domingo, abril 02, 2006

La misma pregunta me hice yo

Conchita Monsó

Ya está decidido. A partir de mañana, no pacto con todo el mundo que no vuelvo a tomar un pincel en mi mano, ni tampoco un libro y dejo de utilizar el ordenador o los folios para escribir ni una sola línea. Es decir, ya no pintaré, ya no leeré ni escribiré. Todo eso a partir de mañana, en cuanto den las doce campanadas del reloj del ayuntamiento. Se acabó. Se acabaron los incordios y el no ser más sociable, y mantener mi jornada llena de pintura, tinta, papeles y libros por todos los sitios.

Es que me han prometido que si lo dejo, me puedo dedicar a la fotografía que es más sociable y no es tan costosa y más tranquila.

Bueno, pues eso. A Partir de mañana. Prometido.

Ahora tengo que ir a hacer unas compras. 700 lienzos, 1000 hojas para cuadros en acuarela, 1000 para dibujos en pastel, otros 1000 en carboncillo, y 1000 cuadernos para dibujos a color. Además 2000 pinceles nuevos, 400 cajas de pintura, 200 de carboncillo, fijadores para cada clase de pintura, gomas de borrar, y otros materiales imprescindibles. Además ya tengo que recoger los 3000 libros encargados esta misma tarde también, sin olvidarme del nuevo ordenador que es mucho más potente y seguro. ¡Uf! Voy andar mal de tiempo.

A este punto Uds. se preguntarán, con toda la lógica del mundo, ¿Para qué quiero yo todo ese material si ya no voy a pintar ni leer ni escribir a partir de mañana? Buena pregunta.

Es la misma que me hice yo cuando el 23 de marzo ETA robó una camioneta con 700 KG de explosivos si el 24 del mismo mes comenzaba la "tregua permanente". Sigo sin entenderlo

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