudir en varias ocasiones durante esta mesa redonda, entre ellas, al acabar su intervención Irene Villa, también ovacionaron a Pilar Elías, concejal de Azkoitia sentada entre el público, y, en tercer lugar, cuando Alcaraz mostró una cartulina con los números 555, 556 y 557, los puestos que ocupan su hermano y sus dos sobrinas, fallecidos en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, en la lista de asesinados por ETA. "A los que quieren sentarse con los asesinos de mi familia, que no son números, son mi familia: En mi nombre, no", finalizó su intervención el presidente de la AVT.
Antes, utilizó las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado viernes --"se recoge lo que se cultiva"-- para darles otro sentido. Según Alcaraz, la salida de la cárcel de los terroristas es fruto de la indiferencia conque la sociedad trataba a las víctimas en el pasado y de las negativas de los gobiernos de Felipe González a cambiar el Código Penal de 1973.
Por su parte, Juan Domínguez, que preside de la Federación Autonómica de Asociaciones de Víctimas del Terrorismo (FAAVT), puso cinco condiciones ante un posible escenario de paz: entrega de las armas por parte de ETA, fin también de coacciones y extorsiones, regreso de los "exiliados" del País Vasco, cumplimiento íntegro de las penas y no obtención de privilegio alguno para cualquier comunidad autónoma como consecuencia de la negociación. La única negociación que cabe se basa en tres pilares, dijo Domínguez, "Guardia Civil, tribunales y cárcel".
"POLÍTICA DEL PERDÓN"
La intervención del presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, estuvo dedicada a la "política del perdón". Recuperó Buesa la amnistía de 1977 para llamarla "ley de la injusticia que no logró atajar el problema del terrorismo". Ahora, ante un eventual 'proceso de paz', las medidas de gracia "extienden a la vez un telón de olvido sobre el sufrimiento de unas vícitmas que no han visto compensada su amargura con la realización de justicia" porque las penas impuestas, continuó, han sido "notoriamente insuficientes y eso ha afligido a las víctimas".
Buesa despojó al Gobierno de la facultad para perdonar porque los sujetos capaces de ejercitar esa acción son únicamente las víctimas. El presidente del Foro de Ermua aprovechó su intervención para anunciar el respaldo de la plataforma ciudadana a la manifestación que la AVT ha convocado para el próximo 25 de febrero en Madrid en contra de la política antiterrorista del Gobierno.
También participó en la mesa el portavoz de Covite, Javier Urquizu, quien advirtió que los psicópatas no son reinsertables y que si se utiliza la palabra "generosidad" para negociar con los terroristas se estará pervirtiendo su significado. Urquizu también pidió a los políticos que no utilicen la lucha antiterrorista de forma partidista y dijo que las víctimas sólo tienen razón siempre cuando reclaman "verdad, memoria y justicia".
En la mesa también intervino Conchita Martín, la viuda del teniente coronel Pedro Antonio Blanco, primera víctima mortal de ETA tras la ruptura de la tregua en 1999. Martín se dirigió a las otras víctimas para pedir "inteligencia" y resistencia con "los escudos de la razón y no del victimismo". "Si hemos llegado a Valencia es porque hemos vencido", aseguró.
Los asistentes al Palacio de Congresos se pusieron en pie para aplaudir en varias ocasiones durante esta mesa redonda, entre ellas, al acabar su intervención Irene Villa, también ovacionaron a Pilar Elías, concejal de Azkoitia sentada entre el público, y, en tercer lugar, cuando Alcaraz mostró una cartulina con los números 555, 556 y 557, los puestos que ocupan su hermano y sus dos sobrinas, fallecidos en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, en la lista de asesinados por ETA. "A los que quieren sentarse con los asesinos de mi familia, que no son números, son mi familia: En mi nombre, no", finalizó su intervención el presidente de la AVT.
Antes, utilizó las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado viernes --"se recoge lo que se cultiva"-- para darles otro sentido. Según Alcaraz, la salida de la cárcel de los terroristas es fruto de la indiferencia conque la sociedad trataba a las víctimas en el pasado y de las negativas de los gobiernos de Felipe González a cambiar el Código Penal de 1973.
Por su parte, Juan Domínguez, que preside de la Federación Autonómica de Asociaciones de Víctimas del Terrorismo (FAAVT), puso cinco condiciones ante un posible escenario de paz: entrega de las armas por parte de ETA, fin también de coacciones y extorsiones, regreso de los "exiliados" del País Vasco, cumplimiento íntegro de las penas y no obtención de privilegio alguno para cualquier comunidad autónoma como consecuencia de la negociación. La única negociación que cabe se basa en tres pilares, dijo Domínguez, "Guardia Civil, tribunales y cárcel".
"POLÍTICA DEL PERDÓN"
La intervención del presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, estuvo dedicada a la "política del perdón". Recuperó Buesa la amnistía de 1977 para llamarla "ley de la injusticia que no logró atajar el problema del terrorismo". Ahora, ante un eventual 'proceso de paz', las medidas de gracia "extienden a la vez un telón de olvido sobre el sufrimiento de unas vícitmas que no han visto compensada su amargura con la realización de justicia" porque las penas impuestas, continuó, han sido "notoriamente insuficientes y eso ha afligido a las víctimas".
Buesa despojó al Gobierno de la facultad para perdonar porque los sujetos capaces de ejercitar esa acción son únicamente las víctimas. El presidente del Foro de Ermua aprovechó su intervención para anunciar el respaldo de la plataforma ciudadana a la manifestación que la AVT ha convocado para el próximo 25 de febrero en Madrid en contra de la política antiterrorista del Gobierno.
También participó en la mesa el portavoz de Covite, Javier Urquizu, quien advirtió que los psicópatas no son reinsertables y que si se utiliza la palabra "generosidad" para negociar con los terroristas se estará pervirtiendo su significado. Urquizu también pidió a los políticos que no utilicen la lucha antiterrorista de forma partidista y dijo que las víctimas sólo tienen razón siempre cuando reclaman "verdad, memoria y justicia".
En la mesa también intervino Conchita Martín, la viuda del teniente coronel Pedro Antonio Blanco, primera víctima mortal de ETA tras la ruptura de la tregua en 1999. Martín se dirigió a las otras víctimas para pedir "inteligencia" y resistencia con "los escudos de la razón y no del victimismo". "Si hemos llegado a Valencia es porque hemos vencido", aseguró.
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