lunes, abril 03, 2006

ZAPATERO SE REFUGIA EN LOS CLICHES PARA DEFENDER EL ESTATUTO


EL MUNDO
02/04/2006


Resulta bastante impropio que un presidente de Gobierno que le gusta tanto reivindicar «la democracia deliberativa» rehusara defender el Estatuto de Cataluña en el Parlamento el pasado jueves y eligiera ayer un mitín en un feudo electoral de su partido como Cornellá para ensalzar el texto de la ley.

Si tuviéramos que evaluar la calidad de su intervención en base a los criterios de esa democracia que propugna, el resultado sería un rotundo suspenso por la orfandad de sus argumentos.

El presidente Zapatero aprovechó para responder a la valoración de EL MUNDO de que el Estatuto de Cataluña es «la peor ley de la democracia». Lo hizo de forma despectiva -no es la primera vez-, asegurando que la afirmación forma parte de las «cábalas» de nuestro periódico, en velada referencia a lo mucho que parece molestarle también la investigación sobre el 11-M.

EL MUNDO no hace «cábalas» sobre los atentados de Madrid ni sobre el Estatuto, que ha sido exhaustiva y pormenorizadamente examinado en estas páginas desde el punto de vista político y jurídico.

Zapatero, en cambio, empleó ayer en Cornellá fáciles recursos -trufados de clichés, simplificaciones y palabras hueras- para obtener el aplauso de unos militantes, entregados de antemano. Muchas de las cosas que dijo el presidente constituyeron una verdadera ofensa a la inteligencia.

Por ejemplo, cuando habló de que el PP «da la espalda» a Cataluña y de que su posición respecto al Estatuto es fruto del «miedo» y «los fantasmas del pasado». Como advirtió Rajoy en el Congreso, oponerse a este Estatuto es una forma de defender los intereses de Cataluña que Zapatero pretende monopolizar.

El presidente afirmó también que el Estatuto va a hacer posible que el catalán y el castellano puedan convivir en «igualdad».Por lo visto, Zapatero no ha leído el artículo 6.1, que dice que «la lengua propia de Cataluña es el catalán».Y ello por no mencionar las prácticas discriminatorias de la Generalitat.

La confusión del presidente llegó a términos muy inquietantes cuando sugirió que ETA había dictado su alto el fuego tras constatar los grandes logros de este Gobierno y, concretamente, la «armonía y cohesión» que, según él, está proporcionando a España.

Todo su discurso se centró ayer en identificar el Estatuto con el progreso y las políticas de igualdad, demonizando al PP como si estuviera en contra de esos grandes principios. Tras esta estrategia, hay un meditado cálculo político que pretende aislar al principal partido de la oposición y mostrarle como un enemigo de Cataluña. Zapatero sabe que Rajoy difícilmente podrá ganar unas elecciones generales con unos malos resultados en esta comunidad, lo que explica la insistencia en esas consignas que esgrimió con reiteración.


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