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El Gobierno ratifica a La Caixa que le parará los pies a E.ON y a Merkel. En la entidad financiera catalana, lo único que dudan es que sepa hacerlo. Berlín amenaza a España con una aplicación parcial de la Constitución Europea: nos quedaríamos sin Niza y sin los fondos. Advertencia al PP: Si Caja Madrid apoya la OPA de E.ON, se romperá cualquier contacto entre los dos partidos (¿No están rotos ya?). Pizarro no puede retirar el aval: lo que puede retirar es la demanda. A estas alturas, ni GN ni E.ON pueden retirar sus ofertas, pero tampoco puede haber una tercera OPA
Ya no es una cuestión financiera. La lucha por el control de Endesa se ha convertido en la cuestión económica paneuropea más importante. Lo que está en juego no es si la alemana E.ON controla la española Endesa o si es Gas Natural y La Caixa quien se hacen con la empresa que preside Manuel Pizarro : lo que está sobre el tapete son las reglas del juego del mercado común, que no deja de ser la parte más importante de la Unión Europea… para bien o para mal.
En Moncloa lo tienen muy claro. La postura del Ejecutivo Zapatero podría resumirse así: se están diciendo muchas tonterías, pero lo cierto es que se va a aplicar la ley (decreto del 24 de febrero) así como el Decreto Rato de 1999. Mientras no haya mercado único europeo, E.ON no puede comprar Endesa, o se le impondrán unas condiciones, no sólo a la compañía, sino a la política alemana, que harán inviable la OPA.
No sólo eso. El Ejecutivo español ha prohibido al entorno Caixa cualquier tipo de pacto con Endesa. La verdad es que hay poco que pactar. En estos momentos, ni GN ni E.ON pueden retirar sus opas. Tampoco puede retirar el aval Endesa, en tal caso puede retirar la denuncia interpuesta que provocó la petición de aval milmillonario por parte de la juez.
En la mañana del martes, en La Caixa tenían muy clara la orden de Moncloa: nada de pactos y continúa la batalla. Ahora bien, como afirmaba un directivo de la entidad: “lo que nos preocupa no es la voluntad del Gobierno de parar a E.ON, lo que nos preocupa es que sepa hacerlo”.
Y no es tan fácil. En el Partido Popular afirman que si se le paran los pies políticamente a los alemanes, Berlín ya tiene preparada su venganza: nada menos que la aprobación parcial del Tratado Constitucional europeo, elaborado por Giscard d’Estaing de la forma más desfavorable para España: entrarían en vigor los mecanismo de la toma de decisiones –es decir, el fin el Tratado de Niza- y se congelaría el acuerdo financiero, que es lo que se supone que puede beneficiar, o al menos no dañar en demasía, a España. ¿Demasiado castigo por un plante financiero? No se crean: hay que repetir que lo que están juego en la pugna por Endesa es algo más que un pulso político o el control energético europeo.
Por otra parte, desde el PSOE han hecho llegar al Partido Popular el mensaje de que si Caja Madrid, principal accionista de Endesa, se alinea con E.ON, se romperán los puentes de comunicación entre Gobierno y oposición. Aunque, como dicen en la calle Génova, sede del PP: “¿Existen esos puentes?”.
Además, a estas alturas, ni E.ON ni Gas Natural pueden retirar sus ofertas. Tampoco puede surgir un tercer postor mientras no se cierre el proceso, es decir, mientras la Comisión Nacional de la Energía (CNE) no dictamine sobre el caso E.ON.
Por cierto, la Comisión no empleara criterios cuantitativos, sino cualitativos, por ejemplo, el control sobre las centrales nucleares, el argumento favorito de los franceses para blindar su mercado. En cualquier caso, el cabreo en el organismo que preside Mayte Costa contra los alemanes continúa en aumento, E.ON filtra que llevará a los tribunales a los consejeros de la CNE.
Ahora bien, hay dos ‘peros’. Por una parte la unidad del Gobierno. No es ningún secreto que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, no está de acuerdo con lo que llama política antieuropea de su colega, José Montilla, que goza del favor de Presidencia.
Por otra parte, E.ON, que ahora sí empieza a creer que el Gobierno español va en serio, filtra a la prensa, a la española, claro, que está dispuesto a pagar hasta los 36 euros por acción, anunciando una ampliación e capilla que se uniría al megacrédito acordado con un conjunto de entidades financieras. Es una forma de morir matando, dado que es superoferta obliga a GN a elevar su oferta por encima de lo previsto, que era alcanzar los 28 euros por acción, mitad pro mitad. A este paso, alguien acabará por ofrecer lo que realmente vale Endesa.
El Gobierno ratifica a La Caixa que le parará los pies a E.ON y a Merkel. En la entidad financiera catalana, lo único que dudan es que sepa hacerlo. Berlín amenaza a España con una aplicación parcial de la Constitución Europea: nos quedaríamos sin Niza y sin los fondos. Advertencia al PP: Si Caja Madrid apoya la OPA de E.ON, se romperá cualquier contacto entre los dos partidos (¿No están rotos ya?). Pizarro no puede retirar el aval: lo que puede retirar es la demanda. A estas alturas, ni GN ni E.ON pueden retirar sus ofertas, pero tampoco puede haber una tercera OPA
Ya no es una cuestión financiera. La lucha por el control de Endesa se ha convertido en la cuestión económica paneuropea más importante. Lo que está en juego no es si la alemana E.ON controla la española Endesa o si es Gas Natural y La Caixa quien se hacen con la empresa que preside Manuel Pizarro : lo que está sobre el tapete son las reglas del juego del mercado común, que no deja de ser la parte más importante de la Unión Europea… para bien o para mal.
En Moncloa lo tienen muy claro. La postura del Ejecutivo Zapatero podría resumirse así: se están diciendo muchas tonterías, pero lo cierto es que se va a aplicar la ley (decreto del 24 de febrero) así como el Decreto Rato de 1999. Mientras no haya mercado único europeo, E.ON no puede comprar Endesa, o se le impondrán unas condiciones, no sólo a la compañía, sino a la política alemana, que harán inviable la OPA.
No sólo eso. El Ejecutivo español ha prohibido al entorno Caixa cualquier tipo de pacto con Endesa. La verdad es que hay poco que pactar. En estos momentos, ni GN ni E.ON pueden retirar sus opas. Tampoco puede retirar el aval Endesa, en tal caso puede retirar la denuncia interpuesta que provocó la petición de aval milmillonario por parte de la juez.
En la mañana del martes, en La Caixa tenían muy clara la orden de Moncloa: nada de pactos y continúa la batalla. Ahora bien, como afirmaba un directivo de la entidad: “lo que nos preocupa no es la voluntad del Gobierno de parar a E.ON, lo que nos preocupa es que sepa hacerlo”.
Y no es tan fácil. En el Partido Popular afirman que si se le paran los pies políticamente a los alemanes, Berlín ya tiene preparada su venganza: nada menos que la aprobación parcial del Tratado Constitucional europeo, elaborado por Giscard d’Estaing de la forma más desfavorable para España: entrarían en vigor los mecanismo de la toma de decisiones –es decir, el fin el Tratado de Niza- y se congelaría el acuerdo financiero, que es lo que se supone que puede beneficiar, o al menos no dañar en demasía, a España. ¿Demasiado castigo por un plante financiero? No se crean: hay que repetir que lo que están juego en la pugna por Endesa es algo más que un pulso político o el control energético europeo.
Por otra parte, desde el PSOE han hecho llegar al Partido Popular el mensaje de que si Caja Madrid, principal accionista de Endesa, se alinea con E.ON, se romperán los puentes de comunicación entre Gobierno y oposición. Aunque, como dicen en la calle Génova, sede del PP: “¿Existen esos puentes?”.
Además, a estas alturas, ni E.ON ni Gas Natural pueden retirar sus ofertas. Tampoco puede surgir un tercer postor mientras no se cierre el proceso, es decir, mientras la Comisión Nacional de la Energía (CNE) no dictamine sobre el caso E.ON.
Por cierto, la Comisión no empleara criterios cuantitativos, sino cualitativos, por ejemplo, el control sobre las centrales nucleares, el argumento favorito de los franceses para blindar su mercado. En cualquier caso, el cabreo en el organismo que preside Mayte Costa contra los alemanes continúa en aumento, E.ON filtra que llevará a los tribunales a los consejeros de la CNE.
Ahora bien, hay dos ‘peros’. Por una parte la unidad del Gobierno. No es ningún secreto que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, no está de acuerdo con lo que llama política antieuropea de su colega, José Montilla, que goza del favor de Presidencia.
Por otra parte, E.ON, que ahora sí empieza a creer que el Gobierno español va en serio, filtra a la prensa, a la española, claro, que está dispuesto a pagar hasta los 36 euros por acción, anunciando una ampliación e capilla que se uniría al megacrédito acordado con un conjunto de entidades financieras. Es una forma de morir matando, dado que es superoferta obliga a GN a elevar su oferta por encima de lo previsto, que era alcanzar los 28 euros por acción, mitad pro mitad. A este paso, alguien acabará por ofrecer lo que realmente vale Endesa.
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