ETA asesinó a mi hermano cuando yo tenía 17 años y a mis sobrinas gemelas, que contaban con poco más de 3 años. El dolor y vacío que te deja es algo que no quisiera que nadie de los que me calumnian y sirven de propaganda de la mentira pudiera sufrirlo. ETA mata y otros rematan. Estos últimos son quienes, amparándose en la mentira, la calumnia y la difamación constante contra mi persona y contra el colectivo que represento, intentan provocar nuestra muerte civil, nuestra muerte como ciudadanos.
Nunca he militado en ningún partido, y creo que nunca lo haré. Es triste que quienes no tenemos un carné político seamos perseguidos de forma constante y acusados vilmente para poder deslegitimar nuestra voz. Conozco a víctimas con carné y militancia activa en partidos políticos y, curiosamente, a ellos nunca se les acusa de partidismo, defiendan una postura u otra.
La cuestión es derribar a Alcaraz y a la AVT. Sin Alcaraz y la AVT el proceso de rendición es mucho más fácil. He podido ver manifestaciones en las que, amparándose en la solidaridad con las víctimas del terrorismo, se han portado pancartas contra la AVT y Alcaraz, comparándonos con los terroristas. He podido leer en distintos medios de comunicación calumnias y mentiras contra la AVT, contra sus trabajadores, contra mi familia y contra mi persona. Mentiras que después se difunden como la pólvora en foros y en blogs. Incluso mentiras que son realizadas por alguna víctima del terrorismo.
Es indignante. Llevo muchos años leyendo el periódico portavoz de ETA, el diario «Gara», y nunca he visto tantos insultos y desprecio contra las víctimas como los que algunos medios, que dicen llamarse progresistas, hacen contra la AVT y mi persona. Algunos de ellos incluso mienten descaradamente, hasta tal punto que publican sueldos falsos de nuestros trabajadores, adjudican falsas responsabilidades en la AVT a mi esposa y me atribuyen sueldos y dietas inexistentes. Y la realidad es que ningún miembro de la Junta Directiva y de las delegaciones cobra nada, absolutamente nada, por la labor que hacemos. Vivo de mi trabajo, de mi empresa. Pero claro, a quienes mienten y calumnian les cuesta creer todo esto porque son incapaces de hacer algo de forma altruista y no conciben que, por encima del dinero, está la defensa de la dignidad de nuestra familia asesinada.
Algunos diputados socialistas, incluso, han llegado a acusarnos de gastar el dinero en manifestaciones y no atender a las víctimas. Cuántas mentiras y calumnias escupen quienes quieren a toda costa hundir a la AVT. Otros, más cobardes si cabe, ocultos detrás de seudónimos, han llegado a decirme que «me tocó la lotería el día que asesinaron a mi hermano». Otros piden que me asesinen, que soy un terrorista, y todo esto con el beneplácito y la cobertura de los responsables de sus webs. Qué indecentes. Se esconden como lo hacen los etarras cada vez que cometen un atentado, a sabiendas del delito que están llevando a cabo.
Pues, a pesar de todo esto, quiero decir alto y claro a todos los que nos atacan cobardemente que no van a conseguir que, como víctima del terrorismo y como ciudadano, abandone las reivindicaciones de memoria, dignidad y justicia, pese a quien pese. Estos cobardes pueden y están haciendo mucho daño al colectivo que represento y a mi persona, pero hay algo que no tienen en cuenta: quienes más daño nos han hecho han sido los terroristas y, a pesar de ello, no han conseguido acallar nuestra voz. Por ello, quiero que sepan que sus insultos, mentiras, amenazas y calumnias caerán en saco roto, pues la verdad y la razón se imponen con el tiempo. Quienes han iniciado esta campaña contra la AVT y contra mi persona deben saber que nunca nos rendiremos.
Seguiremos exigiendo justicia, sin tomarla por nuestra mano porque, para eso, ya esta nuestro Gobierno. Él es responsable de hacer cumplir la leyes y perseguir a los asesinos y sus cómplices, que arrebataron la vida de nuestras familias. Por este motivo, cuando un Gobierno asume esa responsabilidad en nuestro nombre, tenemos todo el derecho de exigir el cumplimiento de las leyes y que se luche contra ETA o cualquier organización terrorista. Si este o cualquier Gobierno no lo hace, tenemos el derecho y el deber moral de exigirlo. Y si molesta porque no quiere o no puede hacer cumplir las leyes vigentes, o prefiere estrechar las manos ensangrentadas de los asesinos de nuestras familias, que sean valientes y que no nos traicionen. Que no nos engañen diciendo que mantendrán las leyes vigentes. Que tengan la valentía de decirnos a las víctimas, a la cara, que van a negociar con nuestros asesinos, que van a decir que Otegui es un hombre que lucha por la paz o que somos víctimas de accidentes.
El titulo de esta carta es «Resistencia», en honor al mejor discurso que he escuchado en un acto de la AVT. El homenajeado sólo pronunció esta palabra y se le entendió a la perfección. Eso es lo que pido a todas las personas de bien que no están dispuestas a claudicar a los intereses de ETA y sus compañeros de viaje. El que tenga oídos, que oiga.
Francisco José Alcaraz, presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo
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