Jorge Martí
Barcelona
A las seis de la tarde, con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide…..
Así han rezado históricamente los carteles de toros y así rezaba el del sábado en la Plaza Monumental de Barcelona en un festejo taurino promovido por la Plataforma en Defensa de la Fiesta.
Y llegaron las seis, la Autoridad dio su permiso y el tiempo no lo impidió por lo que, la afición, pudo disfrutar de la actuación de seis toreros y un novillero, total y generosamente entregados a una causa que lo merecía, generosidad que se hizo extensiva al regalo del sobrero por parte del de casa, el catalán Serafín Martín.
En la calle quedaron, dando muestra de lo que son, los gamberros opuestos a la Fiesta; opuestos por lo que, en sus cortas entendederas, representa de españolidad que no de tortura a un animal. De nada sirvieron sus cacerolas, sus timbales, sus silbatos, sus pancartas y sus consignas llevadas, en gran parte de los casos, al insulto personal, tachando de fachas y psicópatas al público asistente, como hoy recoge un conocido rotativo catalán.
Y es solo esa “hazaña”, la de los gamberros, lo que ha servido al manipulado mundo mediático de la “nazión” catalana como soporte a su falsa información sobre el fracaso del festival apelando a una pretendida escasa asistencia de público.
En cualquier caso y como soy de los muchos que salimos con buen sabor de boca, a los diestros, gracias por su entrega; a la Plataforma, enhorabuena y ánimo, y a los gamberros y medios de comunicación catalanes, me reservo el comentario pues podría resultar poco publicable.
Barcelona
A las seis de la tarde, con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide…..
Así han rezado históricamente los carteles de toros y así rezaba el del sábado en la Plaza Monumental de Barcelona en un festejo taurino promovido por la Plataforma en Defensa de la Fiesta.
Y llegaron las seis, la Autoridad dio su permiso y el tiempo no lo impidió por lo que, la afición, pudo disfrutar de la actuación de seis toreros y un novillero, total y generosamente entregados a una causa que lo merecía, generosidad que se hizo extensiva al regalo del sobrero por parte del de casa, el catalán Serafín Martín.
En la calle quedaron, dando muestra de lo que son, los gamberros opuestos a la Fiesta; opuestos por lo que, en sus cortas entendederas, representa de españolidad que no de tortura a un animal. De nada sirvieron sus cacerolas, sus timbales, sus silbatos, sus pancartas y sus consignas llevadas, en gran parte de los casos, al insulto personal, tachando de fachas y psicópatas al público asistente, como hoy recoge un conocido rotativo catalán.
Y es solo esa “hazaña”, la de los gamberros, lo que ha servido al manipulado mundo mediático de la “nazión” catalana como soporte a su falsa información sobre el fracaso del festival apelando a una pretendida escasa asistencia de público.
En cualquier caso y como soy de los muchos que salimos con buen sabor de boca, a los diestros, gracias por su entrega; a la Plataforma, enhorabuena y ánimo, y a los gamberros y medios de comunicación catalanes, me reservo el comentario pues podría resultar poco publicable.
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