"La única solución es que el Estatuto de Cataluña no se aplique"
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha hecho del rechazo a la reforma del Estatuto de Cataluña la punta de lanza de su estrategia de oposición a la política del Gobierno. "Ahora o dentro de 10 años, cuando nos demos cuenta del disparate que estamos haciendo, tendremos que fijar con claridad las competencias que el Estado no puede ceder de ninguna manera", afirma. Con este objetivo, en septiembre planteará una reforma de la Constitución para impedir organizar el Estado "desde una parte del Estado" y garantizar la "defensa de la nación española", hoy amenazada, a su juicio, por un estatuto "anticonstitucional, ininteligible e inaplicable". Firme en esta posición, Rajoy culpa sin embargo al Gobierno del "intento perfectamente dirigido de marginar al Partido Popular de las grandes decisiones nacionales". Asume que el presidente del Gobierno pueda acordar con los partidos nacionalistas desde la ley educativa a cualquier otra política, pero reivindica para el primer partido de la oposición el derecho a pactar las reglas de juego. "Se ha echado al PP del Pacto Antiterrorista, aunque ahora se nos ha intentado recuperar. Y se ha expulsado al PP de los grandes acuerdos territoriales", acusa. La única coincidencia aparente con la actuación del presidente Rodríguez Zapatero la concita el proceso abierto para el fin de la violencia terrorista. "Voy a apoyar al Gobierno para acabar con ETA", asegura Rajoy, que exige que no se conceda a cambio ninguna contrapartida. Y subraya que "ninguna es ninguna: ni Navarra, ni autodeterminación, ni mesas. Nada. Si no, convertiríamos al terrorismo en un instrumento para hacer política". Tampoco, insiste, Batasuna puede legalizarse "si ETA existe, porque Batasuna es una organización terrorista". El respaldo del Partido Popular se limita por el momento a que el Gobierno, como en 1999 hizo el Ejecutivo que presidía José María Aznar, pueda constatar que la decisión de la banda terrorista de dejar las armas es irreversible. Sólo a partir de entonces se podría estudiar si conviene tomar alguna medida. El líder del PP advierte contra algunos gestos, comportamientos y declaraciones de miembros del Gobierno, porque "el Estado de derecho no debería estar en tregua, no debería estarlo ni el ministerio fiscal ni la policía ni la Guardia Civil. Llevamos seis meses casi sin detenciones. Lo apunto: seis meses. ¿O es que le debe algo la sociedad española a ETA?".
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