"Nos comprometemos al cumplimiento escrupuloso y estricto del Pacto de Estado Por la Libertad y Contra el Terrorismo [...] a mantenerlo vivo y en vigor hasta la derrota total de ETA o su disolución efectiva". Estas son palabras de Zapatero, este es su compromiso electoral. Compromiso que Zapatero prometió cumplir, sin embargo, algunas actuaciones paracen indicar que ha olvidado su programa.
Tras más de dos años y medio de la victoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las Elecciones Generales de 2004, y la última manifestación organizada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en Sevilla el pasado 1 de Octubre, es un buen momento de recordar al presidente Rodríguez Zapatero lo que prometió cumplir en su programa electoral de 2004, llegando a empeñar su propia palabra en ello.
En la página 10 del mismo, el entonces Secretario General del PSOE, D. José Luís Rodríguez Zapatero, rubricaba lo siguiente:
“Hace ya cuatro años que me comprometí a poner en práctica otra forma de hacer política.
Una forma de hacer política que renuncie al engaño, al doble lenguaje, a la manipulación de las opiniones. Que no subordine los intereses generales a los intereses electorales o de partido. Una forma de hacer política abierta a la participación, al diálogo, al consenso. […]
Este programa es también mi programa de Gobierno, si una mayoría suficiente del electorado lo apoya. Es el Programa Electoral del Partido Socialista y, si los ciudadanos lo votan, mi compromiso personal con ellos. En él empeño mi palabra.”
En las páginas 46 y 47 de dicho programa electoral desarrollaba cuáles serían sus líneas de actuación con respecto al terrorismo en caso de salir elegido como Presidente del Gobierno de España:
"Todos contra el terrorismo; todos con sus víctimas"
Para los socialistas, el terrorismo sigue siendo el único conflicto no resuelto de los que afectan a la convivencia de los españoles. Su presencia –vil y cruel- se mantiene viva en los atentados, chantajes y amenazas que, con mayor o menor frecuencia y mayor o menor gravedad, se siguen produciendo. Su presencia también se hace viva en los miles de víctimas que, con su testimonio de dolor y compromiso, recuerdan a diario a la sociedad que el terror carece de principios, que no persigue más objetivo que su propia supervivencia y que la paz y la libertad no se consiguen cediendo a sus amenazas.
Nada ha dado ni dará mejores frutos para la erradicación definitiva del terrorismo que la combinación de la acción policial decidida y constante, la eficaz cooperación internacional, la movilización de los ciudadanos y la unidad de los demócratas.
Basándonos en estas convicciones, propusimos al Gobierno un Pacto de Estado por la Libertad y contra el Terrorismo en el que se incluía el compromiso de renunciar a la utilización del terrorismo como arma electoral.
Los socialistas creemos que hay que comprometer todos los recursos morales y materiales en la lucha contra el terrorismo y en la reparación de sus efectos. Por todo ello,
- Nos comprometemos al cumplimiento escrupuloso y estricto del Pacto de Estado Por la Libertad y Contra el Terrorismo suscrito entre el Partido Socialista Obrero Español, el Partido Popular y el Gobierno de la Nación y, en especial, a renunciar a la utilización política del terrorismo; nos comprometernos a mantenerlo vivo y en vigor hasta la derrota total de ETA o su disolución efectiva.
- Nos comprometemos a la observancia estricta de la Constitución y por tanto rechazamos cualquier negociación que implique el pago de un precio político democrático por el fin de la violencia.
- Promoveremos el diálogo entre el Gobierno de la Nación y el Gobierno del País Vasco con el objetivo de comprometer la acción conjunta de ambos en la lucha contra el terrorismo en todas sus manifestaciones y para la coordinación de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
- Compareceremos en el Parlamento para informar a los Grupos Parlamentarios del estado de la lucha contra el terrorismo, con el fin de buscar estrategias comunes en la que también se incluyan iniciativas concretas para asegurar el derecho a la vida y a la libertad de expresión, manifestación y pensamiento de cuantos se sienten abstracta o concretamente amenazados.
- Mantendremos el apoyo moral y material a las víctimas de la violencia terrorista.”
Tras estos dos años y medio de gobierno del presidente Rodríguez Zapatero nos encontramos con que ni uno solo de los puntos de este compromiso en la lucha contra el terrorismo ha sido cumplido.
El día 29 de junio de este año, el gobierno anunció a la prensa en una sala del Congreso de los Diputados que iniciaría las negociaciones con la banda terrorista ETA, aunque ésta no hubiese abandonado las armas, ni renunciado a la lucha armada, el asesinato y la extorsión. Este hecho fue criticado con firmeza desde las instituciones europeas. Resultado de este proceso a día de hoy nos encontramos con que:
- los actos de terrorismo callejero (eufemísticamente llamados ‘Kale Borroka’ –lucha callejera- o ‘terrorismo de baja intensidad’) se han intensificado preocupantemente,
- el chantaje y extorsión a los empresarios sigue siendo una práctica habitual,
- las amenazas de muerte a ciudadanos continúan,
- Batasuna-ETA vuelve a proferir amenazas tras la “tregua”,
- las manifestaciones de los proetarras son continuas en las calles, llegando a disparar tiros por parte de tres encapuchados,
- el desprecio de los presos etarras ante la justicia y amenazas a los jueces,
- incluso algunos medios de comunicación ya se están haciendo eco de un posible asesinato antes de navidades.
Ante todos estos hechos, ¿cuál ha sido y está siendo la actitud del Gobierno del Presidente Rodríguez Zapatero?
- El Pacto de Estado Por la Libertad y Contra el Terrorismo no ha sido convocado ni una sola vez en estos dos años y medio.
- En cambio, las reuniones con ETA-Batasuna no cesan.
- No se dan explicaciones sobre la marcha de las negociaciones en el Congreso de los Diputados, tal y como prometió.
- Autorizar manifestaciones proetarras y mostrar una pasividad absoluta frente a las mismas.
- Internacionalizar el ‘conflicto’, tal y como le había reclamado ETA.
- ‘Torpedear’ las manifestaciones convocadas por la AVT y otras asociaciones de víctimas, seis en lo que llevamos de legislatura.
- Negar las subvenciones a la AVT, mientras con el dinero de todos nosotros financia a las familias de los presos de ETA.
- Pactar, según los propios terroristas, la autodeterminación de las provincias vascas.
- Recluir a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a sus cuarteles, tal y como reclamaba ETA.
- Incluso el proceso judicial abierto para aclarar si desde la propia sede del PSOE de la c/ Ferraz se llamó a la zona donde un soplo permitió la fuga del etarra Elosúa.
Tras más de dos años y medio de la victoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las Elecciones Generales de 2004, y la última manifestación organizada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en Sevilla el pasado 1 de Octubre, es un buen momento de recordar al presidente Rodríguez Zapatero lo que prometió cumplir en su programa electoral de 2004, llegando a empeñar su propia palabra en ello.
En la página 10 del mismo, el entonces Secretario General del PSOE, D. José Luís Rodríguez Zapatero, rubricaba lo siguiente:
“Hace ya cuatro años que me comprometí a poner en práctica otra forma de hacer política.
Una forma de hacer política que renuncie al engaño, al doble lenguaje, a la manipulación de las opiniones. Que no subordine los intereses generales a los intereses electorales o de partido. Una forma de hacer política abierta a la participación, al diálogo, al consenso. […]
Este programa es también mi programa de Gobierno, si una mayoría suficiente del electorado lo apoya. Es el Programa Electoral del Partido Socialista y, si los ciudadanos lo votan, mi compromiso personal con ellos. En él empeño mi palabra.”
En las páginas 46 y 47 de dicho programa electoral desarrollaba cuáles serían sus líneas de actuación con respecto al terrorismo en caso de salir elegido como Presidente del Gobierno de España:
"Todos contra el terrorismo; todos con sus víctimas"
Para los socialistas, el terrorismo sigue siendo el único conflicto no resuelto de los que afectan a la convivencia de los españoles. Su presencia –vil y cruel- se mantiene viva en los atentados, chantajes y amenazas que, con mayor o menor frecuencia y mayor o menor gravedad, se siguen produciendo. Su presencia también se hace viva en los miles de víctimas que, con su testimonio de dolor y compromiso, recuerdan a diario a la sociedad que el terror carece de principios, que no persigue más objetivo que su propia supervivencia y que la paz y la libertad no se consiguen cediendo a sus amenazas.
Nada ha dado ni dará mejores frutos para la erradicación definitiva del terrorismo que la combinación de la acción policial decidida y constante, la eficaz cooperación internacional, la movilización de los ciudadanos y la unidad de los demócratas.
Basándonos en estas convicciones, propusimos al Gobierno un Pacto de Estado por la Libertad y contra el Terrorismo en el que se incluía el compromiso de renunciar a la utilización del terrorismo como arma electoral.
Los socialistas creemos que hay que comprometer todos los recursos morales y materiales en la lucha contra el terrorismo y en la reparación de sus efectos. Por todo ello,
- Nos comprometemos al cumplimiento escrupuloso y estricto del Pacto de Estado Por la Libertad y Contra el Terrorismo suscrito entre el Partido Socialista Obrero Español, el Partido Popular y el Gobierno de la Nación y, en especial, a renunciar a la utilización política del terrorismo; nos comprometernos a mantenerlo vivo y en vigor hasta la derrota total de ETA o su disolución efectiva.
- Nos comprometemos a la observancia estricta de la Constitución y por tanto rechazamos cualquier negociación que implique el pago de un precio político democrático por el fin de la violencia.
- Promoveremos el diálogo entre el Gobierno de la Nación y el Gobierno del País Vasco con el objetivo de comprometer la acción conjunta de ambos en la lucha contra el terrorismo en todas sus manifestaciones y para la coordinación de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
- Compareceremos en el Parlamento para informar a los Grupos Parlamentarios del estado de la lucha contra el terrorismo, con el fin de buscar estrategias comunes en la que también se incluyan iniciativas concretas para asegurar el derecho a la vida y a la libertad de expresión, manifestación y pensamiento de cuantos se sienten abstracta o concretamente amenazados.
- Mantendremos el apoyo moral y material a las víctimas de la violencia terrorista.”
Tras estos dos años y medio de gobierno del presidente Rodríguez Zapatero nos encontramos con que ni uno solo de los puntos de este compromiso en la lucha contra el terrorismo ha sido cumplido.
El día 29 de junio de este año, el gobierno anunció a la prensa en una sala del Congreso de los Diputados que iniciaría las negociaciones con la banda terrorista ETA, aunque ésta no hubiese abandonado las armas, ni renunciado a la lucha armada, el asesinato y la extorsión. Este hecho fue criticado con firmeza desde las instituciones europeas. Resultado de este proceso a día de hoy nos encontramos con que:
- los actos de terrorismo callejero (eufemísticamente llamados ‘Kale Borroka’ –lucha callejera- o ‘terrorismo de baja intensidad’) se han intensificado preocupantemente,
- el chantaje y extorsión a los empresarios sigue siendo una práctica habitual,
- las amenazas de muerte a ciudadanos continúan,
- Batasuna-ETA vuelve a proferir amenazas tras la “tregua”,
- las manifestaciones de los proetarras son continuas en las calles, llegando a disparar tiros por parte de tres encapuchados,
- el desprecio de los presos etarras ante la justicia y amenazas a los jueces,
- incluso algunos medios de comunicación ya se están haciendo eco de un posible asesinato antes de navidades.
Ante todos estos hechos, ¿cuál ha sido y está siendo la actitud del Gobierno del Presidente Rodríguez Zapatero?
- El Pacto de Estado Por la Libertad y Contra el Terrorismo no ha sido convocado ni una sola vez en estos dos años y medio.
- En cambio, las reuniones con ETA-Batasuna no cesan.
- No se dan explicaciones sobre la marcha de las negociaciones en el Congreso de los Diputados, tal y como prometió.
- Autorizar manifestaciones proetarras y mostrar una pasividad absoluta frente a las mismas.
- Internacionalizar el ‘conflicto’, tal y como le había reclamado ETA.
- ‘Torpedear’ las manifestaciones convocadas por la AVT y otras asociaciones de víctimas, seis en lo que llevamos de legislatura.
- Negar las subvenciones a la AVT, mientras con el dinero de todos nosotros financia a las familias de los presos de ETA.
- Pactar, según los propios terroristas, la autodeterminación de las provincias vascas.
- Recluir a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a sus cuarteles, tal y como reclamaba ETA.
- Incluso el proceso judicial abierto para aclarar si desde la propia sede del PSOE de la c/ Ferraz se llamó a la zona donde un soplo permitió la fuga del etarra Elosúa.
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