domingo, febrero 12, 2006

«El fin de ETA que exigimos es la rendición incondicional. Tiene que haber vencedores y vencidos»


ENRIQUE MUGICA
Una entrevista de ESTHER ESTEBAN
EL MUNDO, 12/2/2006

Cuando se cumplen 10 años del asesinato de su hermano Fernando a manos de la organización terrorista ETA, el Defensor del Pueblo, antes diputado y ministro, se aleja de lo políticamente correcto y sin pelos en la lengua señala que con la banda sólo cabe la rendición incondicional y que cualquier cesión a los terroristas sólo servirá para hacerlos más fuertes.

Pregunta.- Hace unos días se celebró el décimo aniversario de la muerte de su hermano y según dijo usted sigue teniendo claro que ni olvida ni perdona, ¿no?

Respuesta.- Efectivamente, ni olvido ni perdono, porque mi hermano, con otros 1.000 asesinados, forma parte de la memoria colectiva democrática de España. Creo que nuestro país debe consolidar su democracia no sólo sobre las aspiraciones de los ciudadanos y las convicciones de la ciudadanía, sino también sobre el recuerdo y la evocación permanente de cuantos murieron por ser leales a las ideas de la libertad.

P.- ¿La cosa sería diferente si sus asesinos pidieran perdón y dieran muestras de arrepentimiento?

R.- Lo que está claro es que los asesinos no están arrepentidos.Al contrario, hay exaltación de su memoria homicida. Cuando a Pilar Elías, viuda de Baglietto, el asesino de su marido, el hombre a quien éste salvó de niño, instala desafiantemente en los bajos de su vivienda un comercio, lo que está diciendo es que ahí está y va a exaltar la memoria de los asesinos. Y por si fuera poco, cuando se le pregunta si está arrepentido dice que no. Ni él ni nadie de esta gente está arrepentida.

P.- ¿Y frente a eso qué se puede hacer?

R.- Hay que tener en cuenta que aquí no se trata de equidistancia.Se puede hacer equidistancia en Irlanda, donde pistoleros de un lado y de otro se mataban entre sí, pero aquí hay víctimas y asesinos. Y los asesinos continúan, ellos y su banda y su brazo político, desarrollando un clima de amedrentamiento contra los que no piensan y sienten como ellos. Y eso hay que tenerlo en cuenta.

P.- Pues el presidente del Gobierno considera que estamos en el principio del fin de ETA

R.- Se dice que estamos en la fase final, pues bien, lleguemos al final. Y lleguemos al final terminando con ETA. Si la fase final ha llegado utilizando instrumentos jurídicos tan importantes como la Ley de Partidos y el pacto antiterrorista, la acción del Gobierno -de todos los gobiernos de la democracia- a través de la actividad de las Fuerzas de Seguridad del Estado, la cooperación internacional, el trabajo de los jueces y magistrados Si con todo eso se ha llegado a la fase final, sigamos con esta fase, que es buena. Lo que no comprendo es por qué se dice que dejen las armas y después habrá un diálogo.

P.- Vamos, que en su opinión con ETA no hay nada que hablar

R.- Por supuesto que no. Es como si las potencias democráticas frente al nazismo hubieran dicho «primero cesen ustedes las armas y, después, hablaremos». Ellos consiguieron la rendición total, porque frente al totalitarismo hay que conseguir la rendición incondicional, y hay medios y fuerzas para hacerlo. Se puede aceptar que el nazismo, el fundamentalismo islámico, el fanatismo religioso y el terrorismo nacionalista son fenómenos distintos, pero todos tienen algo en común. Lo que les vincula a todos no es sólo la acción, sea grande o pequeña, sino la mentalidad totalitaria de quienes lo practican, que creen que hay que seguir adelante siempre para conseguir los propósitos. Si tú le planteas el diálogo, van a ir más lejos. En la mentalidad totalitaria la palabra diálogo es una cesión y, sobre ello, establecen pasos más allá.

P.- Algunos dicen que ETA lleva tres años sin matar, y eso es un síntoma. ¿Comparte esa opinión?

R.- ETA desde hace ya casi tres años no mata, ni con el Gobierno de José María Aznar ni con el de Rodríguez Zapatero. Pero no es sólo el hecho de matar. Unos dicen que no mata porque no quiere matar, pero eso yo no lo acepto, porque sigue poniendo artefactos cada vez con más carga explosiva, y eso es terrorismo. Y sigue extorsionando cada vez más, y eso es terrorismo.

P.- ¿Usted sería partidario de revitalizar o de modificar la Ley de Partidos y el Pacto Antiterrorista?

R.- En cuanto a la Ley de Partidos, es una ley que está ahí, que no ha sido derogada, pero que está durmiente, digamos, en hibernación. Y hay que resucitarla, con el acuerdo entre los grandes partidos. Lo mismo ocurre con el Pacto Antiterrorista que, en mi opinión, habría que revitalizarlo. Grandes acuerdos para el tema del terrorismo ha habido siempre. Hubo en el Gobierno de UCD, en el del PSOE, en el del PP. El enfrentamiento en este tema está provocando un importante desgaste de las fuerzas políticas en este país.

P.- En suma, que usted anima tanto al PP como al PSOE a que busquen vías de encuentro y den una imagen de unidad, ¿no?

R.- PSOE y PP deben de llegar a acuerdos, sobre todo ahora que estamos en la fase final, para terminar ya con el terrorismo.Hay que poner todos los medios a nuestro alcance para acabar con ellos. Y la unidad de los demócratas es muy importante.

P.- ¿Considera que el proceso será rápido o debemos prepararnos para lo peor?

R.- El final de ETA no es algo que vaya a venir de la noche a la mañana, pero si se ponen los medios de que dispone el Estado para terminar con ETA, se conseguirá pronto.

P.- ¿Cree que Rodríguez Zapatero puede ser el presidente que acabe con ETA?

R.- Zapatero puede ser el presidente que acabe con la banda terrorista ETA, pero no por atajos, no por diálogo. El único diálogo que cabe con la banda es el de la escoba con la basura. Se debe acabar con ETA utilizando los instrumentos del Estado de Derecho que tan buen resultado han dado hasta ahora.

P.- ¿Qué le ha parecido el escándalo y la alarma social creada con la acumulación de penas a Parot y su excarcelación tras cumplir 20 de los 4.775 años de condena?

R.- Aquí se aplica la ley, y todos los fiscales de Sala del Supremo están de acuerdo en que se ha hecho lo correcto. Desgraciadamente, hay que aplicar la ley. Si los crímenes de Parot hubieran sido juzgados por la nueva normativa de 1995 no saldría a la calle, pero es que la ley es así, y no son retroactivas, porque ésa es una de las garantías del Estado de Derecho. En un Estado de Derecho lo importante es la seguridad, y no se puede tener seguridad jurídica si se quebranta una ley, por mucho que nos perturbe y nos de asco y nos duela que se aplique esa ley.

P.- Pero hay soluciones, como buscar nuevos delitos a estos asesinos, como ha hecho el juez Grande-Marlaska

R.- Es evidente que los etarras han cometido delitos en las cárceles después de su encarcelamiento, y los siguen haciendo. Esa es la prueba de que no hay arrepentimiento. Y si no hay arrepentimiento y sabemos de su euforia, eso es prueba indiciaria de que hay delito, y por ahí hay que investigar. Pasó con De Juana Chaos, y hay que hacerlo con todos.

P.- ¿Qué opina cuando oye decir que Zapatero tiene una actitud débil con los terroristas? ¿Cómo le ve?

R.- Yo no le veo ni débil ni fuerte. Sólo sé que hasta ahora no hay ninguna cesión, porque la cesión es siempre objetiva.Hay palabras que inducen a que se considere que puede haber cesiones, pero también hay palabras en otro sentido, como las reiteradas por el ministro del Interior, o el de Justicia, o de Peces Barba.Hay palabras distintas, pero no podemos juzgar por palabras, sino por hechos. Y los hechos no se ven.

P.- ¿Qué papel tienen que jugar las víctimas en el hipotético fin de ETA?

R.- Todo el papel. En el fin de ETA que yo propugno -como lo exige la mayoría de los españoles-, es decir, la rendición incondicional, las víctimas tienen que jugar todo el papel. Savater ha dicho que esta lucha tiene que terminar con vencedores y vencidos, como acabó la guerra de Alemania. Y yo comparto su opinión. Aquí tiene que haber una rendición sin condiciones de la banda terrorista ETA, y las víctimas tienen que ocupar un papel importante, porque serán memoria de uno de los periodos más negros de la Historia de España en democracia.
Serán memoria de algo fundamental, de sus padecimientos, de su sufrimiento, de su dolor por los familiares perdidos y cuando esto acabe sabrán que habrán conseguido ¡por fin! la libertad.Yo entiendo que la libertad engloba diversos valores y subordina a ella también valores, entre ellos la paz. La paz tiene adjetivos.

P.- La paz tiene adjetivos pero no precio.

R.- La paz tiene adjetivos: la paz de los cementerios, la paz de los cobardes, los 25 años de paz de Franco... Lo que no tiene adjetivos es la libertad y lo que hay que conseguir es la libertad, porque la paz puede ser amaestrada, mediatizada, amedrentada, y la libertad nunca. Por eso la memoria de las víctimas es fundamental para la exaltación de la libertad.

P.- Siendo usted ministro de Justicia se aprobó la dispersión de los presos etarras. Pasado el tiempo, ¿ha llegado el momento de replantearse la dispersión e ir al acercamiento y reagrupamiento, como piden los nacionalistas?

R.- El problema es que a los presos etarras no puedes reagruparles, porque es una cesión más. Hay que poner una línea, ya hemos llegado y no hay más cesiones. Y punto. Cruz y raya. A partir de ahí no hay nada. Porque si no, después ¿qué viene? Si quieren salir a la calle el camino para hacerlo está en sus manos: el arrepentimiento.Y eso pone en marcha el mecanismo de la reinserción. Cesión ninguna.

P.- ¿Qué le parece a usted la actuación del alto comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, tan criticada por algunos sectores?

R.- Yo creo que Peces-Barba está haciendo una labor positiva.Está atendiendo a las víctimas. Ha promovido el alejamiento de los etarras de los lugares donde viven los familiares de las víctimas, y está abordando el problema de las indemnizaciones, para que sean los etarras quienes las paguen. Y eso me parece positivo.

P.- Pues algunos creen que para él hay víctimas de primera o de segunda, según sean del 11-M o de ETA

R.- Creo sinceramente que no hay víctimas de primera y de segunda.Pero hay elementos de politización en las víctimas, elementos de división en el seno de las propias víctimas que son malos.Pongo como ejemplo la unidad de las víctimas en el País vasco, que es ejemplar.

P.- ¿Y usted qué cree que pretende el lehendakari Ibarretxe cuando avisa a Zapatero de que tome las riendas o él dará pasos?

R.- Ibarretxe nos quiere contar un cuento de historias para no dormir con eso de la capacidad de decisión de los vascos. ¿Qué va a hacer Ibarretxe? El sabe perfectamente que los dos grandes elementos -la definición de la comunidad autónoma y los problemas de financiación- los tiene resueltos con el concierto. El trajo un plan que el Congreso desestimó por una abrumadora mayoría.

P.- ¿Y la definición de Cataluña como nación qué le parece?

R.- A mí no me parece bien que esté la palabra nación en el preámbulo, pero está como expresión de un Parlamento que recoge el deseo de catalanes y catalanas. Por lo tanto, la denominación de nación está formulada por un órgano permanente, pero también coyuntural, porque ese Parlamento puede ser sustituido por otro. Así pues, esa nación coyuntural pertenece y está considerada como nacionalidad dentro de la nación española, patria común e indivisible.

P.- ¿Y usted estaría dispuesto a presentar un recurso de inconstitucionalidad si el Estatuto catalán no queda limpio, finalmente, como una patena?

R.- Cuando salga en el BOE el Estatuto, lo estudiaré con mucho detenimiento. Y si veo que hay elementos de inconstitucionalidad que atentan a los derechos de los españoles, residan donde residan, qué duda cabe de que pondré recurso de inconstitucionalidad.De todas formas, confío en que el debate parlamentario haga que no tenga que poner recurso porque los derechos sean respetados.

P.- ¿Cuántas quejas ha recibido como Defensor del Pueblo por la política lingüística que se está desarrollando en Cataluña?

R.- Han llegado 481 quejas por la enseñanza y por la actitud de las oficinas de garantía lingüística. Por ello hemos recomendado a la Generalitat que cumpla el artículo 3 de la Constitución -que dice que todos los españoles tienen el deber de conocer el castellano y el derecho de usarlo- y la normativa lingüística aprobada por el Parlamento catalán, para que en las hojas de inscripción de los colegios aparezca la opción del castellano.Además, hemos recomendado que en la hoja aparezca la mención de la lengua castellana.

P.- ¿Qué le parece lo de las viñetas de Mahoma?

R.- A mí me parece muy bien que se hable de respeto, pero considero que hay que respetar todas las creencias. El respeto no puede ser un elemento subordinado a la libertad, ni tampoco determinante de la expresión de libertad. Por lo tanto, en la libertad de expresión no se debe dar ni un paso atrás, porque se rompería el sistema democrático, y luego habría que seguir dando pasos atrás.



La contundencia de Múgica, un aldabonazo para Zapatero
(editorial de EL MUNDO, 12/2/2006)

Horas después de que Zapatero insistiera en que estamos cerca del «inicio del principio del fin» de ETA, Enrique Múgica ha tomado una posición contundente frente al todavía hipotético proceso de paz. Habrá quien diga que las opiniones del Defensor del Pueblo están condicionadas por el hecho de que ETA mató, hace ahora diez años, a su hermano Fernando. Pero lo cierto es que aquel terrible episodio no modificó sus posiciones, que han sido siempre las mismas y se encuadran dentro de una tradición del socialismo vasco y españolista que engarza con Indalecio Prieto.

Por otra parte, cabe destacar la claridad de Múgica, cuya toma de posición se esperaba hace tiempo. El Defensor del Pueblo ha hecho honor a su nombre en una entrevista que refleja el sentir de la inmensa mayoría de los españoles, que, como señala Múgica, propugnan «la rendición incondicional de ETA» y consideran que «hay que revitalizar el Pacto Antiterrorista y sacar de su hibernación a la Ley de Partidos». Que sea un histórico dirigente socialista, militante en su juventud del Partido Comunista, quien exprese estas opiniones demuestra hasta qué punto el rechazo al diálogo con ETA y la convicción de que las víctimas deben jugar un «papel fundamental» no son patrimonio de una determinada ideología o sensibilidad política, como pretende dar a entender el Gobierno cuando acusa al PP de torpedear la paz y manipular a las asociaciones de víctimas. La contundencia de Múgica está en la línea de las últimas reflexiones de Peces-Barba y debería ser un aldabonazo para el Gobierno de cara a cualquier negociación.

El proceso de paz, en todo caso, no puede incluir contrapartidas políticas -Zapatero tiene la obligación de desmentir los vaticinos de ERC en el sentido de que «el País Vasco obtendrá en el proceso de paz más que Cataluña con la reforma del Estatut»- y debe afrontarse con consenso y transparencia, como coincideron en apuntar ayer PP y CiU. Duran Lleida incluso ha reclamado que se convoque la Comisión de Secretos Oficiales para que Zapatero comparta con todos los grupos parlamentarios los datos que justifican su optimismo.

Y es que lo que el presidente está reclamando a la sociedad es un auténtico acto de fe en su capacidad para lograr que ETA se rinda, como dijo Bono, «con las manos en alto», cuando los hechos indican que la banda se dispone a hacer la guerra por otros medios. Múgica cita como ejemplo el dramático caso de Azkoitia, donde ha quedado de manifiesto que los asesinos de Ramón Baglietto no sólo no están arrepentidos, sino que exaltan «su memoria homicida».Y este diario publica hoy que fue ETA la que impulsó la campaña de amenazas contra los medios de comunicación que está siendo ejecutada actualmente por Segi. A este respecto, EL MUNDO espera que el Ministerio Público anuncie no más tarde de mañana, lunes, la correspondiente investigación de cara a interponer una querella contra los individuos -perfectamente identificables todos ellos- que el viernes pasado incurrieron en un flagrante delito de coacciones agravadas, según el artículo 172.1 del Código Penal, a las puertas de nuestra sede en Bilbao. Porque, como bien advierte Enrique Múgica refiriéndose al debate sobre las caricaturas de Mahoma, la libertad de expresión es el pilar fundamental, el requisito imprescindible, de un sistema democrático.


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